Me encantan los buenos narradores. Los que no importa tanto qué te están contando, sino el modo en el que lo hacen. Esos que saben engancharte a sus historias y mantener el interés para que no puedas parar de leer. Eso me pasa a mí con Patrick Rothfuss, el autor que me conquistó con El nombre del viento y con El temor de un hombre sabio. Y luego hizo lo mismo con La música del silencio. Por eso no me pude alegrar más cuando me enteré de que ahora podríamos disfrutar de El estrecho sendero entre deseos. Una novela corta en la que volvemos al mundo de la Crónica del Asesino de Reyes pero protagonizada por Bast, uno de mis personajes favoritos de los libros anteriores.
«Le parecía bien que los demás se conformarán con la excelencia. Él era un artista».
Tal y como nos explica el prólogo del autor que trae el libro, una versión de esta historia se publicó hace algo menos de diez años con el título de «El árbol del relámpago», en la antología Canallas (en la que participaban también autores como George R.R. Martin, Neil Gaiman, Connie Willis, Joe Abercrombie o Lisa Tuttle). Pero que la nueva versión además de estar completamente reescrita, tiene unas quince mil palabras más. E incluye cuarenta ilustraciones que Nate Taylor creó para la novela corta. Así que si al igual que yo ya han leído el relato, aunque el fondo sea el mismo, aquí encontrarán muchos más detalles sobre Bast y los complicados tratos feéricos.