Imaginen un lugar de horrores inenarrables. Un sitio al que puedes llegar si te desvías del camino o, si algo de lo que vive allí se asoma desde las grietas para arrastrarte consigo. Un emplazamiento donde no existe la muerte, aunque, si recorres sus puentes colgantes, no desearás otra cosa. Una especie de infierno muy real donde una noria no para de girar, pero lo que la mantiene en movimiento es material de las más aterradoras pesadillas. Hoy quiero hablarles de Umbría, de Santiago Eximeno, una colección de relatos que nos llevará a ese paraje de dolor, violencia y culpa que una vez que visites se quedará contigo (y con parte de tu cordura).
«Debo mostrarles Umbría tal y como es. Dejar que sean ellos los que valoren su esencia.Debo invitaros a entrar.Pero sé que no deberíais estar aquí».
En Umbría encontraremos nueve relatos independientes, escritos entre 2008 y 2012 pero que están ambientados todos en ese escenario de horrores que poco a poco ha ido creando y ampliando Santiago Eximeno. Así, a través de diversas historias iremos conociendo a un grupo de torturados protagonistas que ven cómo su existencia se hace añicos al toparse con ese infierno tan particular. Ya sea por un desvío en el camino, por el encuentro intencionado o no con un monstruo, o para una mano que surge de una pared tras una carta perdida, ver la noria y conocer Umbría es sinónimo de condena eterna.
El primero de los relatos es Lambodas, allí conoceremos la historia de Mario, un hombre lleno de rencor contra su exmujer (y que cree que él es uno de los buenos). Veremos cómo lo que debería ser una excursión con dos compañeros de trabajo para ver a unos extraños seres se transformará en un festival del horror. Aunque, quizá lo más monstruoso no sean las criaturas con las que se toparán. Le sigue Lo más dulce, donde un viudo y su hija pequeña buscan un lugar en el que pasar unas vacaciones que los alejen del dolor y se encuentran con una tienda de miel que oculta secretos.
«Umbría surgía entre la fría piedra como un cáncer, arañaba y devoraba las paredes para alojar en su interior una monstruosa amalgama de seres humanos, de desechos, de amputados, de horrores sin nombre».
Escombros es una de esas historias de la que es mejor que no sepan nada. Solo advertirles que será perturbadora a niveles insospechados, y que incluye refugios subterráneos y más de una transformación. Llegamos luego a Umbría, relato que da nombre a la colección y que nos permitirá explorar a fondo ese infierno tan cruel y aterrador. Gente atroz y monstruos. Es imposible no terminar con el corazón un poco roto. Noria, por su parte, nos muestra cómo ese símbolo de Umbría se mantiene en continuo movimiento.
Llamada perdida es una historia de soledad, de duelo, de arrepentimiento por las cosas que quedan sin decir, de amor no demostrado, de culpa. Souvenir: una postal es una narración corta que no necesita nada más para resultar impactante e inquietante. El tacto de tu piel nos llevará a conocer la vida de un hombre con un matrimonio a punto de romperse que descubre un brazo que surge de la pared de su casa. Una mano que lo llevará a obsesionarse y a buscar respuestas. Cierra la selección En el desván, tus recuerdos donde nos reencontraremos con uno de los personajes más infame que aparece en uno de los relatos anteriores, aunque aquí pasa a ser la protagonista. Incómodo a niveles insospechados.
«De lo que ya no albergaba dudas era de que aquel brazo, perteneciera o no a alguien, estaba vivo».
Un lugar de horrores y pesadillas, monstruos espeluznantes, humanos aún más aterradores… Umbría, de Santiago Eximeno, es una colección brillante repleta de relatos inquietantes y critica social. Un lugar que nos resulta aún más aterrador porque es un reflejo de nuestros propios miedos e inseguridades. La espectacular cubierta es obra de Juan Alberto Hernández y la cuidada edición está repleta de detalles. A los relatos, además de una presentación del autor, les acompaña un prólogo de Fernando Cámara y un posfacio de Alfredo Álamo que explican mucho mejor de lo que yo puedo hacer aquí los miedos tabú que esconden las historias. Hay mucha violencia, y si este libro viniese acompañado por una lista de advertencia de contenido sería bastante larga. Así que visitad Umbría con precaución. Vale la pena el viaje, pero será incómodo y perturbador de principio a fin.
¿Han leído Umbría? ¿Les llama la atención?
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