¿Qué pasaría si lo que debería ser una broma de un grupo de adolescentes se sale de control? ¿Qué ocurriría si de manera repentina el maniquí con el que jugaban cuando eran niños cobrase vida? ¿Y si ese muñeco de plástico decidiera tomar venganza contra los adolescentes que lo abandonaron? ¿Hay un maniquí poseído o un asesino en serie? Hoy quiero hablarles de La noche de los maniquís, de Stephen Graham Jones, la delirante historia galardonada en 2020 con el premio Bram Stoker a mejor novela corta con la que La biblioteca de Carfax inaugura su nueva colección: Deméter.
«En el fango negro del lecho del arroyo había un maniquí blanco, en bolas, un Ken gigante que tendía hacia el cielo el único brazo que conservaba unido a su cuerpo».
Todo empieza cuando un grupo de adolescentes en su último año de instituto decide jugarle una broma a una de sus amigas que empieza a trabajar en los cines del pueblo. El brillante plan de Sawyer, consiste en hacer que Danielle, JR y Tim, lleven junto a él las piezas para formar a Manny, el maniquí que encontraron hace años en un arroyo y con el que jugaron durante todo un verano, al cine donde trabaja Shanna para gastar una broma a la chica y a sus estrictos supervisores.
Lo que ninguno de los amigos podía imaginar era que la broma no resultaría como ellos esperaban. Que el molesto supervisor no notaría que el muñeco con la gorra no era una persona real y lo que es peor, que al terminar la función, el maniquí se alzaría de su silla y saldría caminando entre la multitud, moviendo rígidamente sus piernas, pero sin ningún tipo de ayuda. ¿Pero qué haces cuando lo imposible se hace posible? ¿Qué ocurre en el momento en el que la realidad pierde su consistencia?
«Shanna fue la primera en caer. Y por “caer” me refiero a morir. Y por “morir” me refiero a que fue asesinada».
Para no entrar en detalles que puedan destripar la historia, digamos que tras esa broma fallida los amigos empiezan a ser asesinados e iremos descubriendo a través del relato de Sawyer, nuestro no muy fiable narrador, como Manny acabó con Shanna y toda su familia. Y la manera en la que el maniquí planea hacer lo mismo con todos los demás a menos que él actúe. Que el adolescente haga algo que evite que el muñeco poseído se vengue de todos los haberlo dejado años abandonado en el estacionamiento de su casa. Por olvidarse de él después de haber disfrutado el verano perfecto y luego de miles de bromas.
Así, como en cualquier buen slasher, una a una iremos presenciando las terribles muertes de los amigos y siendo testigos de cómo absolutamente todo se sale de control. Stephen Graham Jones se las arregla para no parar de sorprendernos sin importar lo breve que es el libro (unas ciento cincuenta páginas). La voz adolescente de Sawyer está muy bien lograda, y esa manera en la que está narrado en primera persona hace que vivamos su desesperación, sus muchos miedos y sus teorías conspiranoicas. Esa voz tan particular es uno de los puntos elementos destacables del libro y en español podemos disfrutarla gracias a la excelente traducción de Manuel de los Reyes.
«Habíamos leído Frankenstein en las clases de Ubicación Avanzada, así que sabía perfectamente que uno no puede darle la espalda a sus creaciones, sin más. No sin atenerse a las consecuencias».
Una broma que sale mal, maniquís que cobran vida, asesinatos… La noche de los maniquís, de Stephen Graham Jones es una novela corta adictiva. Un libro con un toque bastante demencial y que esconde unos giros sorprendentes. Que, además, entre muerte y muerte, nos habla del temor a crecer y a separarse irremediablemente de esos amigos de la infancia con los que compartimos tantas historias. Tengo muchas ganas de descubrir qué otras novelas cortas nos llegarán de la mano de La biblioteca de Carfax en la nueva colección Deméter. Si aún no conocen al autor de Mestizos o El único indio bueno, esta novela corta es una buena opción para darle una oportunidad.
¿Han leído La noche de los maniquís? ¿Les llama la atención?
Más reseñas del autor:
Pues no he leído aún a este autor y me parece buena opción para iniciarme, pero debo decir que la cubierta me parece de lo menos atractivo que he visto últimamente. No me llama a leerlo pero naaaaaada. Pero bueno, lo importante está en el interior... :)
ResponderEliminarMe alegro de que lo hayas disfrutado.
¡Besos!
Si no has leído nada de Stephen Graham Jones empezar por esta novela corta es una muy buena opción, la verdad. Ya luego tendrás ganas de buscar las novelas largas. A mi el diseño de la cubierta si que me gusta, pero eso, en gustos no hay nada escrito y lo importante es la historia.
EliminarBesos