Los hombres lobos despiertan tanta fascinación como terror. Son una de esas criaturas mitológicas tan conocidas que es difícil no haber leído o visto alguna adaptación en la pequeña o en la gran pantalla en la que aparezcan como protagonistas. Pero, aunque parezca arriesgado, es posible escribir sobre licántropos desde una perspectiva nueva y diferente. Como muestra de ello tenemos la última publicación de La biblioteca de Carfax: Mestizos, de Stephen Graham Jones. Novela nominada a los premios Bram Stoker, Shirley Jackson y Locus de 2017 que ahora podemos disfrutar en español gracias a la excelente traducción de Manuel de los Reyes.
“Así son las historias de los hombres lobos.
Siempre carentes de pruebas. En perpetua fluctuación, retorciéndose sobre sí mismas; mordiéndose ellas solas el estómago para escupir el veneno”.
Esta es la historia de un joven al que veremos crecer en el núcleo de una familia de lo más disfuncional. Su madre murió al darle a luz, por lo que son su tía Libby y su tío Darren, junto a su abuelo paterno, quienes se han encargado de criarlo. Son una familia que siempre está corriendo y viajando por el sur de Estados Unidos, huyendo de un pasado que poco a poco iremos descubriendo con más detalles.
La vida de nuestro protagonista, aunque precaria, podría ser relativamente normal si sus parientes no ocultasen un secreto: son hombres lobos. Mestizos que no encajan en ningún lugar. Parias que no paran de cambiar el lugar de residencia para alejarse de los desastres que van dejando a su paso. Así que, lo que inicia como simples historias contadas por un abuelo que parece no estar del todo bien de la cabeza, acaban por esconder muchas más verdades de la que nuestro protagonista está preparado para descubrir.
“—No es mal lobo —añadió, sacudiendo la cabeza despacio —. Eso es verdad. Pero los lobos buenos no siempre son buenas personas. Grábatelo”.
Nuestro narrador va creciendo para comprender qué significa ser un hombre lobo, pero sin estar del todo seguro si llegará para él ese momento de la temida y esperada transformación. Su madre nunca cambió, aunque su hermana y hermano gemelos si lo hicieron. Así que esa incertidumbre marcará no solo su infancia sino también su adolescencia. Por ello, a los cambios propios de ir transformándonos en adultos y encontrar nuestro verdadero lugar, Stephen Graham Jones suma una trasformación que podría ser tanto una bendición como una maldición para un joven que aún no sabe qué preferiría que ocurriese o qué sería mejor para él.
En la novela iremos cambiando entre capítulos que nos muestran al protagonista como un joven que lleva muchos años huyendo, con otros donde no es más que un niño pequeño que acaba de empezar a mudarse de un estado a otro escapando de los actos irreflexivos de su tío, que al igual que él tuvo que crecer sin madre. Y en esos cambios iremos observando cómo el joven trata de ir formándose de a poco su propia identidad, aunque la inestabilidad de su vida no le facilite ni un ápice las cosas.
“Ser hombre lobo es como jugar a la ruleta rusa, que diría Darren. Es despertarse cada mañana con esa pistola apoyada en la cien”.
Puede que una de las partes que más disfrutase es ver cuando se enamora por primera vez, aunque como siempre, ni si quiera ese primer amor podrá ser tan fácil ni despreocupado como debería ser para un adolescente normal y corriente. Toda su vida está marcada por la tragedia, la violencia, la pérdida, la pobreza y la precariedad. Por mentiras o medias verdades. Por decisiones erróneas. Por historias que esconden secretos oscuros que a medida que se van desvelando nos dejan un poco más rotos por dentro.
Mestizos, de Stephen Graham Jones, es mucho más que una historia de hombres lobos. Es una obra que trata sobre el difícil camino que implica crecer y encontrar tu propia identidad. Del amor y la lealtad a la familia, con sus luces y sus sombras. Son tantos los temas que toca, desde la violencia doméstica o las relaciones tóxicas, pasando por los deseos de superación y también los de venganza, o el arrepentimiento. Como en todos los libros de la editorial, la ilustración es obra de Rafael Martín Coronel y es una verdadera obra de arte que trasmite a la perfección la esencia del libro. Si están buscando una novela de hombres lobos adictiva y que además les rompa un poco el corazón, no puedo hacer otra cosa que recomendarles que encarguen Mestizos en su librería de confianza.
¿Han leído Mestizos? ¿Les llama la atención?
Me gusta mucho lo que nos cuentas de esta novela, no la conocía y me la llevo bien apuntada. Mientras leía tu reseña pensaba justo lo que concluyes, que también es una historia sobre la identidad y el autoconocimiento y aceptación, casi como una metáfora del paso de la adolescencia a la madurez, ¿verdad? Un plus la traducción de Manuel de los Reyes, que siempre brilla por sus excelentes trabajos. Besos.
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Mónica! La verdad es que yo tampoco la conocía hasta que la editorial anunció su publicación y terminó por sorprenderme muchísimo. Es mucho más que una historia de hombres lobos, es también una historia de identidad mucho más compleja, y va calando poco a poco.
EliminarYo también opino que las traducciones de Manuel son sinónimo de calidad, de esas que puedes comprar con los ojos cerrados porque siempre son excelentes.
Besos y gracias por pasarte por el blog.