Ken Liu es uno de mis autores favoritos. Sus historias cortas en El zoo de papel y otros relatos, así como en La chica oculta y otros relatos son de las que me maravillaron y emocionaron (incluso hasta las lágrimas). Así que desde que empezó a publicar sus historias de fantasía épica que eran una interpretación libre del origen de la dinastía Han he esperado cada entrega y la he devorado con ganas. Por eso hoy quiero hablarles de El trono velado, el tercero de los cuatro libros de La Dinastía del Diente de León. Una novela de las que te cautiva y te rompen el corazón en partes casi iguales. Que nos llega en una bella edición en tapa dura y la cuidada traducción de Francisco Muñoz de Bustillo.
«Una mentira se convierte en verdad cuando suficiente gente tiene razones para pretender que es verdad».
Si aún no han leído La gracia de los reyes o El Muro de las Tormentas es mejor que no continúen leyendo esta reseña. Si bien no contiene spoilers del tercer libro de La Dinastía del Diente de León, si puede contenerlos del primero y el segundo. Si aún no conocen esta fantasía épica “silkpunk” (sí, el silk es por la seda) es hora de que le den una oportunidad. Se están perdiendo una historia alucinante llena de personajes carismáticos, una ambientación de las que les vuelan la cabeza e intrigas políticas de las que les quitarán el sueño. Mis reseñas por aquí: La gracia de los reyes y El Muro de las Tormentas
Dividido en cuatro partes El trono velado, como Ken Liu ya nos tiene acostumbrados, nos llevará entre pasado y presente para conocer a fondo los personajes que ahora tienen el protagonismo. Porque, si en El Muro de las Tormentas vimos cómo empezó el cambio generacional y los hijos de Kuni fueron ganando relevancia, en esta tercera entrega se verá la forma en la que afianzan su protagonismo y su poder. Así como la manera en que los nuevos actores también tienen una importancia creciente ahora que dos de las islas de Dara se encuentran en poder de los despiadados lyucu.
«Tenemos que contarnos historias para poder soportar todas las manipulaciones aleatorias a las que nos someten el destino y la fortuna».
Uno de mis personajes favoritos tiene en este libro una evolución impresionante y un papel fundamental con respecto al futuro de Dara: la princesa Théra. Después de ceder su trono a su hermano Phyro, zarpó para cruzar el Muro de las Tormentas y llegar a Ukuy-Gondé junto a los miembros de los agon, de manera que juntos puedan planear la destrucción de los lyucu y evitar que el pueblo de las praderas envíe nuevas excursiones a Dara que pongan en peligro a todas las islas. Porque no se puede negar que el uso que hacen de los garinafín (una especie de dragones) y su fuego, hace que sea casi imposible enfrentarse a ellos en igualdad de condiciones.
Pero la tarea que debe realizar Théra no será fácil. Los agon llevan mucho tiempo siendo esclavos de los lyucu, así que reunir apoyos, esconderse y formar un ejército capaz de vencer a su enemigo común no es una tarea sencilla. Se enfrenta a ella sabiendo que es una empresa que debe realizarse contra reloj (antes de la nueva apertura del Muro de las Tormentas) pero los prejuicios que existen entre los habitantes de Dara y los anon hará que sea un camino complicado, lleno de buenas intenciones pero también de disputas: porque tanto la gente de Dara como los agon recelan de los métodos del otro. Los primeros creen en la agricultura, mientras que los segundos piensan que sembrar la tierra no es algo que un guerrero deba hacer. En Dara la escritura es esencial, para el pueblo de las planicies es la oralidad la que cuenta la verdad. Y como esas hay un millón de diferencias a las que deberán enfrentarse antes de lograr su objetivo común.
«—¿Por qué no aferrarse a la esperanza cuando la alternativa es vivir la muerte en medio de la desesperación?».
Mientras en Dara, Phyro, anhela empezar una guerra que libere a la gente de las dos islas que se encuentran bajo el dominio de los lyucu. Sin embargo, la emperatriz Jia se niega de manera rotunda a hacer cualquier cosa que rompa el tratado de paz que firmó con los invasores y que se mantendrá vigente por diez años. Ya que la emperatriz conoce el precio real de la guerra, ese que paga el pueblo llano. Además, la regente está llevando en el más absoluto secreto un plan. Uno que parece tan terrible que nadie siquiera sospecha de su existencia. Ya sabemos que con ese personaje tan gris (que antes me caía tan mal) todo son intrigas dentro de más intrigas. Con este libro sí que llegué a comprender a Jia mejor, ahora temo y deseo ver cómo terminará todo para ella.
Por otra parte, en los territorios ocupados tendremos a Tanvanaki, la pékyu de los lyucu. Una líder que está haciendo todo lo posible por conservar su poder en esas islas que invadieron. Que trata de ser ¿justa? pero que se enfrenta a dos facciones diametralmente opuestas con respecto a lo que se debe hacer con los nativos de Dara que viven en las islas conquistadas. Mientras un grupo quiere mantener la paz y hacer que los nativos se unan al pueblo lyucu y su forma de vida, la otra facción aboga por la aniquilación de todos los nativos, por sembrar el miedo para mantener el control. Y es desgarrador ver como la segunda facción logra poco a poco imponerse y cumplir sus objetivos.
«Cada uno de nosotros tiene un papel en el gran juego de sombras que son la política y la guerra. ¿Quién sabe si será una tragedia o una comedia?».
Aunque un nuevo protagonista hará también su aparición, Kinri Rito, o como lo conocen por su nombre lyucu: Savo Ryoto. Un joven hijo de una poderosa líder del bando de los invasores que cree que se puede vivir en paz con los nativos. Un muchacho que tendrá que descubrir qué tanto de verdad y de mentira hay en las historias que cuentan los lyucu sobre la invasión de Dara, sus motivos y la verdadera actuación de los líderes guerreros durante esos primeros años en las islas conquistadas. Cuando él no era más que un niño.
Política, dioses, secretos, intrigas, inventos, guerra, paz… El trono velado, de Ken Liu siembra las semillas de planes y conspiraciones que veremos en su punto más álgido en la próxima entrega. Es una novela que nos lleva en medio de un conflicto en el que todas las partes creen tener la razón, y harán cualquier cosa para justificar sus acciones. Un libro que nos sorprende constantemente y que nos rompe el corazón. Que nos da esperanzas y también nos las quita. Que tiene incluso un concurso de cocina que termina por ser mucho más de lo que aparenta. Necesito leer lo más pronto posible Huesos que hablan, la cuarta y última novela de La Dinastía del Diente de León. Ansío saber qué ocurrirá con todos esos personajes a los que ya les tengo tanto cariño.
¿Han leído El trono velado? ¿Les llama la atención?
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