Pocas cosas me parecen más difíciles que escribir humor. Crear historias entretenidas que, igual que te mantienen leyendo sin parar, te hacen soltar una carcajada. Y si además la novela en cuestión de fantaciencia y humor, ya tiene todos los elementos para captar mi interés. Por eso hoy les quiero recomendar: Puedes llamarme Espátula, de Celia Corral-Vázquez. La novela ganadora de la primera convocatoria del Premio Droide de la asociación cultural Droids & Druids. Una historia muy divertida (y con un toque enternecedor) que nos habla de la desconexión entre nuestro cuerpo y nuestra mente.
«—Me agobia. Cuando estoy sin él, estoy mucho más tranquilo. He decidido que me quedo así».
¿Alguna vez se han preguntado qué diría nuestro cuerpo sobre el uso que hacemos de él? ¿Qué pasaría si tras un intercambio de mentes nuestro cuerpo se negase a recibir nuevamente a nuestra mente? Si decidiera rechazar nuestra conciencia e ir por libre porque así es más feliz. Precisamente eso es lo que pasa a Atilio, uno de los protagonistas de la novela. Un hombre que luego de haber utilizado los intercambiamentes de Corp OriMens se ve atrapado en un pendrive ya que su cuerpo se niega a recibir su mente de vuelta.
La segunda protagonista es Emeteria, Eme para los amigos. Una oficinista desdichada que trabaja en atención al cliente de la compañía que se encarga de los intercambios de mentes y la persona encargada de hacer que Atilio que ahora no es más que un pendrive que habla, aunque mejor sería especificar que grita, pueda recuperar su cuerpo. Y lo que podría ser una misión casi imposible se complica aún más cuando ese cuerpo se niegue en redondo a recuperar su mente.
«—¿Y cómo te sientes al ser un cuerpo sin mente?...—No sé. Simplemente, soy yo. Estoy tranquilo y voy haciendo lo que me pide el cuerpo».
Ya que Espátula, pues así decide autodenominarse el cuerpo de Atilio, no quiere de ninguna manera recuperar su mente. El agobio, el estrés y las restricciones alimentarias a las que constantemente le somete su conciencia le hacen muy infeliz, y decide quedarse libre. Así, con un pendrive que grita y la amenaza constantemente con demandarla, y una jefa que la presiona con perder su trabajo su no consigue solucionar el problema, Eme se verá envuelta en una serie de aventuras desternillantes en la que un cuerpo sin mente quiere ser libre, un grupo de matones desea vengarse de Atilio, y puede que la ayuda de una bruja sea lo único que les permita encontrar una solución.
Porque sí, en ese mundo además de tecnologías alucinantes que permiten el intercambio de mentes también hay magia. Una muy particular que está más relacionada con los adelantos tecnológicos de lo que podemos suponer en un principio. Y así, entre aventuras y desventuras conoceremos a unos personajes únicos y muy entrañables que nos harán cuestionarnos muchas cosas que damos por sentadas, mientras nos reímos sin parar, porque estamos aquí por el mamarracheo (y algunos por el orujo).
«Mi cuerpo ha pasado a ser un indigente apestado que lleva dos días andando por ahí en calzoncillos y albornoz. Dime que puedes hacer algo para arreglarlo, anda».
Fantaciencia, intercambio de mentes, brujas, orujo, crossfit, matones… Puedes llamarme Espátula, de Celia Corral-Vázquez es una novela ideal si quieres desconectar. Para reírte mientras conoces a Espátula y te cuestionas qué haría tu propio cuerpo si quedara liberado de los agobios que la mente le impone sin parar. Un libro muy divertido pero no por ello carente de reflexiones (o de bailes espontáneos y de una cantidad ingente de aves). Me quedo con muchas ganas de leer también la novela que la autora publicará próximamente con Crononauta y con la que resultó ganadora la V edición del premio Ripley de Novela. Más libros así de divertidos es lo que necesitamos todos para ser un poquito más felices.
¿Han leído Puedes llamarme Espátula? ¿Les llama la atención?
¡Hola! Seguramente sea una buena combinación esa mezcla de humor y reflexión. Un besote :)
ResponderEliminarEs realmente muy divertido pero también tiene su mensaje, es una lectura muy recomendable.
EliminarBesos