Uno de mis hijos, de Anna Katharine Green

Que Anna Katharine Green sea considerada la madre de las novelas de detectives, es algo que ya les conté cuando reseñé El misterio de Gramercy Park, una novela que disfruté muchísimo. Por tanto, leer otra de sus historias es un verdadero placer. Hoy les vengo a hablar de una de las últimas maravillas publicadas por la editorial dÉpoca, Uno de mis hijos.

“Caminaba a paso rápido por la avenida en una cruda tarde de otoño cuando, en algún lugar cercano a la esquina de la calle Cincuenta****, me vi obligado a detenerme repentinamente ante el sonido de la voz de una niña”.

Así da inicio la aventura que llevará a nuestro narrador, Arthur Outhwaite un joven abogado neoyorquino, al ser el único testigo de la misteriosa muerte del acaudalado financiero Archibald Gillespie. Antes de morir, el hombre mandó a su nieta a la calle en busca ayuda, y ésta llegó de la mano de Arthur, quien al encontrarse ante lo que evidentemente era un hombre mayor, minutos antes de su muerte, se apresura a tratar de socorrerlo.

Justo antes de morir el Sr. Gillespie se las arregla para darle a Arthur un papel que el debe introducir en un sobre y entregar únicamente a una persona y nadie más, pero lamentablemente no dio tiempo para que le permitiese aclarar quién era el destinatario. Así que, nuestro abogado tiene que cumplir el deseo de un moribundo sin saber muy bien cómo llevarlo a cabo.

Esta importante misión no hace sino complicarse cuando al poco tiempo un doctor certifica que la muerte no fue algo natural, que se usó un veneno para acabar con la vida del patriarca de la familia Gillespie, y que son precisamente sus tres hijos George, Alfred y Leighton, los principales sospechosos.

“¡Los prejuicios son igual de malos que el verdugo!”

¿Qué llevó al Sr. Gillespie a pedir ayuda a un extraño? ¿Qué motivo podrían hacer que un padre temiese de sus propios hijos? ¿Puede la encantadora Hope, la pupila del viejo Gillespie, estar relacionada con su envenenamiento? ¿Es la rivalidad entre los hermanos, por el afecto de Hope, el desencadénate de toda esta tragedia? ¿Qué oculta el pasado de los despilfarradores hijos? Todas estas preguntas y muchísimas más se despertarán a lo largo de la lectura.

No serán poco los misterios que tendremos que revolver para poder esclarecer qué realmente ocurrió, pues Anna Katharine Green tiene una gran maestría a la hora de narrar y logra hacernos dudar constantemente de todo y de todos, sin que se pierda en ningún momento la intriga. Es verdad que me hizo falta un poco del humor y la tenacidad de la señorita Butterworth en El misterio de Gramercy Park, que como narradora me parece mucho más atractiva que Arthur Outhwaite, quien a veces peca un poco de condescendiente en su trato con Hope, pero sin que esto impida disfrutar de la novela.

Las ediciones de la editorial dÉpoca son verdaderas joyas, con un interesante prólogo de Juan Mari Barasorda, donde nos habla sobre el origen de las novelas de detectives, y también de cómo Anna Katharine Green fue la primera escritora que creó una novela policial de trama compleja y donde la figura del detective era el auténtico hilo conductor, además de relatarnos la aparición de la figura del detective en la literatura victoriana. Al mismo tiempo de la excelente traducción de Rosa Sahuquillo Moreno y las ilustraciones originales Louis Betts hacen que leer a Green en español sea todo un placer.

Si están buscando leer una novela que los mantenga enganchado a sus páginas, que aunque escrita hace más de cien años posee los elementos que podemos encontrar en cualquier novela policíaca moderna, que atrapa y nos permite ver de dónde han surgido parte de los mitos relacionados con la novelas de detectives, Uno de mis hijos es una opción ideal. Mi recomendación es que se sumerjan por las calles de Nueva York de principios del siglo XX y descubran el misterio, dejándose sorprender.

¿Han leído Uno de mis hijos? ¿Les llama la atención?

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