Ya saben lo muchísimo que disfruté de Gideon la Novena. Esa novela de nigromantes en el espacio que nos presentó un universo tan fascinante y lleno de secretos que me dejó alucinada, así como también con muchas ganas de seguir explorándolo. Por eso hoy quiero recomendarles su continuación: Harrow la Novena, de Tamsyn Muir. El segundo libro en la Tetralogía de la Tumba Sellada, una novela que ha resultado tan asombrosa (o más que su predecesora) pero también aún más exigente con el lector.
«—Necesito que ocultéis mi dolencia —dijo Harrowhark—. Como comprobaréis, estoy loca».
En este segundo libro la protagonista será nuestra querida Harrowhark Nonagesimus (Harrow para los amigos y enemigos). La última nigromante de la Novena Casa quien, tras todo lo vivido en la Morada de Canaán, no está pasando por su mejor momento. Aunque superó con éxito las pruebas del Emperador, sobrevivió y ahora pertenece al exclusivo y privilegiado grupo que forman parte de su séquito personal, ella no es una lictora como los demás. Digamos, sin entrar en spoilers, que la inmortalidad que debió alcanzar tras su paso por la Primera Casa no fue completa y debe lidiar con las consecuencias.
Sin poder regresar nunca a su antiguo hogar en la Novena Casa, Harrow deberá viajar a los confines del universo para llegar al refugio del Emperador y entrenar allí junto a los otros tres lictores si desea sobrevivir a una guerra que llevan luchando el Nigrolord Supremo y su séquito los últimos diez mil años, y que parece perdida desde el primer momento. Así, sin contar con todos los poderes de los que debería disponer, Harrow tendrá que prepararse para sobrevivir a un ataque de una Bestia de la Resurrección. Encuentro en el que todos creen que ella será la primera baja, pero puede que incluso no llegue viva a ese combate fatal. En esa nueva mansión gótica que es la casa del emperador hay más de un ser que está buscando matarla. Y lo más importante de todo, Harrow no puede confiar ni siquiera en sí misma.
«El cuerpo de un lictor normal podía valerse por sí mismo, pero, como todo el mundo bien sabía a esas alturas, tú no eras una lectora normal».
Harrow no recuerda parte de su pasado. Cuando despierta recibe de manos de Ianthe, una lictora en la que no puede confiar plenamente, unas cartas escritas por la propia Harrow en las que le pide a esa versión de sí misma consumida y agotada que siga una serie de instrucciones y que no busque respuestas. Además de esa pérdida evidente de memoria y de sus alucinaciones, en la novela contaremos con capítulos en los que la propia Harrow nos narra lo vivido durante el primer libro y su paso por la Morada de Canaán de manera diferente a la que todos sabemos que pasó. ¿Es solo un mecanismo de supervivencia de una mente rota por el dolor y la culpa o es mucho más? Tendrán que leerlo para descubrirlo.
Dividido en cinco actos, iremos acompañando a Harrow mientras se prepara para esa dura prueba que está marcada en el calendario como el día del asesinato del emperador y que nos da el marco temporal de referencia en el que iremos saltando adelante y atrás durante toda la novela. Referencia que además nos permite ir cambiando entre una narración en segunda persona que nos habla del día a día de Harrow, y luego esos capítulos relatados por nuestra protagonista en la Morada de Canaán y que nos parecen un verdadero delirio. Pero, aunque durante casi todo el primer acto estamos bastante perdidos, nada de lo que narra Muir está escrito al azar y vale la pena seguir avanzando. Es un rompecabezas complejo pero realmente satisfactorio que, cuando finalmente encajan las piezas, nos hace alucinar una vez más. Una de mis escenas favoritas del libro incluye una sopa y no diré más.
«Arrebatarle de ese modo el alma a un planeta era una sensación incómoda: iba a ser tu primera vez, la primera vez que ibas a asesinar a uno tú sola. Las criaturas no morirían de inmediato cuando lo hiciese el planeta. Pero sí que lo harían despacio».
Nigromantes, huesos, monstruos, planetas moribundos, fantasmas, renacidos, secretos, conspiraciones… Harrow la Novena, de Tamsyn Muir, es una novela increíble que, aunque exigente, no para de sorprendernos. Un libro lleno de humor negro que te hace soltar carcajadas, una ambientación que es alucinante y de uno personajes a los que quieres conocer más. De nuevo gracias a David Tejera Expósito por la traducción, si en español he tenido que consultar el diccionario en más de una ocasión no me imagino lo que implicó enfrentarse al manuscrito original. Si están buscando una serie que le vuele la cabeza tienen que darle una oportunidad a la Tetralogía de la Tumba Sellada. Ahora solo me queda esperar con ansias por Nona la Novena.
¿Han leído Harrow la Novena? ¿Les llama la atención?
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Hola!
ResponderEliminarTengo pendiente de leer Gideon, después de leer esta reseña sube un millón de posiciones porque qué pintaza tiene todo!! Ya te contaré cuando los lea pero seguro que los disfruto :)
Besos!
A mi Gideon me encantó, paree que es de esos libros que amas u odias pero yo estoy en el team de amor eterno para Tamsyn Muir. ¡Espero que te guste!
EliminarBesos