In the Nevernever: Yumi y el pintor de pesadillas, de Brandon Sanderson

Yumi y el pintor de pesadillas, de Brandon Sanderson

07 septiembre 2023

 


Ya sabemos todos que el 2023 está siendo el año de Brandon Sanderson. En el tiempo que tuvo libre durante la pandemia (sin asistir a charlas o a convenciones presenciales) el autor de Nebraska escribió cuatro historias de las que nadie sabía nada y este año se han ido publicando todas. Por eso hoy quiero hablarles de la tercera de esas novelas secretas: Yumi y el pintor de pesadillas. Un libro adictivo y precioso en el que dos solitarios de mundos muy diferentes terminan unidos para cumplir una misión que en un primer momento no logran comprender. Una novela independiente ambientada en el Cosmere y que nos llega con la maravillosa traducción de Manu Viciano.

«Eso era lo típico. Desayuno ritual. Baño ritual. Vestimenta ritual. Plegarias rituales. Y más. Yumi era una de las elegidas, las señaladas al nacer, quienes poseían de influir en los haijo, los espíritus. Era un gran honor entre su pueblo. Y jamás permitían que Yumi lo olvidara».

Dividido en cuatro partes el libro nos cuenta la historia de Yumi y de Pintor, dos jóvenes de diecinueve años que viven vidas muy diferentes en cada uno de sus mundos. Pintor, que en realidad se llama Nikaro es un pintor de pesadillas que reside en una ciudad llena de tecnología y en la que siempre es de noche. Todo su planeta se encuentra sepultado por una oscuridad densa a la que ellos llaman Mortaja, y solo las ciudades son lugares seguros para vivir. Las urbes son reductos circulares en los que las líneas de hion (una extraña tecnología que nadie parece comprender realmente) se encargan de mantener alejada esa oscuridad. 

Sin embargo, de la Mortaja se desprenden regularmente pedazos de oscuridad que toman conciencia y se alimentan de los malos sueños de los habitantes, de sus emociones fuertes, de su miedo. Por ello es tan importante el trabajo de Pintor y de sus compañeros, aunque no sea muy bien pagado. Son los pintores de pesadillas los que se encargan de capturar esas pesadillas vivientes que emergen de la Mortaja mediante cuadros pintados con tinta. Y aunque nadie duda de lo importante de su labor, nuestro protagonista no está muy seguro de que realmente lo que hace individualmente tenga algún valor. Es un joven que duda de su talento. Un solitario que a diferencia de sus compañeros no hace sus rondas nocturnas acompañado por un grupo o en pareja. Alguien que aparentemente disfruta de esa soledad autoimpuesta, pero que quizás lo que realmente desea es encajar.

«Las pesadillas, como muchos depredadores que se alimentan de mentes, eran capaces de sentir los pensamientos y las emociones. Buscaban las más poderosas, las más crudas para devorarlas».

Por su parte Yumi es la elegida, la yoki-haijo, una de las pocas personas capaces de controlar a los espíritus primordiales que pueblan su planeta. Una joven que dedica toda su existencia a servir a su pueblo. Que vive realizando estrictos rituales a fin de no ofender a los espíritus a los que debe convocar. Una chica que sabe que su don para dar órdenes a esos espíritus es un gran privilegio, pero que le gustaría quizás tener un poco más de libertad. Todo en su vida es un ritual: desde el desayuno que no puede comer sola, sino que le es dado por sus dos asistentes, hasta el baño que debe tomar cada día antes de sus largas oraciones. Sin contar con la meditación o su ropa, también ceremonial.

La existencia de Yumi es una vida de servicio en la que siempre se mantiene apartada de los demás. Dada su posición, no puede ni hablar con esas asistentes que la acompañan cada día. Además, su estricta guardiana Liyun, se encarga de recordarle constantemente que debe comportarse como la perfecta yoki-haijo, pues todos en el Reino de Torin dependen de que ella viaje de pueblo en pueblo, llame y convenza a los espíritus con el objetivo de que ayuden a sus habitantes. En ese reino el suelo está demasiado caliente, y las casas, los vehículos, los árboles, los cultivos e incluso las flores flotan en el aire, y necesitan de los artilugios que crean los espíritus con el fin de poder sobrevivir.

