Imaginen un mundo en plena revolución industrial pero repleto de magia. ¿Qué ocurriría si un mariscal diese un golpe de estado para derrocar al rey? ¿Y si la nobleza corrupta que mantenía en penurias al pueblo llano termina en la guillotina? Acabar con el monarca y su camarilla de poderosos hechiceros es solo el primer paso. Los cambios nunca son aceptados por todos y por algunos toca pagar un alto precio. Hoy quiero hablarles de Promesa de sangre, de Brian McClellan, la espectacular y adictiva primera parte en la saga de fantasía épica Los magos de la pólvora, publicada por el sello Gamon con la traducción de Federico Cristante.
«El rey había caído. Se había forzado un cambio en el país y el pueblo se vería obligado a elegir cómo reaccionar».
En esta novela coral contaremos con diferentes protagonistas que nos permitirán descubrir y recorrer parte de ese fascinante mundo creado por McClellan. El primero de ellos es el implacable Mariscal de Campo Tamas. Un poderoso mago de pólvora que ante la inminente firma de unos acuerdos entre el rey de Adro y el reino vecino, Kez, decide llevar a cabo un golpe de estado que impida que su país se convierta en la práctica en esclavo del reino junto a sus fronteras. Puede que se estén preguntando: «¿qué es un mago de la pólvora?». Como su nombre indica, son personas con la habilidad de controlar esa peligrosa sustancia. Entre sus muchas destrezas se pueden encontrar: capacidad para hacer disparos certeros a distancias imposibles, realizar detonaciones múltiples o incluso explotar desde grandes distancias la pólvora que tienen sus enemigos.
Otro de nuestros protagonistas es Adamat, un exinspector de policía reconvertido en investigador que se verá envuelto, sin pretenderlo, en la peligrosa conspiración de Tamas. Cuando el mariscal y sus magos de pólvora acabaron con los Privilegiados, los poderosos hechiceros que protegían al rey, recibieron de sus labios muertos una advertencia: «No se puede romper la Promesa de Kresimir». Así que el trabajo de nuestro dotado inspector (con una memoria que es capaz de recordar todo) será tratar de desentrañar qué peligros esconde esa extraña advertencia póstuma.
«Las respuestas quizá nos terminan condenando a todos».
Nuestro tercer protagonista es Taniel, otro habilidoso mago de pólvora que regresa a Adro tras dos años fuera. Un joven de veintidós años que estuvo luchando en una guerra que no era suya y que vuelve junto a Ka-poel, una extraña muchacha de un pueblo que todos consideran salvaje y que esconde mucho más de lo que aparenta. Taniel es el hijo del mariscal Tamas, y la relación que tiene con su progenitor no es ideal. El joven tendrá como misión buscar a la desconocida y poderosa Privilegiada que escapó de la matanza de su padre.
Por último, tendremos a Nila, una joven lavandera de una casa noble que presencia en primera persona cómo la familia para la que había trabajado desde adolescente es llevada a la guillotina. Aunque su instinto le permitió ayudar a uno de ellos. Desde su perspectiva conoceremos la otra cara de la revolución y sus consecuencias. Aunque su trama no tiene en este libro el mismo peso que las demás, todo apunta a que en los siguientes podría tener una mayor relevancia.
«Algo estaba sucediendo en Adro, más allá de la guerra y del golpe de estado y de todo lo demás, que era mucho más profundo de lo que todos suponían».
Como si lidiar con una guerra civil, con un pueblo hambriento y con el inminente e inevitable enfrentamiento armado con Kez no fuera suficiente, Tamas sufre un intento de asesinato que le hace sospechar de sus aliados en el golpe, los miembros de la junta que tendrían que gobernar el país tras la muerte del rey: Ondraus, el Tesorero de la ciudad; Ricard, el líder del sindicato de trabajadores; Charlemund, el archidiocel de la Iglesia; lady Winceslav, la dueña del grupo mercenario más grande del mundo; el Propietario, el líder de los criminales, y por último, Prime Lektor, el vicerrector de la Universidad de Adopest. Aunque quizás el mariscal esté ignorando, sin pretenderlo, una amenaza aún mayor. Puede que las leyendas sobre el dios fundador de los Nueve Reinos y de sus hermanos escondan más verdad de lo pueda parecer.
Revolución, guerras, conspiraciones, traiciones, magia, dioses… Promesa de sangre, de Brian McClellan, es una novela completamente adictiva. Repleta de acción y giros en la trama que los mantendrán, como en mi caso, devorando una página tras otra. El mundo y el fascinante sistema de magia que crea McClellan se nos presenta de una manera tan natural y orgánica que no importa su aparente complejidad, no encontraremos los temidos infodump. Desde mi punto de vista al libro le hace falta más protagonistas femeninas, y a los personajes, en general, algo más de profundidad. Pero les aseguro que el mundo, la historia y su evolución les dejará con ganas de más. Con ese final lo que nos espera en el segundo libro, La Campaña Escarlata, promete ser épico.
¿Han leído Promesa de sangre? ¿Les llama la atención?
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