La mujer de terracota, de Zen Cho

 

¿Alguna vez se han preguntado qué nos aguarda luego de la muerte? ¿Cómo se imaginan el infierno? ¿Qué pasaría si el inframundo resultase muy parecido a la vida, lleno de burocracia y funcionarios extremadamente corruptos? Hoy quiero recomendarles La mujer de terracota, de Zen Cho, una historia que nos llevará a descubrir el más allá chino. Un libro bellamente ilustrado por QU Lan y que acaba de ser publicado por Duermevela Ediciones con la excelente traducción de Rebeca Cardeñoso.

«Vivió su muerte, pasando desapercibida para su marido, el resto de la casa e incluso para sí misma.

Hasta que apareció la novia de terracota».

Esta es la historia de Siew Tsin, una muchacha que muere muy joven y termina sin pretenderlo en la décima corte del infierno. Un lugar donde los espíritus que son lo suficientemente ricos pueden sobornar a los demonios (que son los funcionarios del más allá) para llevar una existencia rodeados de lujos y alejados de las torturas y castigos que deberían soportar antes de reencarnarse. Porque sí, ese tendría que ser solo un lugar de paso y transición antes de volver a la vida. Pero para quienes tienen suficiente dinero eso no es para nada apetecible. Con la reencarnación llega el olvido. Implica empezar de cero y eso resulta aterrador.

Siew Tsin lleva una existencia en la décima corte tan anodina como fue su propia vida. Aunque se vio obligada a casarse con el hombre más rico del infierno, ese que recibe continuas ofrendas por parte de sus descendientes que siguen vivos para que tenga una vida en el más allá rodeado de lujos. Quemar casas, billetes, coches y hasta sirvientes de papel a modo de ofrendas aseguran que los que se encuentran en el infierno se estén rodeados de todo tipo de comodidades. Y entre tanta corrupción, el dinero lo es todo.

«Los ojos eran como comas negras, sin rastro de blanco. No era humana. Nunca había estado viva».

La no vida de nuestra protagonista empieza a cambiar con la llegada de la mujer de terracota. Cuando su marido decide traer a casa a una tercera esposa que no es humana, sino una especie de inteligencia artificial arraigada en un cuerpo hermoso que recuerda al de los famosos guerreros de terracota, pero creado con la tecnología más avanzada. Sin embargo, no será solo Siew Tsin quien vea alterada su rutina con el arribo de Yonghua, como deciden llamarla. La misma existencia de la mujer de terracota y sus posibles implicaciones ponen en peligro el equilibrio de ese particular más allá.

Es fascinante la manera en la que una historia tan corta puede tener tantas capas de significados y una ambientación tan rica. Es la primera vez que leo sobre el más allá chino y no puedo estar más impresionada tanto por las diferencias como las similitudes con el infierno cristiano. Sí que había oído hablar del dinero fantasma, pero ver cómo podría funcionar en la práctica me pareció una genialidad. Tanto la introducción de la autora en la que nos explica cómo nació la historia y sus influencias, como el posfacio de Wang Xing nos ayudan a contextualizar el relato y a entender mejor el folclore de China, así como sus creencias.

«En el infierno, como en todas partes, el ser humano era su peor enemigo».

El infierno chino, corrupción, inteligencias artificiales, amor, segundas oportunidades… La mujer de terracota, de Zen Cho, es una historia con una ambientación asombrosa y sugerente. Una lectura que nos invita a ser valientes, asumir riesgos. A no ser meros espectadores de nuestra propia vida. Además, las increíbles ilustraciones de QU Lan son un complemento perfecto para la narración, encontrar luego en el libro un texto sobre su visión como ilustradora, así como las elecciones de referencias que realizó para cada detalle, es alucinante. Gracias a Duermevela por apostar por ediciones tan cuidadas. Si están buscando un relato que despierte su imaginación tienen que darle una oportunidad.

¿Han leído La mujer de terracota? ¿Les llama la atención?