¿Qué ocurriría si los alienígenas se encontraran ya entre nosotros? ¿Qué pasaría si la aparición de una cúpula gigante, que es el hogar de uno de ellos, diera lugar al establecimiento de una floreciente ciudad llamada Rosalera? Una urbe a la que todos quieren acudir buscando la cura para todo tipo de enfermedades, algo que tiene lugar cada vez que la bóveda se abre. Pero ¿y si trasformar Rosalera en un Estado independiente desatase una guerra con el gobierno de Nigeria? ¿Y si el extraterrestre del que depende la prosperidad del lugar parece enfermar? Hoy quiero hablarles de La insurrección de Rosalera, de Tade Thompson, el segundo libro de la emocionante Trilogía de Ajenjo.
“El campamento es un lugar lleno de gente enferma o desesperada, y de criminales. De gente enferma porque, cuando la bóveda se abrió, curó a las personas que había cerca, lo que la transformó al instante en un híbrido entre La Meca y Lourdes”.
Un año después de lo acontecido en Rosalera (pueden leer mi reseña del libro aquí) regresamos a la urbe que creció en torno a la cúpula alienígena y que está viviendo al máximo su prosperidad. Pero si bien en el primer libro de la trilogía nuestro principal narrador era Karoo, aquí Thompson continua con los capítulos cortos, pero opta por hacer de la novela una emocionante narración coral, en la que un grupo más grande de nuevos protagonistas serán los encargados de contarnos todo lo que está ocurriendo en la complicada ciudad. Porque no solo estaremos en guerra ante una posible invasión alienígena, sino que la política hará su aparición para trasformar la soberanía e independencia de Rosarela en un conflicto bélico que les hará enfrentarse al gobierno de Nigeria.