Hyperion, de Dan Simmons.

Si en algún momento han buscado en Google cuáles son los mejores libros de ciencia ficción de todos los tiempos o cualquier lista similar, hay un título que resalta en casi todos los lugares y no es otro que Hyperion. La famosa y galardonada saga de Dan Simmons Los cantos de Hyperion, inicia con este libro y solo les puedo adelantar que es tan espectacular como todo el mundo afirma, o quizás lo es incluso más. 

“En el balcón de su negra nave espacial, el cónsul de Hegemonía tocaba el Preludio en do menor de Rjmanivov en un antiguo pero inmaculado Steinway, mientras grandes y verdes saurios bramaban en los pantanos”.

Así inicia la novela, con un cónsul que recibe la noticia de que junto a otras seis personas debe viajar al lejano mundo de Hyperion, un planeta más allá de la Red de la Hegemonía, el sistema que ha utilizado el hombre para poblar y habitar cientos de mundos a lo largo de la galaxia. Allí mora una letal criatura llamada Alcaudón y que es conocida por los seguidores de su culto como el Señor del Dolor. 

Los peregrinos escogidos por la Iglesia del Alcaudón y confirmados por las autoridades humanas que junto a las Inteligencias Artificiales gobiernan la Hegemonía, deben realizar el que podría ser el último peregrinaje a Las Tumbas de Tiempo, el hogar y prisión de la terrible criatura, mientras estuviesen cerradas. Lugar que ahora se ve amenazado por una inminente guerra con los éxters, los principales enemigos de la Hegemonía del Hombre, que podrían usar este planeta para luego sembrar el caos en la hasta ahora, segura Red de Mundos o apoderarse de los secretos de las misteriosas Tumbas para usarlos en su contra. 

“Es esencial que se descubran los secretos de las Tumbas de Tiempo y del Alcaudón. Esta peregrinación puede ser nuestra última oportunidad”

En la nave arbórea Yggdrasill (sí, como el árbol de la vida de la mitología nórdica) se encuentran por primera vez los siete compañeros de viaje: el padre católico Lenar Hoyt, el coronel Fedmahn Kassad, el poeta Martin Silenus, el erudito Sol Weintraub que viaja acompañado de su hija Rachel, una bebé que siempre está acunada en su brazos. El cónsul, la detective Brawne Lamia la única mujer adulta en la misión y el capitán de la nave Het Masteen, completan los peregrinos.

Mientras el grupo realiza su viaje a Las Tumbas de Tiempo, iremos conociendo su pasado y sus oscuros secretos, a la vez que descubrimos todos los entresijos del rico y complejo universo creado por Dan Simmons para tan impactante novela. Pues iremos descubriendo no solo el pasado de Hyperión, el planeta de destino, sino también el mismo origen de la Hegemonía y el final de la Vieja Tierra.

“Hyperion es el mundo de un poeta pero está despojado de poesía”.

Repleto de todo tipo de referencias literarias, la más directa a Hyperion el poema inconcluso de John Keats. A lo largo de la novela descubriremos cosas como el planeta Nevermore, con un mar llamado Edgar Allan, o otras más sutiles como que el apellido de la detective es Lamia, el título de otro de los poemas de Keats, quien durante una investigación al ver un montón de sangre la prueba para cerciorarse de que realmente lo es, como si de la mitológica criatura (una especie de vampiresa) de la que toma nombre se tratase, simplemente maravilloso. 

“El Alcaudón está en marcha. Es como una plaga”.

Ya sea la historia de los primitivos Bikura, los cruciformes y las penurias del padre Duré, los misterios de los mundos laberintos, la búsqueda de la mujer de su vida, la Guerra de Bressia, el funcionamiento de las Inteligencias Artificiales que desde hace años son independientes de los humanos, la destrucción de la Vieja Tierra, la fundación de la Cuidad de los Poetas, el posible origen del Alcaudón, la Revolución de Sirri, el descubrimiento de un complot para matar a una IA, la historia de un hombre paciente y una venganza, todos y cada uno de los relatos de los peregrinos son maravillosos, a niveles indescriptibles.

Pero si me tengo que quedar con una historia, elegiré la de Sol Weintraub, en apariencia el hombre con la vida más tranquila. Un académico su sufre la más compleja de la perdidas. Puedo afirmar que me había creado un par de teorías sobre su inclusión en la peregrinación, pero la verdad resultó incluso más dolorosa y compleja.

Terminé de leer el libro y ya había comprado la segunda parte y además un libro con los poemas de John Keats, así que no puedo esperar a viajar de nuevo a Hyperion, porque además tiene el tipo de final que te deja con ansias de más. Me leí sus casi 650 páginas en tres días, así que cuando les digo que es una historia adictiva no estoy exagerando.

No puedo sino dar las gracias a Nova por sacar a la venta estas ediciones tan cuidadas de una novela como Hyperion, un libro que disfrutarán tanto si son lectores de ciencia ficción, como si les gustan las buenas historias. Mi recomendación es que busquen el libro, dejen los prejuicios que indican que los clásicos no pueden ser libros divertidos de leer y déjense conquistar por los misterios de Hyperion, puede que contra toda lógica ansíen encontrarse con el temible Alcaudón.

¿Han leído Hyperion? ¿Les llama la atención?