No mires ahora y otros relatos, de Daphne du Maurier

Mientras más relatos voy leyendo, más me gustan. Son una manera ideal de descubrir nuevos autores u otras facetas de los conocidos, ya que nos permiten disfrutar de diferentes historias y estilos en unas pocas páginas; pero el tener una extensión más corta no los hace menos impactantes, o complejos, al contrario, hace que cada palabra y cada trama esté escogida con precisión. Hoy quiero hablarles de un perfecto ejemplo de por qué me gustan las historias cortas: No mires ahora y otros relatos de Daphne du Maurier, un libro que reúne cinco de sus textos más oscuros y perturbadores. 

"—No mires ahora —dijo John a su mujer —, pero hay un par de ancianas que intentan hipnotizarme, a dos mesas de aquí".

El libro empieza con una introducción firmada por las editoras donde nos hablan de la vida de Daphne du Maurier, de su infancia privilegiada y su educación; que fue una lectura voraz fascinada con crear mundos imaginarios. También nos cuentan sobre las diversas novelas que escribió y cómo la fama le llegó cuando Rebeca fue publicada en 1938, así como de las diversas adaptaciones de sus obras a la gran pantalla, entre las que se encuentran las dirigidas por Alfred Hithcock (Rebeca 1940, Los Pájaros 1963) y también la del relato que da nombre a la antología No mires ahora, dirigida por Nicolas Roeg. Una excelente manera de conocer a la autora detrás de los relatos. 

La primera historia con las que nos encontramos es la que da título a la antología No mires ahora. En ella se nos relata cómo las vacaciones de una pareja de ingleses, que se encuentran en Venecia, se ven trastocadas luego de un encuentro con un par de gemelas que aseguran que son videntes y que pueden ver a la hija de ambos sentados con ellos, a pesar de que la niña de cinco años lleva varios meses muerta. A ese primer encuentro casual, le sigue otro más en el que advierten a Laura que ella y su marido John deben abandonar la cuidad antes de que termine el día siguiente para evitar así un grave peligro. Aunque Laura cree todo lo que dicen las ancianas, su marido piensa que todo no es más que alguna especie de estafa. Les tocará leer el relato para descubrir quién de los dos tiene la razón. Inquietante a más no poder, es imposible parar de leer. 

"Había pasado tres meses desde la muerte de su esposa cuando reparó en el manzano por primera vez".

La segunda historia, El manzano, podemos ver cómo un hombre que desde hace poco es viudo se siente aliviado por la muerte de su mujer, pero esa tranquilidad desaparece cuando se da cuenta que el viejo manzano que está en el jardín le recuerda a ella. Así, empieza a rememorar su vida de casado y nos damos cuenta que quizás la mujer no era tan injusta como el hombre, que se siente una víctima tras veinticinco años de matrimonio, nos quiere hacer ver. Rencores acumulados, obsesiones, egoísmo y remordimientos, es una historia maravillosa de principio a fin. 

"Si soy amargo es porque, cuando cogí el virus, lo hice con total inocencia".

Le sigue, No después de medianoche un relato en el que un maestro de escuela con una vida totalmente aburrida llamado Timothy Grey nos cuenta cómo se contagió de un extraño virus tras unas vacaciones en Grecia. Lo que iban a ser unos días junto al mar dedicados a pintar algunos cuadros, se transforma gradualmente en el origen de todos sus males. Un bungaló en el que parece que ha ocurrido una tragedia, unos vecinos un tanto molestos, avaricia, mitología y muchos secretos. Es una historia que te mantiene intrigado hasta el final. 

"Había cumplido la primera parte de su expiación, pero el estanque exigía un sacrificio".

El estanque es quizás uno de los relatos más perturbadores del libro y también uno de mis preferidos, allí nos encontramos con Deborah y su hermano, dos niños que están disfrutando del primer día de vacaciones en la casa de sus abuelos tras un largo año escolar. La mágica vuelta al jardín que parece haber estado esperándolos y lo que realmente desea Deborah, visitar al estanque y descubrir ese mundo secreto que se esconde en sus profundidades. Aquí Daphne du Maurier crea una atmosfera opresiva e inquietante mientras nos va relatando los cambios en una niña que se quiere aferrar a mundos de fantasía. 

"Era el día en que le iban a quitarle las vendas y a ponerle las lentes azules".

Cierra el volumen Las lentes azules, otro de mis favoritos, en el que una mujer acaba de someterse a una operación para recuperar la vista y tras pasar de semanas en la oscuridad total, dejándose atender por su marido y un grupo de enfermeras de las que había dependido completamente durante su convalecencia y creía haber llegado a conocer, llega por fin el día de comprobar los resultados del milagroso procedimiento. Pero, aunque nuestra protagonista temía no poder ver nunca más, digamos que las consecuencias de la intervención son incluso peores a sus mayores temores. Cuando podemos ver más allá de las simples apariencias nuestro mundo cambia para siempre, un relato fabuloso y con un final asombroso.

Cinco relatos maravillosos, complejos, perturbadores, con atmosferas tan opresivas que se vuelven tan protagonista como los mismos personajes. Daphne du Maurier nos demuestra diversos registros para contarnos historias que son adictivas, críticas, y donde nada es lo que parece. No mires ahora y otros relatos es en definitiva un volumen fabuloso para disfrutar de la faceta más oscura de la escritora inglesa y una excelente manera de adentrarnos a esos mundos que tan bien se les daba crear. Además, la traducción de Miguel Sanz Jimenéz y la edición de La biblioteca de Carfax son maravillosas. ¡Leedlo! No se arrepentirán.

¿Han leído No mires ahora y otros relatos? ¿Les llama la atención?