Mediojuego, de Seanan McGuire

 

Si hay una autora con la que tuve amor al primer libro fue Seanan McGuire. Después de leer Cada corazón, un umbral (Runas, 2018) la primera novela de su serie Los Niños Descarriados sabía que quería seguir leyendo todo lo que publicarán en español de la escritora. Cuatro libros más tarde, sigo con las mismas ganas de seguir explorando los fascinantes mundos que ha ideado. Por eso no me pude alegrar más cuando Red Key Books anunció que publicaría: Mediojuego, la obra con la que la autora californiana ganó el premio Locus en 2020 a mejor novela. Y que llega con la traducción de Jesús Cañadas y una cubierta diseñada por Andrés Sáez. Una novela llena de alquimia y de unos gemelos separados al nacer que tienen el destino del mundo en sus manos. Otra de mis lecturas del #LeoAutorasOct 2023.

«Todo lo que Reed tiene que hacer es esperar. Sus cucos desplegarán las alas y todo el universo les pertenecerá».

El libro nos cuenta la historia de Roger y Dodger, dos hermanos gemelos separados al nacer que fueron creados por un poderoso alquimista llamado James Reed. Unos niños que desde muy pequeños muestran unas habilidades alucinantes: Roger con las palabras y Dodger con los números. Lo que no saben es que esas capacidades que no harán más que aumentar a medida que ellos crecen son parte de un plan. Su creador, Reed quiere la inmortalidad, convertirse en una especie de dios, y para ello debe encontrar La Ciudad Imposible. Y su única manera de hallarla es esperar a que los gemelos alcancen su máximo potencial y le enseñen el camino.

Así, esos niños que no saben que son hermanos y que se crían en extremos opuestos de Estados Unidos, de repente empiezan a interactuar. Un día, cuando tienen siete años, mientras Roger está intentando hacer unos deberes de matemática sin mucho éxito, escucha una voz en su cabeza que le dice cuáles son las respuestas correctas. Sin estar muy seguro de si la voz de Dodger es real, o una elaborada treta de su cerebro para crear una amiga imaginaria, el chico de las palabras empieza a comunicarse con la chica de los números. Viajando de un extremo a otro del país, viendo lo que el otro ve cuando establecen esa conexión.

«La tal Dodger, que no es real, no puede serlo, porque las voces en la cabeza no son reales, es demasiado cansina como para ser buena amiga imaginaria».

Pero digamos que Reed, el alquimista que los creó, no desea que los chicos establezcan una conexión tan pronto, ya que no entra dentro de sus planes. Así que esos niños verán cómo se interrumpe esa comunicación que los hacía sentirse completos. Y las consecuencias de esa nueva separación no serán iguales para los dos. Porque aunque son hermanos, son muy diferentes. Si bien ambos están solos y les cuesta en un principio hacer amigos, para Dodger es mucho más difícil que para Roger interactuar con los demás. No se supone que a las chicas les gusten las matemáticas, ni que sean mejores en ellas que todos sus demás compañeros.

De manera que cuando se reúnen por casualidad años más tarde, en el momento en el que tienen unos catorce años, hay heridas que sanar. Mucho tiempo perdido y que debieron haber pasado juntos que ya no pueden recuperar. Así, la relación que en un principio había sido tan fácil y natural, tiene muchas grietas que reparar. Pues la soledad de Dodger solo se ve incrementada con el regreso de Roger. Aunque esa conexión que los une, los ata de manera que ni ellos mismos llegan realmente a comprender. Puede que si uno de los dos muere el otro no tenga la oportunidad de sobrevivir.

«”No nos ha salido”, piensa, pero no sabe qué es lo que no les ha salido, y no saberlo es como tener una astilla clavada en la mente».

Dividido en siete partes, el libro empieza mostrándonos un fragmento del capítulo final. En el que vemos que el plan de los protagonistas no ha salido del todo como ellos habían pensado. Todos los capítulos de la novela están subtitulados con una línea temporal y la fecha en la que se está desarrollando. El primero dice así: Línea temporal: cinco minutos demasiado tarde, treinta segundos antes del fin del mundo. Y aunque es evidente que no entenderemos que está pasando con todos los detalles, hay suficiente información como para saber que lo que Dodger y Roger tienen que hacer no solo afectará su vida sino el futuro de toda la humanidad.

Además, a lo largo del libro también nos iremos encontrando con fragmentos de una novela titulada Más allá del muro de Woodward, escrito por Deborah Baker, la alquimista que creó a James Reed y todo un mundo imaginario que todos los jóvenes creen que es de ficción, como Oz o Narnia, pero que es la base para los experimentos alquímicos que luego hará Reed en busca de poder y de su divinidad. Esa Ciudad Imposible a la que aspiran llegar o la Senda Improbable que nuestros protagonistas deben recorrer. Sin embargo, ser la encarnación de dos fuerzas del universo es un destino más pesado y complicado de lo que nadie pueda imaginar.

«Son peligrosos. Quizá por separado no, pero ¿juntos? Juntos podrían destruir el mundo».

Alquimia, matemáticas, literatura, inmortalidad, fuerzas del cosmos encarnadas, la doctrina del Ethos, líneas temporales, hermanos, el fin del mundo… Mediojuego, de Seanan McGuire es una novela compleja y fascinante, en la que ir descubriendo el alcance de todo lo que está ocurriendo se vuelve tan adictivo como alucinante. En la que tenemos dos protagonistas a los que le tomamos cariño desde el primer momento. Unos hermanos que se quieren pero que se han visto condenados a estar separados y que terminan por temer el poder que ejercen cuando están juntos. Además, posee unos personajes secundarios que tienen que descubrir especialmente a Erin y la terrible Leigh (la segunda quizás les cause pesadillas). Si están buscando una historia que los desafíe y les vuele la cabeza tienen que darle una oportunidad.

¿Han leído Mediojuego? ¿Les llama la atención?

Más reseñas de la autora:

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Bajo el cielo de azúcar / En un sueño ausente