Para continuar con mis reseñas como jurado en los VII Premios Guillermo de Baskerville de Libros Prohibidos, hoy quiero hablarles de la segunda de las novelas cortas nominadas en dicha categoría.
¿Alguna vez se han imaginado cómo nace un gran héroe y se forma la leyenda? ¿Cómo puede pasar un adolescente esmirriado a transformarse en una de las figuras históricas más grandes de España? ¿Tienen curiosidad por saber cómo Rodrigo Díaz de Vivar llegó a ser el Cid Campeador? En Las mocedades de Rodrigo, de Almijara Barbero Carvajal, encontraremos una divertidísima aproximación a la figura que protagoniza el cantar de gesta más famoso de la literatura española. E incluye, entre otras cosas, una aparición mariana, un unicornio y un coro celestial.
«—Oh, pero qué clase de —¿Ser?, ¿abominación?, ¿¡bicho no identificado potencialmente peligroso!? Son algunos de los calificativos que Rodrigo podría haber utilizado en este instante para denominarla, en lugar de— … cosita eres tú».
Dividido en tres libros, conoceremos a Rodrigo Díaz de Vivar, un adoloscente flaco que no es más que un caballerizo, hijo de una de las cocineras del castillo de Sancha I. Pero su vida está a punto de cambiar radicalmente: la llegada de un poderoso ser del espacio (que luce como un gusano verde), y la aparición de la Virgen, o de al menos de una de sus advocaciones, transformarán a ese jovencito esmirriado en un héroe valeroso destinado a conquistar Valencia. Pero claro, antes tendrá que entrenarse y pasar unas cuantas pruebas.
Así que junto a su yegua, Babieca, transformada a su vez en un impresionante corcel con la crin rosa y azul (además de un cuerno en medio de la cabeza, es decir, en un unicornio de toda la vida) deberá partir para vivir sus aventuras. Pero no sin antes despedirse de Alfonso, uno de los cinco hijos de la reina Sancha I, que es su gran amor. A quien la inminente y repentina separación no le hace mucha gracias, pero que termina por aceptarla con resignación.
«Solo un estúpido —o el héroe de un cantar épico— elegiría la escena de la aparición mariana para ponerse a divagar sobre sí mismo».
Paralelamente a la historia de Rodrigo, a sus aventuras y desventuras, iremos descubriendo también las de Sancha I, su esposo Fernando I y de sus cinco hijos: Alfonso, Urraca, Sancho, Elvira y García. Retoños destinados a heredar el trono de su madre, y cuyas disputas internas quizá logren impedir que Urraca, la primogénita, se convierta fácilmente en la emperatriz de todas las Españas.
El libro se nos presenta casi como un manuscrito medieval, acompañado de una cédula real escrita por la propia «reyna», y ya desde la misma dedicatoria es toda una declaración de intenciones: «Dedicado a (usa el teclado predictivo)». La autora crea una historia llena de ingenio y situaciones absurdas con las que no pude parar de reír. Además, la espectacular y colorida ilustración de la portada, obra de Juan Alberto Hernández, nos da una pista sobre los personajes que encontraremos a lo largo de la novela.
«—Muchacho, qué pensarías tú del feroz, raudo y bravío Cid Campeador si apareciese en la corte con tres vejestorios y una apuesta y encantadora mujer en la flor de la vida como séquito —espetó Geperudeta».
Un héroe, un unicornio, una aparición de la virgen, un coro celestial, Fluflur, cachorritos sanadores… Las mocedades de Rodrigo, de Almijara Barbero Carvajal, es una novela corta que los hará reír desde la primera hasta la última página. Nunca el nacimiento de un héroe fue relatado de manera tan cómica. Rodrigo es un muchacho enamorado y con pocas luces que de manera repentina debe transformarse en un héroe. Todo ello mientras que la deidad que le debe guiar no está de muy buen humor. Las interacciones de nuestro protagonista con Geperudeta, así como con las otras tres divinidades que la acompañan, son simplemente desternillantes. Si están buscando un libro para reír sin parar tienen que darle una oportunidad.
¿Han leído Las mocedades de Rodrigo? ¿Les llama la atención?
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