Firefight, de Brandon Sanderson

Hay pocos autores en el panorama actual que sean tan prolíficos como Brandon Sanderson, hace un par de años me conquistó con el inicio de su trilogía Nacidos de la Bruma y el año pasado me terminó de enamorar con Elantris y El aliento de los dioses, para luego hacer lo mismo con sus novelas enfocadas al público más juvenil El Rithmatista y Steelheart. Por todo esto la publicación de Firefight, la segunda parte de la trilogía The Reckoners era uno de los libros que más esperaba este 2016 y les aseguro que ha superado todas mis expectativas.

“Me llamo David Charleston.

Mato a personas con superpoderes”.

Si aún no han leído Steelheart paren de leer esta reseña porque contendrá spoilers de la primera parte, corran a su librería más cercana y adéntrense a esta particular historia de Épicos, humanos que tras la llegada de Calamity al cielo poseen poderes extraordinarios, pero que lejos de usarlos para hacer el bien los utilizan para sembrar el caos y la destrucción entre la población general, y son las personas sin poderes quienes deben defender y luchar por su propia liberación aunque tengan todo en contra.

Terminadas las presentaciones, hablemos ahora de Firefight. Han pasado casi trece años desde que asomó Calamity al cielo y gracias a su extraño resplandor rojizo y la aparición de los Épicos y sus poderes, el mundo vive bajo sus reinados de terror. Pero eso ya no es verdad en Chicago Nova, David ayudado por los Reckoners, ha cumplido con su venganza y ha matado a uno de los épicos más poderosos, al que todos creen invencible: Steelheart. La ciudad ahora está aprendiendo a vivir sin su férreo control, a no tener miedo, pero el proceso de adaptación será lento. Ver de nuevo el sol es un cambio drástico, no tener que vivir en los túneles que recorren la cuidad de metal es otro.

La amenaza de épicos que acuden a Chicago Nova buscando matar a David, ahora apodado Steelslayer, les hacen plantearse por primera vez abandonar la recién liberada urbe para dirigirse a Babilar, la cuidad regida por la épica Regalia, ubicada en los restos de lo que antes era Nueva York y que parece ser el origen de los nuevos ataques.

David tiene sus propios motivos para querer visitar Babilar, allí se encuentra Megan y aunque todos aseguren que ahora ella no es más que otro de esos épicos malvados a los que se debe destruir, él se niega a aceptarlo y pretende demostrar que ellos son los que están equivocados. Aunque todo empezó como una venganza personal por la muerte de su padre, David está convencido que deben haber épicos buenos y que son ellos los que los ayudarán a marcar la diferencia en esta guerra tan desigual.

Repleto de acción, y con un escenario totalmente nuevo por explorar, un verdadero enigma, conoceremos un Nueva York sumergido en el agua, gobernado por una poderosa épica que puede controlar las mareas o usar el agua para ver todo lo que sucede en la ciudad, extraños árboles que pueblan los antiguos rascacielos y dan frutos que brillan en la oscuridad, la imaginación de Sanderson no tienen límites y nos hará disfrutar desde la primera página.

“Era estresante bailar… pero sabía tratar con semidioses asesinos”.

David es un personaje entrañable, me he reído a carcajadas con su lastimosos intentos de metáforas o símiles, que por momentos son atroces y en otros intentos nos hacen suspirar, porque nunca ser una patata representó algo tan bueno, en fin, es simplemente maravilloso. Nos reencontraremos de nuevo con Tia y el Profesor, viéndolo luchar contra sus habilidades, pero también conoceremos a los miembros de un nuevo equipo de Reckoners: a la despreocupada y alegre Mizzy, al extraño y gigantesco Exel y a la poco comunicativa Val.

Además libro nos trae una sorpresa, incluye Mitosis, un relato que se sitúa tras el final de Steelheart y que aunque por pedido del propio Sanderson se encuentra al final del libro, es recomendable leerlo antes de empezar Firefight, pues nos narra el enfrentamiento con uno de los primeros épicos que viaja a Chicago Nova, tras la derrota de Steelheart; y es maravillosamente asombroso.

Repleto de misterios, con una ambientación impresionante y un ritmo frenético que te hacer leer página tras página porque nunca tienes suficiente de los reckoners y su lucha contra los épicos, Firefight es una lectura adictiva, donde Brandon Sanderson no para de sorprendernos, porque incluso cuando creemos que sabemos qué va a pasar a continuación, termina dejándote más y más perplejo. Esperar por Calamity será una tortura, pero valdrá la pena, yo necesito más y seguro que luego de leerlo ustedes también.

Pueden leer dos de mis frases favoritas aquí.

¿Han leído Firefight? ¿Les llama la atención?