La Ciudad Justa, de Jo Walton

 

¿Alguna vez se han preguntado cómo sería llevar a la realidad la República de Platón? ¿Qué ocurriría si Atenea y Apolo se dedicasen a poner en práctica la ciudad ideada por el filósofo griego? ¿Qué pasaría si personas ilustres de todas las épocas fuesen reunidas para poner en marcha esa urbe ideal con los muchos retos que implicaría? Pero ¿qué es la justicia y cómo se crea una ciudad justa? ¿Será el experimento de los dioses un éxito o un fracaso? Para terminar con las reseñas de mí #LeoAutorasOct de 2021 hoy quiero hablarles de La Ciudad Justa, de Jo Walton. Una novela maravillosa llena de filosofía, dioses griegos, arte y robots.

«En la República de Platón, como nunca en toda la historia, mi sexo no habría supuesto un impedimento. Podría haber sido igual que cualquiera. Podría haberme formado con libertad y aprendido filosofía. Deseaba con todas mis fuerzas que existiese y haber nacido en ella».

A través de tres narradores principales iremos descubriendo cómo lo que empieza siendo un experimento de Atenea y Apolo que busca convertir la República de Platón en una realidad, cobra vida para transformarse en la Ciudad Justa. Así, conoceremos primero a Apolo, el dios del sol y de la luz, el patrón de la inspiración, la creatividad, la poesía y la música. Un dios despreocupado que un día decide transformarse en un hombre para tratar de entender mejor a los humanos.

Cuando Apolo le pide ayuda a Atenea con una duda que no logra resolver por sí mismo, descubre que la diosa está ideando un experimento. Siguiendo las ideas de Platón, quiere poner en marcha la ciudad que el filósofo imaginó en la República. La urbe de donde saldrían los reyes filósofos. Pero como con todas las utopías, llevarlas a la práctica es mucho más complicado de lo que pueda parecer. Apolo, que quiere comprender a los humanos, decide ayudar su hermana y participar él mismo en esa prueba, como uno de los miles de chicos que empezarán a vivir en la isla que se transformará en la Ciudad Justa.

«Aquí, en la Ciudad Justa, alcanzaréis vuestro máximo potencial. Aprenderéis y creceréis y buscaréis la excelencia».

Nuestra segunda narradora será Maya, una dama victoriana que ama la filosofía pero como mujer no podía acceder a una educación superior. Una joven que descubre la República de Platón y sus ideas sobre la igualdad entre hombres y mujeres y desea que sea real, vivir allí. Precisamente por ese deseo es una de las filósofas que Atenea escoge para que sea patrona en la Ciudad Justa. Una de las personas encargadas de formar y guiar a los niños que crecerán en la isla y disfrutarán de esa igualdad real que tanto anhelaba para ella misma.

Por último, conoceremos a Simmea, una de las niñas esclavas que alrededor de los diez años es comprada para ser llevada a la ciudad. Una niña a la que veremos crecer y evolucionar en ese entorno ideal que les enseña que debe siempre buscar la excelencia. Es desde su perspectiva que conoceremos cómo se lleva a la práctica el experimento. Sus luces y sus sombras. Porque aunque allí está alcanzando su potencial, ella no tuvo elección. Era una niña feliz con una vida ordinaria hasta que los esclavistas asesinaron a su familia para llevársela a ella y venderla luego a los patronos.

«Lo que habíamos debatido sin descanso durante aquel invierno era si los patrones y Atenea habían hecho bien al fundar la Ciudad Justa y si eran en verdad la Ciudad Justa o era posible que existiera una más justa, y cómo debería construirse».

Pero la justicia o la falta de ella en la ciudad empezará a ser cuestionada cuando el propio Sócrates sea llevado a la isla donde se desarrolla el experimento. Cuando el maestro de Platón empieza a realizar todo tipo de preguntas incómodas. En el momento en el que los jóvenes estudiantes empiecen a practicar la retórica y comiencen a cuestionarse todo lo que dan por sentado. Aquí me gustaría destacar lo mucho que me gustó toda la ambientación, como cada casa en la que están divididos los niños está representada por una ciudad y decorada con su arte. Cada pequeño detalle, como las pinturas y las esculturas recuperadas para que no se perdieran para siempre, es simplemente maravilloso.

Como nos tienen acostumbrados, las ediciones de Duermevela no pueden estar más cuidadas. Además de una excelente traducción de Blanca Rodríguez, la novela cuenta con un maravilloso prefacio de Rebeca Cardeñoso Viña que nos ayuda a dar contexto al libro. Una espectacular cubierta obra de Paula Zamudio, así como detalles interiores ilustrados por Almudena Martínez. 

«(Platón) nos enseñó a hacer nuestras propias preguntas sobre la naturaleza del mundo, a examinar nuestras vidas y a conocernos».

Dioses griegos, filosofía, robots, retórica, arte, amor, amistad… La Ciudad Justa, de Jo Walton, es una novela inolvidable. Repleta de personajes carismáticos a los que es imposible no tomar cariño: Maya, Simmea, Sócrates y hasta Apolo y Atenea; es complicado tener un solo favorito. Asimismo, el libro cuenta con una ambientación de las que despierta la imaginación y está lleno de debates que te hacen reflexionar. Es una lectura que nos invita a buscar la verdad. A cuestionarte todo al igual que sus protagonistas. Es la primera novela que leo de la autora, pero sin duda no será la última.

¿Han leído La Ciudad Justa? ¿Les llama la atención?