Rosalera, de Tade Thompson

¿Qué pasaría si se confirmara que no estamos solos en el universo? ¿Qué consecuencias acarrearía que seres extraterrestres se establecieran entre nosotros? Imaginen un futuro no muy lejano en el que los alienígenas tuviesen un misterioso asentamiento abovedado en torno al cual se ha establecido una ciudad a la que todos quieren acudir, porque cuando se abre la extraña bóveda las personas que están a su alrededor se curan de sus enfermedades. Este es el escenario que nos presenta Rosalera, de Tade Thompson, una fascinante y adictiva historia de ciencia ficción que traslada a África ese primer contacto, y que ha sido publicada en español por el sello Runas con la excelente traducción de Raúl García Campos.

“El hombre ya no era el hijo único de alguna indiferente diosa del caos, sino uno más de muchos hermanos”.

Ambientada en Nigeria en el año 2066, nos presenta la historia de Kaaro, uno de los pocos humanos conocidos como sensibles, porque son capaces de entrar en la «xenosfera»: un espacio telepático que apareció tras la llegada del alienígena que levantó la bóveda alrededor de la cual se construyó Rosalera, una ciudad ubicada solo a dos horas y media de Lagos, y que no para de crecer. Aunque de día trabaja como cortafuegos en un banco, evitando que otros sensibles puedan robar la información de sus clientes, Kaaro también ejerce como agente en una organización secreta del gobierno llamada Sección 45. 

Dividido en capítulos cortos, iremos cambiando entre dos líneas temporales principales: el pasado (Entonces) y el presente (Ahora), para descubrir no solo cómo se fundó Rosalera, sino también cómo nuestro protagonista tiene un historial criminal a cuestas y termina trabajando en contra de su voluntad para la Sección 45. Contaremos también con interludios donde descubriremos cómo fue su formación como agente secreto y las diferentes misiones en las que ha tenido que participar, en las que su condición como sensible y buscador le permite encontrar cualquier objeto.

“Me gustaría decir que empleo mi poder para hacer el bien, para hacer regalos y dar de comer a los pobres, y que desde entonces he vivido feliz, pero eso sería faltar a la verdad”.

Pero quizás lo más interesante es descubrir cuál es la relación de Kaaro con el alienígena y cómo es que él fue la última persona en visitar la cúpula, un hecho que no se ha vuelto a repetir. Porque todo lo que envuelve a la bóveda y a los seres que la habitan es fascinante. Que su apertura una vez al año permita que todos lo que estén cerca se curen es un buen punto de partida, pero es que los efectos van más allá. No solo las personas moribundas se benefician, otro efecto inesperado es el de los renacidos: muertos que vuelven a la vida sin mantener lo que les hacía humanos. Cuerpos reanimados que aparecen en los lugares más inesperados y a los que hay que liquidar.

Cuando los otros sensibles empiecen a morir sin explicación, será Kaaro quien deberá averiguar qué o quién se esconde tras las desapariciones de sus iguales si no quiere ser el próximo en la lista. Puede que la solución se encuentre en la xenosfera a la que todos podían acceder, o quizás las respuestas estén en otro lugar. No son pocos los que temen y odian a los que son diferentes, especialmente si son capaces de leer los pensamientos, el único refugio que todos daban por seguro hasta ese momento. 

“La idea de que hay héroes que tienen un destino manifiesto nos vuelve perezosos. El destino no existe. Existen las decisiones y las acciones, y cualquier otra narrativa sirve únicamente para perpetuar el mito de que siempre habrá alguien que solucione nuestros problemas por arte de magia y con la bendición de los dioses”. 

Alienígenas, telepatía, un futuro cercano, una invasión, colonialismo, realidades alternativas, curas «milagrosas» para las enfermedades, renacidos, reconstruidos… Rosalera, de Tade Thompson, es una novela adictiva y con una ambientación espectacular que nos lleva a una Nigeria llena de contrastes, en la que los adelantos tecnológicos conviven en una sociedad futura donde aún no ha desaparecido la persecución de la homosexualidad o los linchamientos. Kaaro es un protagonista cínico y apático que no pretende ser un héroe, y es ese punto de indiferencia e ironía lo que precisamente hace la historia aún más interesante. Además, pronto se publica en inglés un segundo libro también autoconclusivo que comparte ambientación en Rosalera y estoy deseando que se confirme que lo podremos leer en español. Si están buscando ciencia ficción imaginativa y con una ambientación diferente, denle una oportunidad. 

¿Han leído Rosalera? ¿Les llama la atención?