Hace casi diez años visité Neimhaim por primera vez. Desvelar los secretos que escondían los dos clanes opuestos que habitaban la Península Prohibida fue tan fascinante como adictivo. La historia de Ailsa y Saghan me conquistó por completo y me robó el corazón, así que he estado esperando con ansias la publicación de todos los libros que continúan no solo con su historia, sino también con la de sus descendientes. Porque aunque cada novela es independiente y se centra en una generación diferente, están todas íntimamente conectadas. Así llegamos a la obra que les quiero recomendar hoy: Neimhaim. La Loba Blanca, de Aranzazu Serrano Lorenzo, el tercer libro de la saga. Uno que nos lleva junto a Astryt, la nieta de los Reyes Blancos, ese linaje que está destinado a unir a los clanes Djendel y Kranyal para que vuelvan a ser uno solo.
«Hubo un tiempo en el que cada vida era un hilo tejido en el Telar del Destino. Nadie podía escapar a su designio, ni siquiera los dioses. Sin embargo, una criatura, un alma excepcional, tuvo la osadía de desafiar a las tres Hilanderas».
Neimhaim. La Loba Blanca es una novela independiente, pero a diferencia de lo que ocurría con el segundo libro de la saga Neimhaim. El azor y los cuervos, si quieren disfrutarlo en su totalidad, no es recomendable empezarlo sin haber leído primero de los dos libros anteriores. Si aún no conocen esta alucinante saga de fantasía épica en la que dos pueblos opuestos (uno de valientes guerreros inspirados en los vikingos y otro con alucinantes dones para la magia basado en los celtas) deben aprender a convivir juntos si desean sobrevivir, es un buen momento para darle una oportunidad. Por aquí les dejo mis reseñas de modo que descubran las razones por las que deberían ir corriendo a su librería más cercana a buscarlos: Neimhaim. Los hijos de la nieve y la tormenta (mi reseña) y Neimhaim. El azor y los cuervos (mi reseña).