La saga de Hrolf Kraki, de Poul Anderson.

Que los vikingos nos siguen causando fascinación, es un hecho de sobra conocido. Series como la fabulosa Vikings nos han mostrado parte de los entresijos de ese estilo de vida y sus costumbres, dejándonos  siempre con ansias de más, por eso al saber que Alianza Editorial iba a reeditar La saga de Hrolf Kraki, de Poul Anderson, no podía sino querer leerlo.

“En aquellos días, Dinamarca era menos extensa que ahora”.

En esta saga podremos conocer la historia de Hrolf, el  rey que unificó Dinamarca y trajo con su reinado un período de paz, prosperidad y progreso como no se había conocido. En el prólogo, Poul Anderson nos explica que Hrolf Kraki es para los daneses lo que Arturo para los británicos o como luego Carlomagno sería para los franceses. En la saga descubriremos primero la historia de su clan: los Skioldungos, y luego la de los diferentes guerreros que ayudarían a Hrolf a labrarse su fama.

Poul Anderson trata de hacer una reconstrucción de la saga, tomando como fuentes los manuscritos islandeses consagrados a la leyenda, centrándose no tanto en la exactitud histórica sino en reproducir el mito; para ello la narradora será una mujer llamada Gunnvor, quien luego de casarse viaja de Dinamarca a la corte del rey inglés Aethelstan y narra en sus salones la historia de nuestro héroe y sus guerreros.

Contaremos además de un corto capítulo dedicado a la narración, con siete capítulos largos, que nos hablan de las diferentes historias. La primera es la dedicada a Frodhi, donde vemos como el abuelo de Hrolf, Halfdan es asesinado por su propio hermano llamado Frodhi, cuando no contento con reinar junto a él, decide acabar con su hermano y sus hijos para así adueñarse de sus tierras. Pero Hroar y Helgi, dos niños que logran escapar de la  ambición de su tío, y con aliados inesperados deben aprender a esconderse, luchar, esperar y crecer para poder cumplir su venganza y ocupar de nuevo su lugar.

Esta parte de la historia resulta verdaderamente interesante, encontrarnos por primera vez en las islas y tierras que forman Dinamarca, ver las costumbres por las que se regían los pueblos, ver las leyendas de su fundación y cómo la magia está presente e interviene en sus destinos, desde mujeres gigantes esclavizadas para mover un molino, al uso de brujos y hechicero para descubrir el escondite de dos niños que huían.

Luego toca desentrañar la historia de los hermanos, Hroar y Helgi y las necesidades que pasaron antes de poder regresar con su pueblo, siendo uno calmado y prudente, mientras el otro era un guerrero inquieto y con ansias de aventuras. Aunque con temperamentos totalmente opuestos, los  hermanos lograron reinar y hacer prosperar su tierra, pues se repartían las tareas de manera en que se complementaron sin rivalizar.

Sin embargo, digamos que la impetuosidad de Helgi, le hizo humillar por venganza a la mujer errónea, y aunque logró encontrar la felicidad por un tiempo y tuvo junto a la mujer que amaba a Hrolf (nuestro protagonista)  termina teniendo un destino cruel y desdichado. Y es precisamente la suya, aunque plagada de pesares, una de mis historias favoritas en el libro. Si están familiarizados con la leyenda de Beowulf, aquí el afamado guerrero hará también aparición pues una de sus hazañas, tiene lugar en los salones de Hroar.

"Los hombres buscan ganar fama para que su memoria no muera con ellos".

En el capítulo 4, dedicado a Svipdag, nos mudaremos mucho más al norte, a Uppsala para conocer mejor al despiadado Adhils, el brujo rey de los suecos, quien jugará un papel fundamental en la suerte tanto de Helgi, como de Hrolf. Allí, entre sus hombres se encuentra un joven granjero que batallará por igual contra los temidos bersekir como con cualquier otro adversario, y que terminará luego, por su valor, entre los hombres de confianza de Hrolf, compartiendo ese honor con el noruego Bjarki y joven Hjalti, que son otros héroes cuyas historias también están plagadas de verdaderas proezas y magia. Si hay un personaje con el que sufrí muchísimo fue con Yrsa, cuya historia no quiero contar para que la descubran por ustedes mismos, pero que resulta asombrosa. 

Dioses, sacrificios, trolls, elfos de luz y elfos oscuros, brujería, hechizos, espadas mágicas, monstruos, maldiciones, madrastras malvadas, todas y cada una de las historias están plagadas de detalles impresionantes, donde las fronteras entre la realidad y la ficción se desdibujan y nada es fácil, la violencia es la moneda común, la venganza un estilo de vida, el honor lo es todo, un mundo donde los hombres no aspiraban a vivir muchos años y por ello necesitaban hacer lo que fuese para ser recordados.

La saga de Hrolf Kraki, de Poul Anderson es uno de los mejores libros que he leído en mucho tiempo y el trabajo de traducción de Lorenzo Martín del Burgo es excelente. Repleto de batallas  y comportamientos heroicos, pero también de los actos más reprobables, mostrándonos las dos caras de la moneda, el honor y la ambición por igual. Con unas descripciones que te hacen sentir el frío del inverno, la solemnidad de la celebración de Yule, el calor de los hogares tras un largo viaje, los fabulosos festines luego de una gran victoria, donde no faltará el hidromiel, o el designio de los caprichosos dioses. Recordándonos una leyenda que se contó de boca en boca durante siglos  antes de ser plasmada en papel, porque hay hombres y actos que merecen ser inmortalizados, ya sea por su grandeza o su crueldad.

¿Han leído La saga de Hrolf Kraki? ¿Les llama la atención?