Reseña: El aliento de los dioses

Autor: Brandon Sanderson.
Título: El aliento de los dioses.
Traducción: Rafael Marín.
Editorial: Ediciones B.
ISBN: 9788466646239.
Páginas: 188.
Precio: 21,00 €

Sinopsis:

Hace años, el monarca de Idris firmó un tratado con el reino de Hallandren según el cual el rey Dedelin enviaría a su hija mayor, Vivenna, para casarse con Susebron, el rey-dios de Hallandren. Vivenna ha sido adiestrada durante toda su vida para ser una novia adecuada para Susebron y así cumplir con su deber y ayudar a forjar una paz estable entre los dos reinos. Ése era el plan hasta que el monarca de Idris envía a su hija Siri, desobediente e independiente, en lugar de Vivenna. 

Mientras intenta encontrar su lugar en la corte de Susebron, Siri descubre la verdad oculta sobre el rey-dios. 

En Idris, su hermana Vivenna se siente preocupada y teme que Siri no esté preparada para esa nueva vida, por lo que decide viajar a Hallandren. Allí se reúne con la gente de Idris que trabaja en la capital, T'Telir, y comienza una nueva vida de espionaje y sabotaje. El plan de Vivenna es rescatar a Siri, aunque tal vez ni necesite ni desee ser salvada.

Opinión personal:

¿Cuándo fue la última vez que se sintieron tristes al terminar un libro? Pero no afligidos por el final, sino por separarte de personajes a los que has tomado cariño y de los cuales quieres seguir leyendo. Esto me ha pasado tras finalizar El aliento de los dioses del siempre sorprendente Brandon Sanderson, una historia fascinante sobre el conflicto entre dos reinos que me encantó y atrapó, del tipo de novelas que no quería que se acabase. 

«Es curioso cuántas cosas empiezan conmigo siendo arrojado a la cárcel», pensó Vasher.

Así arranca el prólogo con el que el autor de Nebraska nos presenta a Vasher, un hombre que acaba de ser apresado por la guardia de T’Telir, la capital de Hallandren, un reino gobernado por un Rey Dios. Es a través de Vasher que conoceremos los principios básicos del aliento biocromático, el sistema de magia que Sanderson creó para este libro.

Si hay algo que caracteriza la obra de Brandon es su uso de la magia, su capacidad para crear un sistema con reglas tan precisas como lógicas, que rigen el funcionamiento de ésta, para que no sea solo un elemento que se pueda usar arbitrariamente, sino que todo esté justificado; para cada acción hay una reacción y en este libro se necesita cierto número de alientos para lograr despertar objetos inanimados y todo se establece de antemano.

Vasher es un despertador, posee una espada muy peculiar llamada Sangre Nocturna y también tiene los suficientes alientos dentro de su cuerpo como para despertar objetos inanimados, como cuerdas o telas. En este mundo cada persona posee un aliento, que permiten entre otras cosas, ver los verdaderos colores de las cosas, y estos no pueden ser obtenidos a la fuerza, sino que deben ser entregados, pues una vez que das tu aliento te conviertes en un apagado, una persona que puede llevar una vida normal, pero en lugares como Idris esto se considera una aberración, pues para ellos el aliento representa el alma.

 "Para despertar, necesitaría tres cosas: aliento, color y orden".

Precisamente en Idris vive el rey Dedelin, un monarca que ha mantenido la frágil paz con sus vecinos al firmar un tratado para que su hija mayor Vivenna sea la esposa de Susebron el rey-dios de Hallandren. Pero ante el temor de que la guerra sea inevitable decide enviar a su hija menor Siri para cumplir con el acuerdo.

Siri nunca fue preparada como su hermana para vivir en la corte de retornados y del rey-dios. Es independiente, desobediente y muy obstinada, todo lo contrario a su prudente y serena hermana. Así que Vivena, se ve impulsada a seguir a su hermana a T’Telir, para tratar de salvarla y para ello, busca ayuda de los idrianos en Hallandren, lo que la conduce a trabajar con un grupo de mercenarios muy peculiar.

El contraste entre los reinos enfrentados es notable, la capital de Idris es una ciudad sin color porque así tratan de evitar a los despertadores, allí creen en Austre, llamado el Dios de los Colores, una deidad única que, a diferencia de los dioses retornados de Hallandren que conviven entre sus ciudadanos, nadie ha visto. 

Podremos conocer en profundidad a uno de esos dioses retornados. Sondeluz, el dios de la audacia y valentía es otro de nuestros narradores. Reciben su nombre de retornados porque regresan al mundo de los vivos, si tuvieron una muerte ejemplar, y no pueden recordar nada de su vida anterior. La Corte de los Dioses está formada por veinticinco deidades que necesitan de un aliento cada semana para poder seguir siendo inmortales, por eso en Idris se los considera aberraciones.

"Cada hombre es el héroe de su propia historia".

Sondeluz es un dios de lo más particular, es cínico, odia la política y se cuestiona siempre su propia divinidad, no puede creer que el hecho de regresar de la muerte lo convierta en un dios, así que duda de su propia religión y todos esos contrastes  me encantan. Es uno de los personajes con el que más me he reído en muchísimo tiempo. 

Los objetos no son las únicas cosas que la biocroma puede darle vida, pues Halldrem posee un ejército de Sinvidas, muertos que con aliento vuelven a la vida para seguir órdenes, el arma perfecta, ya que a diferencia de las tropas normales no necesitan ni comer, ni beber, ni descansar. 

¿Quién tiene la razón? Hallandren esconde muchos secretos que junto a Siri en el palacio y Viviena en la ciudad, iremos descubriendo lentamente. No faltarán traiciones inesperadas y giros de trama que te dejen perplejo, con una narración sencilla Sanderson logra transportarnos a la urbe de los dioses, conocer su historia, temer la guerra, elegir bandos y luego cambiar de parecer.

Intrigas políticas, religiones, costumbres y creencias enfrentadas y muchos más secretos de los que cualquiera puede imaginar podrán encontrar en El aliento de los dioses, ya que es una novela fantástica de las que se disfruta desde la primera página y que no para de sorprenderte y además tiene unos personajes a los que es muy fácil tomarle cariño. Creo que es una de mis novelas de Sanderson favoritas. Si aún no han leído nada del autor es un buen libro para dejarse conquistar, o si ya son fans, una historia única para reencontrarse con él.

Pueden leer una de mis frases favoritas del libro aquí.