¿Pueden gustarte todos los libros que lees de una autora? La respuesta es sí, por lo menos si la escritora en cuestión es Catriona Ward y ha logrado volarte la cabeza con las cuatro novelas que han publicado en español. Porque aún sabiendo que en sus historias NUNCA nada es lo que parece, es muy poco probable que descubras de antemano cuál es el verdadero secreto que esconden. No hasta que ella decida darle la pieza clave que hará que todo lo que has leído se reconfigure en tu cabeza, haciendo clic. Porque todas las piezas están allí en el texto, pero tan bien escondidas que no logras verlas con claridad hasta que no pones el foco en el lugar preciso. Y si lo había logrado con maestría en sus tres novelas anteriores, en La bahía del espejo lo hace con aún más habilidad. Es un libro que va directo a mis favoritos del año. Otra de mis lecturas del #LeoAutorasOct.
«Por la noche hay susurros que se oyen más altos que los gritos».
La novela nos cuenta la historia de Wilder Harlow, un hombre que vuelve al lugar donde pasó los dos mejores veranos de su vida para tratar de escribir su historia. Porque ese lugar fue también en el que sufrió una tragedia que cambió su mundo para siempre. Ya que en el segundo de esos veranos que compartió siendo adolescente junto a sus amigos Nat y Harper, los marcó y los dejó unidos de maneras difíciles de describir. Puesto que mientras disfrutaba junto a sus amigos esos largos y despreocupados días bajo el sol, había un asesino en serie en ese pequeño pueblo costero y lo que hacía con sus víctimas perseguirá a nuestro narrador durante toda su existencia.
Todo empieza en el verano de 1989, cuando la familia de Wilder hereda una propiedad que era del tío de su padre, una casita de madera en la bahía del Silbador, en Maine. Sus padres deciden que antes de vender el lugar, deberían pasar el verano allí. Nuestro protagonista es un adolescente de dieciséis años que sufre bullying en el caro colegio de Nueva York donde asiste con una beca completa. Un joven solitario que quiere ser escritor cuando sea mayor y que cree que esas vacaciones serán la oportunidad perfecta para enamorarse. Eso es lo único que espera de ese viaje. Pero resulta que termina por hallar mucho más.
«—Escribir es poder —dice—. Es magia. Es una manera de mantener a alguien vivo eternamente».
En esa bahía en la que las rocas hacen extraños sonidos cuando el viento pasa entre ellas Wilder conocerá a Nat y a Harper, dos chicos de su edad con los que se hará inseparable. Con los que compartirá aventuras y amor. Porque tanto él como Nat caerán rendidos ante esa joven pelirroja que parece muy triste y que cree en la magia. Una chica que hace pequeños hechizos todo el tiempo y llora por la muerte de su perro, al que extraña locamente. Y así, pasan no uno sino dos veranos mágicos. Solo que la tragedia irrumpirá en sus vidas y las destruirá. Ya que en ese pueblo costero no solo hay un hombre perturbado con un puñal que se toma fotos con los niños durmiendo, sino un asesino en serie que destrozará sus vidas para siempre.
Superar el trauma y la rabia a través de la escritura puede parecer una buena solución, pero a medida que Wilder trata de dejar plasmado por escrito sus recuerdos, no puede evitar fijarse en la manera en que su presente se ve alterado. Así, lo que empieza como una novela sobre su pasado y esos veranos que lo cambiaron completamente, pronto se transformará en mucho más. Y no les puedo contar demasiado para no arruinarles las múltiples sorpresas que les tiene guardadas Ward. Pero les aseguro que no serán pocas, y que son muy difíciles de predecir, dado que las tramas y secretos están tan bien hilados que no será hasta que lleguen al último tramo que descubrirán que es lo que está ocurriendo realmente y cómo ese asesino en serie trunco la vida no solo de esos tres jóvenes, sino las de todo un pueblo.
«Los escritores somos monstruos, de verdad. Devoramos todo lo que vemos».
Escritura, trauma, asesinos en serie, veranos, magia, culpa… La bahía del espejo, de Catriona Ward es una novela adictiva y desasosegante. Que tiene el tipo de misterio que te hace leer sin parar y que te sorprende una y otra vez. Que pone de manifiesto el poder que tienen las palabras, y lo que puede implicar ser escritor. Me pareció fascinante la forma en la que juega con el lector, dándonos todas las pistas sin que podamos acertar hasta que llega el momento en que todo cobra sentido (y de qué manera). Estoy enamorada de la capacidad de Ward de crear atmósferas inquietantes, de hacernos dudar y de lograr que todo lo que hemos leído cambie con la frase justa en el momento adecuado. Si están deseando encontrar una novela que los sorprenda busquen La bahía del espejo en su librería de confianza.
¿Han leído La bahía del espejo? ¿Les llama la atención?
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