La vegetariana, de Han Kang

Hay historias en las que no puedes parar de pensar, que te impactan, te fascinan y horrorizan a partes iguales. Hoy quiero hablarles de un libro que logra todo esto y más, pues La vegetariana de Han Kang, obra ganadora del prestigioso premio Man Booker Internacional en el año 2016, es una de esas novelas que dejan huella.

“Antes de que mi mujer se hiciera vegetariana, nunca pensé que fuera una persona especial”

Con estas demoledoras palabras empezaremos a conocer la historia de Yeonghye, una mujer que tras sufrir una pesadilla decide no volver a comer carne, pero aunque ella es la protagonista nosotros no oiremos su voz. Serán tres personas de su entorno los encargados de narrarnos los hechos desde sus propias perspectivas. Solo podremos oír la voz de Yeonghye en contadas ocasiones, cuando nos narra sus pesadillas o expresa en voz alta su decisión de no volver a comer carne.

El primero de nuestros narradores es su esposo, un hombre acomplejado que asegura que se casó con ella por ser una mujer anodina, sin ningún atractivo especial pero tampoco ningún defecto en particular, según sus palabras ella “tenía el aspecto de ser la mujer más corriente del mundo” y como él no buscaba amor en el matrimonio (creo que es incapaz de sentirlo) sino que aspiraba una vida tranquila, lo que buscó no fue una compañera sino una mujer servicial, que desempeñase el papel de empleada doméstica sin paga, que le cocinase y realizase las tareas del hogar mientras él salía a trabajar.

El día que Yeonghye decide no comer carne tras sufrir una horrible pesadilla, su marido es incapaz de comprender sus motivos, y ya que no busca entenderla ni se preocupa por ella y su bienestar, veremos cómo se queja sobre los efectos que produce en su vida la decisión de su mujer. Para él, que Yeonghye decidiese no comer carne es un signo de locura, así se encarga de hacérselo saber a la familia de su esposa y empiezan las presiones para obligarla a entrar en razón, primero en forma de amenazas que luego escalan y llegan a generar diferentes tipos de violencia. 

“Si no comes carne, todo el mundo te devorará”

Para su marido, Yeonghye es poco más que un objeto, tanto es así que tardamos casi cincuenta páginas en conocer su nombre, él es incapaz de sentir empatía y juzga la vida de ella en función de cómo afectan sus decisiones a sus propias rutinas, a su trabajo, a su comodidad. Es el tipo de narrador al que odias por insensible y despreciable, pero tristemente no será el único que abuse de ella. 

El segundo narrador es su cuñado, el esposo de su hermana mayor. Un artista que se obsesiona con la idea de usar a Yeonghye en una de sus obras, que nunca había reparado en su cuñada, que la miraba con compasión al notar que perdía cada vez más y más peso por su decisión de no comer carne y por las pesadillas que no la dejaban dormir, pero que tampoco muestra un atisbo de comprensión.

Puede que la parte narrada por él termine siendo incluso más despreciable que la que nos cuenta su esposo, porque con el marido sabemos de entrada que es un patán insensible, pero el artista se escuda tras buenas intenciones para tomar ventaja de una mujer que está completamente sola, aislada de todos, porque no son solo incapaces de entenderla sino porque ni si quiera se molestan en tratar de hacerlo.

Por último, será la propia hermana mayor de Yeonghye la que nos cuente la historia, y aquí vemos cómo pasamos de la incomprensión total, sintiendo que su hermana es una egoísta por cómo ha cambiado la vida de todos por su obstinación, hasta llegar a sentir culpa al saber que posiblemente de haber actuado antes, quizás defendiéndola de las palizas de su padre cuando eran niñas, o aconsejándola no casarse con un hombre tan frío, hubiese podido evitar una situación donde la vida de su hermana peligra. Una comprensión que llega cuando se da cuenta que podría ser ella la que estuviese en los zapatos de Yeonghye.

“Es por los sueños.

-¿Los sueños? –repitió él.

-¿Qué sueñas?

-Caras.

-¿Caras?

-Ya te he dicho que no lo entenderías”

Es una novela muy dura de leer, en la que avanzas porque necesitas saber cuál será del destino de Yeonghye y en la que sufres porque los que la rodean no solo son incapaces de ayudar, sino porque ni se molestan en tratar de intentarlo, olvidándose de su individualidad, juzgándola y condenándola por no seguir las normas, por ser diferente.

Me sorprendió muchísimo que el libro no solo incluyese un prólogo de Gabi Martínez para hablarnos del contexto social de la novela y cómo fue duramente despreciada por los críticos en Corea del Sur al ser publicada originalmente, también contiene al final una entrevista muy interesante con Han Kang donde nos explica que al rechazar la carne, su protagonista rechaza la violencia del ser humano. Pero no solo eso, también contaremos con un apartado en el que Sunme Yoon nos narra su experiencia al traducir La Vegetariana del coreano al español, un trabajo a todas luces excelente. Todos estos añadidos hacen de la novela algo aún más especial.

Solo me queda recomendarles que busquen La vegetariana, y le den una oportunidad a Han Kang para que nos relate una historia dura y desgarradora, sumamente adictiva, que por momentos es incómoda de leer, pero que no para de sorprendernos. No es una lectura para todo el mundo, pero sí que es del tipo de novela que ya luego no te puedes olvidar. Es lo primero que leo de la editorial :Rata_ pero si tratan a todos sus libros con el mismo mino que he visto en esta edición, con seguridad no será lo último. 

¿Han leído La vegetariana? ¿Les llama la atención?