¿Cómo sería entrenar toda tu vida con el objetivo de convertirte en la guardiana de la emperatriz solo para descubrir que tras todo tu esfuerzo es otra la mujer a la que tendrás que proteger? ¿Cómo sería tu existencia si en vez de transformarte en la protectora de Vita Rosa terminas siendo la guardia de su gemela, Helda, pues ella es quien ocupa el trono? Una mujer que físicamente es igual a su hermana pero que lleva a la diosa de la Muerte y la Destrucción en su interior. ¿Qué harías si el imperio se desmorona y no sabes a quién le debes ahora tu lealtad? Hoy quiero recomendarles Dos hijas para la Muerte, de Andrea Prieto Pérez. Una novela de fantasía épica llena de dioses, de intrigas políticas y de una guerra ancestral que podría acabar con todo un imperio.
«Su hermana había hecho lo indecible para intentar mantenerlo todo a flote, pero el Imperio se hundía mucho antes de que ella tomara el poder. Mucho antes de que su madre cometiera traición al ocultar que había dado a luz a dos hijas en el parto. Era cuestión de tiempo».
Dividido en dos partes el libro se narra desde dos perspectivas: la de Titiana De Nero, una guardia que regresa al palacio luego de años de adiestramiento en las provincias, y la de Helda Rosa, la nueva emperatriz de Numia. Titiana es la hija de una guardia que cayó en desgracia. Una joven que se crio en el palacio y que como su progenitora era la sombra de la antigua emperatriz creció jugando con Vita Rosa, la heredera del trono. Cuando dejó la capital nuestra protagonista lo hizo con la esperanza de ir a formarse lejos, a fin de volver con los méritos y la experiencia suficiente para convertirse en sombra de Vita, la joven a la que había admirado (y querido) desde que eran niñas. Así que su mundo se queda trastocado cuando regresa al palacio solo para presenciar la manera en la que Vita renuncia al trono y deja todo el imperio en manos de su hermana gemela Helda.
Sin embargo, el problema principal es que Helda no debería gobernar. Al nacer después de la primogénita su verdadero lugar estaba con las Segundas Hijas, el poder religioso del imperio. Ellas de encuentran en contacto directo con los dioses a fin cumplir el pacto que hicieron los Rosa al fundar Numia con ayuda de las deidades: todos los segundos niños en nacer en cada familia deben ser enviados a los templos para que allí los dioses decidan si los van a destinar para albergar sus poderes y los transforman en venas (de manera en que puedan usarlos como su cuerpos en la Tierra). O si van a ocupar un lugar en el coro y se convertirán en los oídos o los ojos de los dioses en ese plano al que no pueden acceder directamente.
«El Imperio y las Segundas Hijas, el poder y la fe, habían sido siempre diferentes para los numiaros. Las hijas velaban, los emperadores proveían, los dioses cuidaban de todos. Aquello se había profanado».
El descontento de Titiana no puede ser mayor porque no sabe el paradero de Vita, nadie conoce qué pasó con la antigua emperatriz cuando abdicó. Si son verdaderos los rumores de que su gemela la asesinó o si está recluida en algún lugar. Así mismo no puede aceptar fácilmente que Helda, quien hasta entonces era la Primera Dama, ahora sea la nueva emperatriz. Una que lleva a su interior a la diosa de la Muerte y la Destrucción, una deidad aterradora de la que le gustaría mantenerse lo más alejada posible. Todo ello sin contar que el imperio se desmorona, no solo por los continuos ataques de los pueblos bárbaros vecinos, que incluso lograron apoderarse de una de las regiones, sino también por los rebeldes internos que piensan que la nueva emperatriz no tendría ocupar el trono, porque la religión no debería estar en el poder.
Por su parte, Helda es una mujer que tampoco está muy segura de si lo está haciendo bien al sustituir a su hermana. Una joven que lucha cada día contra la poderosa diosa que alberga en su interior por el control de su cuerpo. Porque está segura de que si deja al mando a la diosa de la Muerte acabaría con todos sin ningún remordimiento. El equilibrio entre cuando dejar que la diosa use sus dones y cuándo evitarlo hace que se sienta siempre al borde del desastre. Sin verdadero control. La nueva emperatriz ha visto una y otra vez entre las Segundas Hijas la forma en la que los dioses acaban con la vida de aquellos que les sirven como venas, así que conoce bien el precio de albergar la divinidad. Pero no pudo decirle que no a Vita cuando ella le propuso asumir el trono, porque Helda tiene claro que los mayores peligros y retos a los que debe enfrentarse el imperio aún están por llegar.
«Se miraba al espejo y estaba Vita. Solo era la mitad de alguien, ni siquiera una mitad buena. Su hermana era cruel y despiadada y manipuladora, y tenía derecho a optar a todo eso sin remordimientos. Mientras que ella solo era la segunda. La carcasa. El reemplazo».
Hay que destacar lo asombroso y complejo que es el mundo que crea la autora. Con sus dioses de inspiración grecorromana, y sus mitos propios que era fascinante ir descubriendo poco a poco. Me gustaron especialmente los personajes, no solo nuestras dos protagonistas tan diferentes y únicas, sino también las otras dos sombras compañeras de Titiana: Giove y Juven. Así como las profectas, las tres consejeras de Helda que están tocadas por la diosa de la Fortuna: Delia, Maira y Quinta. Sin olvidarnos de Silvia, la coronel. Todas son complejas y especiales a su manera.
Dioses, guerras, conspiraciones, traiciones, lealtad, amor… Dos hijas para la Muerte, de Andrea Prieto Pérez es una novela de fantasía épica emocionante. Que no solo tienen una ambientación compleja e interesante, sino unos personajes carismáticos a los que quieres ver crecer y evolucionar. No sé cuántas veces tenía ganas de gritarle a Titiana que abriese los ojos y mirase a Helda no como la copia incompleta de Vita (o de la versión idealizada de la gobernante que ella creía conocer) sino por quien es de verdad la nueva emperatriz. Pero si Titiana consigue hacerlo o no es algo que deben descubrir al leer. Si están deseando encontrarse con una historia llena de dioses e intrigas tienen que darle una oportunidad.
¿Han leído Dos hijas para la Muerte? ¿Les llama la atención?
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