Imagínate ser una chica adolescente nativa americana fanática de los slashers y ver que en tu pequeño pueblo se está desarrollando uno sin que nadie más se dé cuenta. Nuestra protagonista cree que se acerca una matanza. De que el horror se está gestando quizás a cámara lenta y que solo una chica final podría acabar con ese asesino. Una joven que no es ella, claro, pero que necesitaría de su guía para sobrevivir. Porque solo una verdadera fan de las películas de terror podría tener alguna posibilidad de mantenerse en pie y acabar con la monstruosidad que está por venir. Hoy quiero recomendarles Mi corazón es una motosierra, de Stephen Graham Jones, una novela que es una carta de amor a los slasher pero también muchísimo más.
«No, ella jamás podría ser una chica final.Porque las chicas finales son buenas, sin complicaciones, dotadas de unas inagotables reservas de aplomo, lejos de las capas sobre más capas de vergüenza, o culpa, o lo que sea esta ponzoña que se encona en su seno».
El libro nos cuenta la historia de Jade Daniel, también conocida como JD. Una joven mitad nativo americana de diecisiete años obsesionada con las películas de terror. O para ser mucho más específicos con los slasher, ese subgénero en el que un asesino se encarga de ir matando adolescentes de manera brutal como por ejemplo Scream, Halloween o Pesadilla en Elm Street. Nuestra protagonista vive en Proofrock, en Idaho, un pequeño pueblo de montaña situado junto al lago Indian.
En la otra orilla ese lago se encuentra el Campamento Sangriento (en el que hubo una matanza hace cincuenta años) y muy cerca se está construyendo también Terra Nova, una urbanización de lujo al que solo se puede acceder cruzando el lago. El tipo de lugar que hará que los habitantes de la otra orilla se sientan aún más miserables por sus ordinarias vidas, ya que las comparaciones serán inevitables. Jade que siempre ha querido que alguno de esos slasher que ve se haga realidad, empieza a notar que lo que ha anhelado por tanto tiempo puede que ya se esté desarrollando en su pueblo. Lo que no podría ni imaginar nuestra protagonista es el alcance o las consecuencias reales de ese deseo no tan oculto de su corazón.
«A lo que voy es que, en el slasher, las injusticias siempre se pagan. Los integrantes del grupito que cometió la Broma Pesada reciben el postre que se merecen, con su guinda bien ensangrentada en lo alto, y además cuando menos se lo esperan».
En el momento en el que llega a su pueblo Letha Mondragon, que es la hija perfecta de uno de los fundadores de Terra Nova, Jade decide que ella debe ser la chica final. Que su presencia en Proofrock, así como el primer asesinato, son los indicadores de que un slasher se está desarrollando ante sus ojos aunque nadie más parece verlo. Y si quieren tener alguna posibilidad de sobrevivir al destival de muerte ella misma deberá entrenar a Letha para que se convierta en la chica final. La persona destinada a acabar con el horror con sus propias manos. Un papel que la propia Jade es incapaz de verse ejerciendo por sí misma, ya que ella no es ni pura, ni buena como todas las chicas finales que ha visto en esas películas una y otra vez.
Ninguna de sus heroínas de slasher luce o actúa como Jade. Por ello, nuestra protagonista hará todo lo posible por ser la guía de Letha, para ayudarla a estar preparada y cumplir con su destino. Lo que JD no puede prever es que la vida real se rige por sus propias reglas, y nada será fácil, y no podrá hacer más que adaptarse o morir en el intento. Y su viaje, no dejará de emocionarnos una y otra vez.
«Cuando una se pone las gafas de slasher, todo parece un slasher».
Uno de los elementos que más disfruté de la novela fue descubrir entre sus páginas los ensayos que Jade había escrito para entregarlos a su profesor de historia, en los que les explicaba que son los slashers, sus reglas o el papel de las chicas finales en esas películas. Todos esos textos de iniciación al slasher son una verdadera delicia que cualquiera que no conozca mucho el subgénero tenga ganas de descubrirlo. Por no hablar de la cantidad de referencias que hay en el libro, tantas sobre películas que la edición incluye una extensa lista de todas las que se mencionan en el texto (sí, más de cien).
Descubrir qué está pasando, quién es el asesino y si alguien logrará sobrevivir a tanta muerte se convierte en algo tan adictivo como llegar a conocer a esa protagonista tan particular y sus propios secretos. Stephen Graham Jones crea a un tipo de personaje que es imposible no querer. A una marginada que no encaja, que vive con un padre alcohólico y con una madre ausente. Que trabaja como conserje en una escuela y que es la única nativa americana de su instituto. Una adolescente enfadada con el mundo, que ama teñirse el cabello de colores inusuales y que no para de ser expulsada porque hace bromas más que cuestionables en ese instituto del que puede que no se gradúe. Una chica que solo quiere hablar de películas de asesinos en serie y que no tiene con quien hacerlo.
«Los slashers son como cuentos de hadas en los que la princesa es una guerrera de armas tomar».
Me gustaría resaltar lo asombrosa que es la cubierta que Rafael Martín Coronel creó para el libro. Esa habitación llena de posters de películas y esa JD son una verdadera obra de arte. Y destacar así mismo la excelente traducción de Manuel de los Reyes. Con tantas películas, frases y referencias debió de ser todo un reto traernos el libro en español y el resultado final es alucinante. De verdad que las ediciones de La biblioteca de Carfax son para atesorar.
Un pueblo pequeño, un lago, una urbanización de lujo, secretos, asesinatos, pistas falsas, ciervos… Mi corazón es una motosierra, de Stephen Graham Jones es una novela llena de sangre y de crítica social. En la que el autor no solo hace una declaración de amor a los slasher, sino que habla de colonización, de racismo, representación y de temas muy complejos que no les puedo revelar para no hacer spoilers. Pero que son del tipo de horrores muy reales que hacen que cualquier elemento sobrenatural quede ensombrecido. Me impresionó habilidad del autor para lograr poner tantísimos elementos diferentes de los slashers en la novela y aún así hacer que todo funcione. Así como su capacidad para sorprendernos una y otra vez. Lo mejor es que el libro es el primero de una trilogía, y yo necesito que el segundo se publique lo más pronto posible. Si están buscando una novela de terror que los haga pasar mal pero también reír tienen que darle una oportunidad.
¿Han leído Mi corazón es una motosierra? ¿Les llama la atención?
Más reseñas del autor:
Lo tengo fichadísimo, me encantan los títulos que está trayendo esta editorial.
ResponderEliminarBesotes
Todo lo que publican desde La biblioteca de Carfax es increíble, ya solo por descubrirnos a Stephen Graham Jones las deberíamos querer, pero es que su catalogo al completo es alucinante.
EliminarBesos