Ya saben lo mucho que me gusta como escribe Marina Tena Tena. Así que cualquier oportunidad de leerla siempre es un placer. Por eso hoy quiero recomendarles Una casa sobre tus huesos. La novela con la que la autora ganó el I Premio Lestat que organiza la editorial Dimensiones Ocultas. Un cuento de hadas oscuro y retorcido, de esos que causan pesadillas. El tipo de historia que empiezas a leer y ya no puedes parar hasta que llegas al punto final, por más doloroso que sea el camino.
«Papá decía que estaríamos a salvo en nuestra casa el día que, por fin, se acabase el mundo. Tarde o temprano, todo lo que había al otro lado del muro se resquebrajaría, ardería o se desvanecería como si nunca hubiera estado. Nosotros no… el fin de los tiempos no se atrevería a tocarnos».
El libro nos relata la historia de Marga, una niña que junto a su padre vive en una casa aislada cerca del bosque. Sin madre, en este tipo de relatos parece que nunca hay madres. Escuchando cuentos y más cuentos sobre el mundo que nunca ha experimentado, que solo ha logrado entrever cuando se sube al alto muro que rodea el gran jardín que posee su hogar. Una niña que pasa sus solitarios días en ese jardín, mientras su padre se va a trabajar y le pide que no salga de vivienda, que lo espere durmiendo mientras él regresa.
Por supuesto que la niña no sigue siempre sus órdenes, sale al jardín aunque continuamente esté lloviendo y trata de explorar. Incluso llega a veces a escuchar a la gente que pasa junto a su hogar y lo llama La casa del doctor o La casa del diablo. Sin embargo, le dice a su padre que se queda muy cerca de la casa, que no se acerca al muro, aunque no sea verdad. Así es como ve por primera vez a un perro, al que decide llamar Lobo. Y lo hace entrar por un pequeño agujero que hay en la pared del muro. Uno tan estrecho que ella no puede salir por allí.
«El llanto se parecía al viento y no podía distinguir nada claro. Sonaba como si alguien llorase con los labios cosidos. Era solo un lamento agudo que gemía por los cimientos de la casa. Decía mi nombre, de eso estaba segura, en un idioma más antiguo que las palabras. Me buscaba, me llamaba y calaba la piel con un frío que entraba hasta mis entrañas».
La niña está cansada de solo jugar con sus muñecas de porcelana, a las que oye cómo juzgan todo lo que hace. Sin embargo, en cuanto Lobo entra en casa, lejos de convertirse en el compañero ideal de juegos que la niña espera, parece que solo empieza a enfermar. Ni Marga ni su hogar parecen lugares corrientes, y descubrir cuales son los secretos que esconden la niña y esa casa que su padre asegura que los mantendrá siempre a salvo, sin importar lo que ocurre fuera, se vuelve nuestra principal misión.
Tena es una maestra en crear atmósferas inquietantes, en construir con palabras descripciones que causan escalofríos. Por ejemplo, el hecho de que de repente no paren de aparecer bichos sobre el pelo y la piel de una niña que quizás ha pasado demasiado tiempo entre la hierba del jardín. O puede que su presencia sea un indicador de que está ocurriendo algo aún más aterrador de lo que en un primer momento podríamos imaginar.
«Había una venda sobre mis ojos que se deslizaba y podía elegir anudarla más fuerte o dejar que se cayera».
Historias, casas, muñecas, bichos, secretos, mentiras, sacrificios… Una casa sobre tus huesos, de Marina Tena Tena es una novela corta adictiva, aterradora y bellamente escrita, que nos habla de niñas que viven en lugares que deberían ser un refugio, pero que quizás son mucho más. El tipo de historia que te rompe el corazón mientras sufres escalofríos, y que habla de un dolor muy duro y real que es más aterrador que cualquier elemento sobrenatural que pueda esconder la novela. Si están buscando un libro de terror que los sorprenda tienen que darle una oportunidad.
¿Han leído Una casa sobre tus huesos? ¿Les llama la atención?
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