¿Cómo sería tu vida si pudieses ver fantasmas? ¿Qué ocurriría si en cada lugar al que llegas puedes ver las sombras de aquellos que vivieron allí y se sienten conectados a ese sitio? ¿Si eres tan receptiva como para revivir los recuerdos de tu madre? Hoy les quiero hablar de Beulah, de Christi Nogle. Un libro de terror intimista en el que el horror no solo viene de las apariciones que ve nuestra protagonista, sino de la imposibilidad de encontrar un lugar en el que encajar y pertenecer. Una novela ganadora del Premio Bram Stoker que nos llega con la traducción de José Ángel de Dios y una inquietante cubierta de Ah Taut.
«Cuando hables con un muerto —si lo haces; no puedo saber a ciencia cierta si lo harás—, conviene que tengas en cuenta algunas cosas:
Tienes que tener claro que nada de lo que digan tendrá importancia para ti. Querrán hacerte formar parte de su tragedia. Eso es un hecho. Querrán empatizar contigo. Querrán que seas su nuevo mejor amigo e intentarán que su mundo te parezca más real que el tuyo».
El libro nos cuenta la historia de Georgie, una joven melancólica de dieciocho años con un don o una maldición: puede ver fantasmas. Empezó a verlos cuando tenía diez años, justo el día en el que murió su padre. Esa primera experiencia traumática la dejó marcada para siempre. No porque ver a su padre muerto le diese miedo, sino por entender que era la única que ya sabía que él había fallecido y que la vida de su familia ya nunca volvería a ser igual.