Media guerra, de Joe Abercrombie.

Terminar una trilogía siempre me deja una sensación agridulce. Por un lado, ansiaba descubrir el destino de los personajes que conocimos y amamos en Medio Rey y luego en Medio Mundo; pero por otra parte, me dio tristeza saber que éste era mi última visita al Mar Quebrado, pues el universo de inspiración vikinga que creó Joe Abercrombie para esta trilogía, es tan espectacular como sus pobladores. Media Guerra es un digno final para este viaje, pero como no podía ser de otro modo tratándose del maestro del Grimdark, no es un simple «y vivieron feliz para siempre».

“Como sucede a menudo con los hombres, al final habían demostrado ser más feroces hablando que luchando”.

Para esta entrega, Abercombie siguiendo el método que aplicó con sus predecesoras, nos presenta a unos nuevos protagonistas, tres para ser exactos. Si en Medio rey nuestro narrador era Yarvi, y en Medio Mundo fue el turno de Espina Bathu y Brand. Aquí conoceremos a una princesa, a un aprendiz de clérigo y a un guerrero. Tres voces únicas, tres perspectivas diferentes de la inevitable guerra que se extiende a lo largo del Mar Quebrado.

Nuestra primera protagonista es la princesa Skara, la heredera del trono de Trovelandia, un reino aliado del Padre Yarvi en su lucha contra el Alto Rey. Una joven de diecisiete años, a la que la guerra toca la puerta y que ve totalmente trasformada su vida de la noche a la mañana. Una chica que deberá aparentar mucha más fuerza de la que realmente siente para luchar por su pueblo.

“Solo media guerra se libra con espadas”.

El segundo narrador es Koll, el aprendiz del Padre Yarvi, el mismo que conocimos como un niño esclavo en Medio Rey y luego como un joven inquieto que acompañó a Espina y Brand en su viaje al Imperio del Sur y que ahora se está preparando para ser el mejor hombre que pueda llegar a ser, aunque él no tenga muy claro si a ese camino lo llevará ser clérigo, o el amor.

“Las palabras adecuadas podían resolver la mayoría de los problemas, pero Koll sabía que el acero afilado era una muy buena herramienta para afrontar los demás”.

Raith es nuestro tercer protagonista, un joven guerrero de Vansterlandia, el porta espadas del temido Grom-Gil-Gorm. Ansioso de lucha y sangre, es un “perro” criado con mano dura para la batalla, un chico que siempre es el primero en atacar. Un verdadero hijo de la Madre Guerra, preocupado por ser el hermano fuerte, pues su gemelo Rakki no es tan hábil como él. 

“En las miradas de furia, de dolor o de odio se podía confiar. Una sonrisa podía esconder cualquier cosa”.

Dividido como los libros anteriores en cuatro partes, veremos cómo al principio la inestable alianza entre Getlandia, Vansterlandia y Trovenlandia trata de hacer frente a un grupo de asesinos enviados por la abuela Wenxen y comandado por un sanguinario guerrero llamado Yilling el Radiante, para luego enfrentarse al mayor ejército reunido jamás. Para sobrevivir hará falta mucho ingenio, grandes dosis de astucia, muchas palabras, fingir valor aunque no se sienta, sobrevivir a las conspiraciones y arriesgar absolutamente todo viajando a lugares inesperados.

“La libertad no sirve de nada a los muertos. El orgullo sirve de bien poco hasta a los vivos”.

Como siempre uno de los puntos fuertes del libro son los personajes, tanto los nuevos, para conocer su pasado y sus motivaciones, como también el reencontrase con los viejos amigos y sufrir por las decisiones que toman, desconocerlos por momentos, llorar por su destino, porque Joe es cruel, muy cruel, y es probable que pasen una parte del libro con un nudo en la garganta, y que alguna lágrima se escape por el camino.

Otra de las cosas destacables son los diálogos, es increíble la cantidad de frases estupendas que tiene este libro, se nota que todas y cada una fue escogida con mimo y que la traducción de Manu Viciano ha sabido destacar, creando una experiencia lectora increíble desde el primer libro hasta el último. También las descripciones de Abercrombie son excepcionales, la forma en que nos habla de cosas conocidas pero de una manera en la que parece algo totalmente nuevo, algo mucho más asombroso, casi mágico (sino pregúntenles a los elfos)

“Las palabras son armas. Deben manejarse con el debido cuidado”.

Es un final maravilloso, duro, con una buena dosis de crueldad y realidad, pues Abercrombie no nos disfraza la guerra ni sus verdaderos efectos, las consecuencias de la venganza, lo que se esconde tras las ansias de poder y los resultados de buscar el mal menor. Es un libro simplemente fabuloso, que esconde unos giros argumentales sorprendentes y con un ritmo que impide parar de leer, pues siempre necesitas un capítulo más. Yo podría hablarles de las muchas razones que hacen de Joe Abercrombie uno de mis autores favoritos, pero de nuevo los invito a que visiten ustedes mismos el Mar Quebrado y descubran a un creador de historias sin igual, a unos personajes a los que sentirán como amigos, con los que se enamorarán, sufrirán e intentarán que sobrevivir. Puede que Media Guerra los deje devastados, pero es que sólo los buenos libros logran realmente emocionarnos. 

¿Han leído Media Guerra? ¿Les llama la atención?