Asesina de dioses, de Hannah Kaner

 

¿Qué pasaría si eres la única sobreviviente de un sacrificio? ¿Si toda tu familia es asesinada por unos fanáticos de la diosa del fuego y solamente tú logras salvarte gracias a la ayuda de tu padre? Pues que creces y te transformas en la pesadilla de los que provocaron todo tu dolor. Hoy quiero recomendarles la última lectura a la que le he dado cinco estrellas: Asesina de dioses, de Hannah Kaner. Una novela de fantasía oscura con todos los elementos que me encantan: dioses, un mundo repleto de prodigios, secretos, conspiraciones y unos protagonistas llenos de carisma (y traumas). Y que nos llega con la traducción de Aitana Vega.

«Aunque los altares estaban prohibidos, los dioses no dejaban de brotar. Seres de poder, espíritus, dotados de vida y voluntad por el amor y el miedo de las personas, hasta que llegaban a ser lo bastante fuertes como para explotarlas».

El libro nos cuenta la historia de Kissen, una joven que, con solo once años se convirtió en la única superviviente de su familia. Tanto sus padres como sus hermanos fueron asesinados por unos fanáticos de Hseth, la diosa del fuego. Quienes buscando el favor de la deidad los ataron y quemaron a todos. Solo Kissen pudo sobrevivir gracias a la ayuda de su padre, que prefirió entregar su vida para mantenerla a ella a salvo con el favor del dios del mar. Así que ahora que nuestra protagonista ha crecido se dedica a asesinar dioses, un trabajo que realmente disfruta.

En Middren, el reino donde vive Kissen, se libró hace unos tres años una cruenta guerra para liberarse de los dioses. Las deidades más poderosas, así como los dioses salvajes que iniciaron la matanza fueron eliminados. Y desde entonces se prohíbe que el pueblo construya altares que permitan que esas divinidades vuelvan a la vida. Incluso el nuevo monarca, el rey Arren, dio su bendición a los matadioses tras la guerra para que acabaran con todas las deidades que vuelvan. Porque si bien es cierto que los dioses pueden morir, son seres que se alimentan de las plegarias y del miedo, así que son capaces de regresar si hay suficiente de lo primero o lo segundo disponible.

«Quería ser amado. Los dioses necesitaban un propósito; necesitaban amor y plegarias».

Nuestro segundo protagonista en Elogast, un caballero que tras la guerra abandonó su puesto y se transformó en panadero. Un joven desencantado con el rumbo que tomó ese conflicto que acabó con tantas vidas. Una contienda que empezó como un enfrentamiento contra los dioses salvajes, pero que acabó por convertirse en una guerra total cuando el rey decidió asesinar a todos los dioses, sin importar si antes eran aliados o no. Elo deberá embarcarse en una misión de la que podría depender el futuro del reino, pues una rebelión parece inevitable.

Por último, contaremos otros dos protagonistas, Inara Craier, una niña noble de doce años que escapa de su hogar en busca de un matadioses. Las únicas personas que le podrían ayudar con su problema, pues la niña se encuentra unida a un dios de las mentiras piadosas llamado Skedi. Un ser que la acompaña desde que tiene cinco años, al que ha mantenido siempre oculto y del que no es capaz de separarse. Así que su búsqueda la llevará a encontrarse con Kissen, que al ver a la pequeña indefensa decide ayudarla a buscar una solución. Y el único lugar en el que se puede resolver un problema de esa naturaleza puede que sea en Blenraden, la ciudad prohibida y en ruinas donde se libró la guerra, el lugar en el cual residen los pocos dioses salvajes que quedan en el reino.

«Inara lo había protegido, había hecho todo lo posible. Skedi le estaba agradecido por ello, pero sabía que su sitio no estaba con ella. Un día los descubrirían y lo matarían. No quería morir, quería ser lo que era. Un dios. Quería un hogar, un altar».

Los caminos de los cuatro protagonistas convergen cuando se unen a un grupo de peregrinos que viajan juntos a Blenraden. Así que no solo deberán fingir ante los soldados del rey que se toparán en el camino que deben recorrer en ese peregrinaje ilegal, sino también enfrentarse a demonios y a los más diversos desafíos. Porque no es solo el inicio de una guerra civil lo amenaza el reinado de Arren. Puede que algo mucho más oscuro y cruel se esté gestando en el corazón del reino sin que ninguno de nuestros protagonistas sospeche el verdadero alcance de su misión en ese juego de dioses, poder y ambición.

Me encantó ir descubriendo el trasfondo de cada uno de los personajes. La historia de Kissen, como vive sin una pierna, con una prótesis creada especialmente para ella por su mejor amiga. Toda su familia encontrada me fascinó. Estoy deseando reencontrarme con ellas en los próximos libros. También disfruté mucho con el conflicto que vive el caballero panadero. Y la manera en la que la autora refleja la compleja relación que mantiene Inara con su dios de las mentiras. Pues han crecido juntos y se necesitan, pero empiezan a querer cosas diferentes. Aunque a veces me parecería que Inara era demasiado madura para ser tan joven, estoy deseando ver cómo sigue creciendo.

«Las personas más rudas a veces esconden las heridas más profundas».

Dioses, guerra, secretos, mentiras, sacrificios… Asesina de dioses, de Hannah Kaner es un inicio de trilogía fabuloso. Con un mundo complejo y fascinante así como unos personajes a los que les tomas cariño con facilidad. Me parece increíble que en tan solo trescientas cincuenta páginas la autora logre crear una ambientación completa y una historia que te deja con muchas ganas de más. Estoy deseando descubrir lo que nos espera en la segunda entrega Sunbringer, que se publicará en inglés en febrero del próximo año (y con suerte no mucho después por aquí). Si están buscando una dosis de fantasía oscura tienen que darle una oportunidad.

¿Han leído Asesina de dioses? ¿Les llama la atención?