Amor de monstruo, de Katherine Dunn

El amor puede tomar muchas formas, puede ser incondicional y desinteresado, pero también puede estar estrechamente vinculado con el miedo y llegar a ser aterrador, posesivo, tan desvirtuado que poco o nada se parece ya al sentimiento que cree representar. Hoy quiero hablarles de Amor de monstruo, de Katherine Dunn, una novela fascinante y cautivadora sobre una familia poco convencional que, en medio de una feria itinerante, nos demostrarán todas las formas de amor imaginables, incluso las más retorcidas. 

“Pensaban utilizarme y avergonzarme, pero les venzo por naturaleza, porque un verdadero monstruo no se hace. Un verdadero monstruo nace”.

Esta es la historia de Olympia, la cuarta hija de los Binewski, nacida enana, albina y jorobada. Aunque de entrada les parezca que estas características la transformaban en alguien extraordinario, creció sabiendo que era la menos prodigiosa entre sus hermanos, todos con mutaciones mucho más extrañas e interesantes. Arturo, el hijo mayor, tiene aletas allí donde deberían estar sus extremidades; Elly e Iphy son siamesas unidas por la cintura; mientras que el menor de todos, Fortunato, aunque posee una apariencia completamente corriente que hace que todos asuman que es un «norma», esconde un poder incluso mucho mayor que el de todos sus hermanos.

¿Cómo se forma una familia de prodigios de esta naturaleza? Pues muy fácil. Al y Lil diseñaron de manera muy cuidadosa las malformaciones de sus hijos. Al quería que la feria itinerante que había heredado de su padre y que ahora dirigía, estuviese llena de personas extraordinarias que hiciesen de su espectáculo algo sin igual. La experimentación le permitió obtener los tan ansiados herederos, aunque no todos los intentos tuvieron éxito, y hay frascos en una parte de la feria que demuestran los diferentes y aterradores caminos que puede tomar la naturaleza con los estímulos adecuados. 

“Me hablaba. A la gente le resulta fácil hablar conmigo. Creen que una enana jorobada albina y calva no puede ocultar nada. Que lo peor que hay en mí está a la vista”.

Dividido en cuatro libros, iremos descubriendo el presente de Oly, en el que es una mujer que trata de proteger a una hija que no sabe de su existencia, y también su pasado. Es precisamente entre sus recuerdos que llegaremos a conocer a los Binewski en profundidad, los veremos crecer en la feria para ir adoptando cada uno su propio papel dentro de ese espectáculo sinfín que era su vida, siempre de gira de ciudad en ciudad, en el que cualquier persona que no fuese la familia se asumía que estaba con ellos solo de manera temporal. 

Es a través de ese pasado que veremos cómo terminó Oly, contra todo pronóstico, estando sola y cuidando en secreto de una hija que no sabe quién es ella, porque si hay algo que no podría soportar es el desprecio de ese ser al que dio vida y al que se vio obligada a renunciar. Digamos que, en la feria los Binewski pasaron paulatinamente todos a estar bajo el poder de Arturo, que creció para ser un as de los negocios y también para ser un monstruo aterrador y manipulador, de esos que cree que puede dominar a todos. Y si bien la trama del presente de nuestra protagonista es interesante e intrigante, sobre todo por su relación con la señorita Lick, es el pasado lo que resultará más adictivo y doloroso. 

“La verdad es siempre un insulto o una broma. Por lo general las mentiras son más sabrosas. Nos encantan. La naturaleza de las mentiras es complacer. A la verdad no le importa la tranquilidad de nadie”.

Antes de terminar, me gustaría hacer mención especial a la cuidada traducción de Jordi Mustieles, y a la espectacular edición en tapa dura con la que ha publicado Blackie Books el libro en nuestro país que, además de contar con la ilustración de Laia Arqueros para la portada, acompaña la historia con una hermosa carta que Katherine Dunn envió a su editor antes de publicar la novela. Ahí podremos conocer más de su interesante y poco convencional vida. 

Ferias, sectas, amor incondicional y también amores posesivos, tóxicos y enfermizos… Amor de monstruo, de Katherine Dunn, nos habla del amor y el egoísmo. Nos muestra la desintegración de una familia, la pérdida de las figuras paternas como refugio, salvadores y consuelo, para verlos como verdaderamente son: seres humanos que tratan de hacerlo como mejor pueden mientras cometen errores. Es una novela que inspira la mayor de las ternuras y también el más grande de los horrores, porque lo monstruoso no será el aspecto de sus protagonistas, sino algunas de sus acciones. Imposible de clasificar en un solo género literario, es muy fácil ver por qué la historia ha cautivado a tantos lectores diferentes y se ha convertido en un libro de culto. No puedo sino invitarlos a que le den una oportunidad y que dejen que Dunn los lleve a un viaje con unos protagonistas que no podrán olvidar.

¿Han leído Amor de monstruo? ¿Les llama la atención?