«Los espíritus dependían de ella. Yumi tenía mucho miedo de fallarles».

Las solitarias vidas de Yumi y de Pintor de manera repentina se verán entrelazadas. Después de que un espíritu le pide a la yoki-haijo que los liberé, Pintor se verá transportado al mundo de Yumi, y aunque la joven lo ve con su aspecto real (a pesar de que está usando la ropa de la chica), todos en su mundo ven al joven con el cuerpo de Yumi y a ella no la ven en absoluto. Mientras él está allí, la chica es una especie de fantasma inmaterial que no puede interactuar con las cosas que la rodean. Por si la situación no fuese complicada, cuando duermen, viajan al mundo de él y es el turno de Pintor de no tener cuerpo y es Yumi la que se vuelve real. Juntos deberán desentrañar cómo ayudar a los espíritus y descubrir por qué necesitan su ayuda en primer lugar.

Ese intercambio de cuerpos y vidas nos dará la oportunidad de descubrir más de esos adorables y tozudos protagonistas. De sus mundos, de sus rutinas, de sus sueños y anhelos. De cómo les afectan a ambos las presiones externas y las que ellos mismos se imponen, al igual que las expectativas. Además, deberán enseñarle al otro la forma de cumplir con su trabajo, de manera que Pintor tiene que instruirse el incomprensible arte de Yumi: apilar piedras. Mientras ella deberá seguir las instrucciones del joven con el fin de aprender a capturar con tinta a las pesadillas, algo que él logra pintando bambú. Quizás al comprender sus profesiones los llevará a entenderse mejor, porque es evidente que al ser tan diferentes y vivir en sociedades tan opuestas, llegar a establecer acuerdos puede ser un verdadero desafío.

«El arte es creación. Creación humana».

Además de dos escenarios alucinantes y una historia adictiva, el libro tiene una reflexiones preciosas sobre el arte y su significado que son para enmarcar. En este momento en el que la incursión de las inteligencias artificiales en los campos artísticos como la ilustración o la escritura parece cada vez mayor, Sanderson hace un alegato a la importancia del arte radica en que es una creación humana, y no puede ser reemplazada por ninguna máquina. Ya que lo que importa y le otorga valor son las emociones que hay detrás y lo que nos hacen sentir. El libro además cuenta con las increíbles ilustraciones de Aliya Chen y si ya me parecían alucinantes las creaciones que acompañaban a las dos novelas secretas anteriores, las de este volumen se volvieron mis favoritas.

Pinturas, pesadillas, hion, espíritus, soledad, sacrificios, amistad, amor… Yumi y el pintor de pesadillas, de Brandon Sanderson es una novela adictiva y conmovedora que nos presenta unos protagonistas a los que es imposible no tomarles cariño. El libro nos lleva a dos mundos fascinantes y llenos de detalles que les volarán la cabeza (inspirado uno en el Japón moderno y el otro en la Corea antigua) que vale la pena explorar y descubrir. Una historia que tiene unos toques de humor que me encantaron y no solo por su particular narrador (amé la inclusión de las adictivas series de TV, perdón series de hion). Además de las reflexiones del autor sobre el arte, los sacrificios y la oportunidad de luchar no solo por otros, sino por nuestra propia felicidad. Quedé enamorada de Yumi y de Pintor, y puede que les pase lo mismo si le dan una oportunidad. Solo nos queda la última novela secreta por publicar, no puedo esperar a ver con qué historia nos sorprende Sanderson en ese nuevo libro.

¿Han leído Yumi y el pintor de pesadillas? ¿Les llama la atención?

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