Me encantan los buenos narradores. Los que no importa tanto qué te están contando, sino el modo en el que lo hacen. Esos que saben engancharte a sus historias y mantener el interés para que no puedas parar de leer. Eso me pasa a mí con Patrick Rothfuss, el autor que me conquistó con El nombre del viento y con El temor de un hombre sabio. Y luego hizo lo mismo con La música del silencio. Por eso no me pude alegrar más cuando me enteré de que ahora podríamos disfrutar de El estrecho sendero entre deseos. Una novela corta en la que volvemos al mundo de la Crónica del Asesino de Reyes pero protagonizada por Bast, uno de mis personajes favoritos de los libros anteriores.
«Le parecía bien que los demás se conformarán con la excelencia. Él era un artista».
Tal y como nos explica el prólogo del autor que trae el libro, una versión de esta historia se publicó hace algo menos de diez años con el título de «El árbol del relámpago», en la antología Canallas (en la que participaban también autores como George R.R. Martin, Neil Gaiman, Connie Willis, Joe Abercrombie o Lisa Tuttle). Pero que la nueva versión además de estar completamente reescrita, tiene unas quince mil palabras más. E incluye cuarenta ilustraciones que Nate Taylor creó para la novela corta. Así que si al igual que yo ya han leído el relato, aunque el fondo sea el mismo, aquí encontrarán muchos más detalles sobre Bast y los complicados tratos feéricos.
(Ilustración de Nate Taylor)
Aquí acompañaremos desde el amanecer y hasta la medianoche a Bast. Ese fata que, con la apariencia de un hombre común y corriente (quizás un poco simple, según la percepción errada que el mismo no se encarga de corregir) mientras vive el más largo del año, el solsticio de verano. Un día lleno de baños en el río (con y sin espectadores), visitas a cierto pastor de ovejas, y lo que más importante: tratos. Pero sin sospechar que aceptar sin reflexionar demasiado un regalo, su mundo se perturbará.
«Esa era la primera de tantas otras cosas que Bast tendría prohibido hacer por haber cometido la estupidez de aceptar un regalo sin saber qué era, sin saber cuánta deuda le colgaría del cuello, ni la fuerza con que le oprimiría el corazón».
Si hay en algo destaca nuestro querido Bast es en su capacidad para hacer tratos, como buen fata (esos seres feéricos del universo de Crónica del Asesino de Reyes) siempre está haciendo pactos, algo en lo que es un verdadero artista. Sentado en lo alto de una colina coronada por el que todos llaman «el árbol del rayo», espera a que los niños del pueblo se acerquen y le pidan ayuda, consejo o conocimiento, mientras le pagan con secretos (o haciendo pequeños favores). Siempre negociando con el objetivo de que el pago sea justo. Así, iremos conociendo a los niños del lugar, que van a buscar cosas como una mentira para evitar un regaño, o una venganza para un hermano mayor que le roba a su interés amoroso. Incluso quien busca consejo sobre cómo hacer que le permitan quedarse un gato y les aseguro que las respuestas de Bast los maravillarán y los harán reír.
(Ilustración de Nate Taylor)
Aunque quizás el niño que de verdad necesita la ayuda de Bast sea Rike. Un jovencito que por tu altura y edad ya no tiene permitido subir al árbol a llegar a acuerdos por el consejo del fata. Pero su desesperación hará que intente todo lo posible a fin de recibir esa ayuda que tan desesperadamente ansía. Algo que evitará que se convierta en el tipo de persona que el chico más odia. Así, lo que empieza como tratos y acciones que parecen aislados e independientes, terminan por convertirse en un todo que no nos puede sorprender más.
«Puedo responder preguntas o ayudar a resolver problemas. —Se sentó otra vez, con la espalda apoyada en el árbol; ahora sus ojos estaban a la altura de los de la niña—. ¿Qué quieres?».
Secretos, tratos, venganza, magia, adivinación, historias… El estrecho sendero entre deseos, de Patrick Rothfuss es el tipo de novela corta que terminas con una sonrisa y con el corazón un poco más esperanzado. Una historia sencilla pero con un mensaje precioso. Que nos muestra la astucia de un personaje que ya me gustaba y que ahora me fascina aún más. Que nos permite volver a un mundo alucinante, y ver cómo las pequeñas acciones pueden cambiar unas vidas para bien. Un libro al que acompañan unas ilustraciones preciosas de Nate Taylor y que cuenta con la excelente traducción de Gemma Rovira (a quien debemos que Rothfuss sea tan popular en español). Si como a mí les gusta el estilo del autor, no se pueden perder esta novela corta.
¿Han leído El estrecho sendero entre deseos? ¿Les llama la atención?
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