Puede que ya conozcan lo mucho que me han gustado los tres libros que, hasta ahora, había publicado David B. Gil. Por eso cuando se anunció que en su cuarta obra volveríamos al Japón feudal con el que nos enamoró en El guerrero a la sombra del cerezo y en el que nuevamente nos deslumbró en Ocho millones de dioses, solo podía esperarla con ansías. Hoy quiero recomendarles Forjada en la tormenta, una novela adictiva y asombrosa en la que acompañaremos a un samurái muy poco común mientras investiga la misteriosa desaparición de cinco chicas en una remota aldea. Uno de mis personajes favoritos de la primera novela de Gil tiene aquí una historia completamente independiente.
«Hasta la fecha no he encontrado crimen que no explicara la lujuria, la envidia o cualquier otra de las bajas pasiones humanas. Si los seres del inframundo verdaderamente cruzan a este lado, sin duda rehúyen a las personas».
Uno de nuestros protagonistas es Asaemon Hikura, el maestro rastreador del clan Sugawara a quien, tras una actuación no muy digna durante un torneo con arco en un festival, se le encomienda una misión en la que no puede fallar. En una aldea alejada de la capital, han desaparecido cinco muchachas y también han muerto los tres hombres que se internaron en la montaña a buscarlas. El señor de la región está decidido a enviar a Asaemon para que, con su presencia, se aplaque el descontento de los aldeanos. Que el samurái sea el encargado de averiguar cuánto hay de verdad en los rumores sobre el demonio de la montaña que, según indican los lugareños, es el responsable.
Sin embargo, si algo tiene claro el descreído Asaemon es que los peores monstruos se esconden bajo la apariencia de humanos. Decidido a cumplir con su encargo, pone rumbo a la aldea. Pero no se adentrará a la zona donde desaparecieron las chicas a ciegas. Contará con la inestimable guía de Yumiko, una joven cazadora que conoce el lugar como la palma de su mano. Una muchacha desesperada que ansía que el samurái tenga éxito en su misión, porque una de las desaparecidas es su hermana menor, Saya. Encontrarla es su prioridad, cueste lo que cueste. Incluso si eso implica perder su propia vida en el proceso.
«—Las mujeres siempre desaparecen, niña. Se las llevan los soldados, mueren al parir un hijo, o mueren de hambre con tal de alimentarlo».
Además de seguir la investigación criminal realizada por el samurái y la cazadora, en paralelo iremos descubriendo la historia de Nanami, la hija de un forjador de katanas que también vive en la región y que mantiene una relación secreta y prohibida con un joven samurái llamado Ryō Aratami, el guerrero encargado de administrar su aldea. Pero con la guerra, tanto ella como él deben elegir entre la lealtad, el cumplimiento del deber y su amor. Y sus elecciones estarán conectadas de forma inesperada con el destino de las jóvenes desaparecidas.
El lector atento, y que ya conozca la obra del autor, quizá pueda intuir cómo se entrelazarán las dos tramas que parecen totalmente independientes. Pero no se puede negar la maestría que tiene Gil para hacer con una aparente facilidad algo tan complejo. De manera que, aunque la búsqueda de las desaparecidas parece el motor principal, el libro está lleno de pequeños y grandes secretos que los mantendrá leyendo sin parar y sorprendiéndose frente a cada nuevo descubrimiento. Ante todas las nuevas piezas de ese rompecabezas complejo que se va completando página a página. Con cuatro protagonistas muy diferentes pero maravillosos de los que quieres saber cada vez más.
«Contra la mentira que uno mismo se cuenta hay poco que hacer, ni la verdad más evidente es capaz de rebatirla».
Me encantó encontrarme aquí con Asaemon Hikura, uno de mis personajes favoritos de El guerrero a la sombra del cerezo, y descubrir más facetas de ese cínico personaje en esta historia totalmente independiente. (Ahora mismo tengo muchísimas ganas de releer la primera novela de Gil y verlo desde esta nueva perspectiva que da conocerlo aún mejor). Pero no se puede negar que Yumiko y Nanami lograron robarme también el corazón. Es muy interesante leer sobre la persona real que fue la inspiración para crear a Nanami en los agradecimientos del autor. Gil siempre ha incluido personajes femeninos relevantes en sus novelas, manteniendo en la medida de lo posible la veracidad histórica del Japón feudal que tan bien sabe reflejar en todos los detalles. Pero aquí da otro paso más: las hace protagonistas. Y no puedo estar más contenta con el resultado.
Desapariciones, asesinatos, demonios, espías, sectas, guerra, secretos, intrigas, conspiraciones… Forjada en la tormenta, de David B. Gil, es un libro alucinante y adictivo. El escritor logra crear una impresionante novela policíaca ambientada en un Japón feudal que se siente real. Una historia en la que no contaremos con un detective problemático y a su fiel ayudante. Sino a un samurái que quizá no se comporta con la dignidad que se espera de su posición y una joven con una voluntad inquebrantable. Con unas descripciones tan visuales que es muy fácil imaginarse en medio de esa montaña remota e inaccesible, esperando encontrarte con un ser, quizá sobrenatural, pero muy real. Si están buscando una novela bien narrada y con buenos personajes que los lleve al Japón de los samurái tienen que darle una oportunidad.
¿Han leído Forjada en la tormenta? ¿Les llama la atención?
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