¿Cómo sería nuestro mundo si las enfermedades, la pobreza e incluso la muerte natural fueran erradicadas? Si no existiesen gobiernos ni países, sino que una inteligencia artificial llamada Nimbo fuese la encargada de asegurar el bienestar y la felicidad de todos los seres humanos. En este escenario ideal esa IA se encargaría de todo menos de suministrar la muerte, porque como nuestros recursos no son ilimitados, algunos deberían morir a manos de los “segadores” para permitir que todos los demás puedan disfrutar de su inmortalidad. Y, como esos heraldos de la muerte serían humanos, no estarían libres de defectos, con todo lo que ello implica. Hoy quiero hablarles de Trueno, de Neal Shusterman, el último libro de El arco de la Guadaña, una trilogía que se ha convertido en una de mis favoritas de todos los tiempos y que les recomiendo sin dudar.
“En aquel mundo, el Nimbo formaba parte de la vida de todos. Se le podía preguntar cualquier cosa, siempre respondía… Pero aquel mundo había desaparecido. La voz del Nimbo guardaba silencio porque los humanos se habían vuelto indeseables”.
Si aún no habéis leído Siega (reseña) y Nimbo (reseña), es momento de acudir a su librería de confianza y encargarlos. Les aseguro que ese futuro ideado por Shusterman los impresionará y dejará con muchas ganas de más. Luego regresen por aquí a leer esta reseña que, aunque no contiene spoilers del tercer libro, puede contenerlos de las entregas anteriores.
Tras el impactante final de Nimbo, el tercer libro comienza narrando la manera en que se desarrollaron los hechos tras el hundimiento de Perdura. Cómo va cambiando el mundo con la llegada del segador Goddard al poder y cómo reacciona la humanidad tras el silencio de Nimbo, que ahora ha marcado a todos como indeseables y solo se comunica con Grayson Tolliver, quien sin pretenderlo ahora se encuentra en una posición de poder.
“Parece que un monstruo muy egoísta y carismático ha engañado al mundo”.
Como Grayson es el único ser humano con el que Nimbo aún habla, se convierte de alguna manera en el enlace entre la humanidad y la inteligencia artificial. Una condición que los Tonistas, una secta que es mayoritariamente pacífica pero que tiene cada vez más facciones radicales, utilizará para hacerlo el máximo representante de su religión. Un culto que, ante la violencia creciente de los segadores, irá tomando un protagonismo que podría ser decisivo para el futuro de toda la humanidad.
El poder cada vez mayor del segador Goddard irá transformando el equilibrio en el que vive la humanidad. No solo las diferentes guadañas y sus segadores se verán obligados a elegir bando en este juego de poder, porque serán las personas corrientes quienes sufran de primera mano las ansias de muerte de un cabecilla que quiere cambiar las reglas para desatar los instintos asesinos de los segadores que se unen a su facción. Por ello será necesario que viejos conocidos reaparezcan y traten de poner fin a su liderazgo, aunque no será una tarea fácil.
“No se puede destapar una mentira sin haber destruido primero la voluntad de su público para creérsela. Por eso es mucho más efectivo conducir a la gente a la verdad que contársela sin más”.
Dividido en cinco partes, el libro resulta tan adictivo como los anteriores. No solo podremos reencontrarnos con viejos conocidos, sino que se nos presentarán algunos nuevos de lo más interesantes. Entre ellos me gustaría destacar a Cirro, y también a Jerico, o Jeri, que es un personaje no binario de género fluido que desde el minuto uno se convirtió en uno de mis favoritos. No puedo negar que me habría gustado tener más capítulos protagonizados por uno de mis personajes más queridos de los libros anteriores, pero, aunque Shusterman no me dio exactamente lo que quería, sí que nos da justo lo que necesitaba la historia para ser espectacular.
Conspiraciones, secretos, masacres, planes ocultos, reencuentros… Trueno de Neal Shusterman es un final a la altura de una trilogía que se confirma como una de mis favoritas. Repleta de giros inesperados y contada a través de capítulos cortos desde múltiples perspectivas para que la lectura sea adictiva y no puedas (o quieras) parar de leer. Terminas el libro con el corazón acelerado y una sonrisa. De nuevo, gracias a Pilar Ramírez Tello por su espectacular traducción de toda la trilogía, y a Nocturna por esa cuidada edición. Ojalá podamos seguir disfrutando de más novelas de Shusterman en español. Yo me he quedado con ganas de ver cómo adaptan esta historia a la gran pantalla, porque si le hace justicia a los libros puede ser espectacular.
¿Han leído Trueno? ¿Les llama la atención?
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¡Hoooola!
ResponderEliminarPaso por la reseña un poquito de puntillas porque no he leído los anteriores pero les tengo muchas ganas, yo creo que este año por lo menos el primero cae si o si ^^ Es que este mundo distópico en el que existen los Segadores me parece super intrigante.
¡besos!
Hola, Irene.
Eliminar¡Qué bueno que te animarás a leerlos! Una vez que empieces creo que los querrás leer los tres del tirón. Ya te digo que el mundo con los Segadores es alucinante. Shusterman crea un universo muy interesante y adictivo.
¡Ya nos contarás qué te parecen!
Besos