¿Qué pasaría si viviésemos en un mundo donde los juegos de realidad virtual no fuesen imperfectos, sino que se sintiesen tan auténticos como los que experimentamos en sueños? Si ya no necesitásemos grandes y pesadas gafas para acceder a ellos. Si existiese un juego al que 90% de la población joven accediese regularmente, en el que se celebran grandes torneos a los que todos quieren participar y en el que los jugadores profesionales son considerados celebridades. Hoy quiero hablarles de Warcross de Marie Lu, una fascinante y adictiva novela donde la línea que divide la realidad del mundo virtual cada vez es más difusa.
"Todo es ciencia ficción hasta que alguien lo convierte en ciencia real"
Esta es la historia de Emika Chen, una joven hacker de dieciocho años que sobrevive en Nueva York trabajando como cazarrecompensas, persiguiendo a criminales que cometen delitos cibernéticos como apostar en Warcross y a los que la policía no tiene tiempo o recursos para buscar activamente y utilizan a personas como nuestra protagonista para hacer el trabajo sucio. Aunque podría utilizar su talento para la informática de otra manera, Emika se ha quedado sin otras oportunidades por unos antecedentes judiciales que le cierran la puerta del mercado laboral y un montón de deudas, algunas de ellas heredades de su padre, que murió cuando ella tenía solo once años.
La vida de Emika cambia cuando desesperada, decide hackear la ceremonia inaugural del torneo de Warcross, pero por error lo que debía ser un movimiento anónimo que le permitiría ganar lo suficiente para evitar perder su hogar, expone su verdadera identidad ante todo el mundo. Segura de que la enviarán a la cárcel, no puede creer su suerte cuando recibe una propuesta del mismo creador del juego Hideo Tanaka, a que viaje a Tokio para que trabaje para él.
"Hideo creó la mejor conexión cerebro-ordenador jamás diseñada. Unas elegantes gafas: las NeuroEnlace".
Emika no es la única que ha logrado vulnerar la seguridad de Warcross, hay otro usuario al que se le conoce como Cero que también ha logrado acceder sin autorización al juego y manipularlo, algo que debería ser imposible, así que Hideo Tanaka el joven que con 11 años inventó la tecnología que ahora todo el mundo usa, quiere que Emika usando su experiencia como cazarrecompensas lo encuentre y descubra sus planes. Para ello, hace que la joven se convierta en uno de los jugadores novatos que puede acceder al torneo más seguido por toda la humanidad.
Así, nuestra protagonista pasa de estar endeudada por encima de sus posibilidades, a tener la oportunidad de ganar tanto dinero que, si encuentra a Cero antes que los otros cazarrecompensas implicados, podría vivir cómodamente sin preocuparse nunca más. Para Emika, es la ocasión perfecta para empezar de nuevo, así que cuando es seleccionada para estar en uno de los equipos oculta a plena vista y con la oportunidad de estudiar a los otros jugadores, empieza su doble misión, mantener a su equipo por todo el tiempo posible en el torneo, para así poder encontrar al otro hacker y tratar de detenerlo.
Si bien es cierto que ver como Emika se integra a su equipo me gustó muchísimo, esa dinámica de pasar de trabajar en solitario a aprender a compartir con otros durante esas maravillosas partidas de Warcross y entrenamientos, lo que realmente más me gustó es ver cómo se va desarrollando la relación con Hideo, el joven reservado que parece soportar una gran responsabilidad, pero sobre todo muchos secretos.
"Toda puerta cerrada tiene una llave".
Con una ambientación fabulosa que nos lleva a disfrutar desde Nueva York a Tokio bajo una película de realidad aumentada, a los espectaculares escenarios donde se desarrollaran las diferentes partidas de Warcross (en el que cada uno es más impresionante que el anterior) es maravilloso ir descubriendo el pasado tanto de Hideo como de Emika, que nos ayudará a comprender sus motivaciones y su visión del mundo. Mención especial merecen tanto la edición de Nocturna, como la excelente traducción de Noemí Risco Mateo que hace que olvides que estás leyendo un libro que no fue escrito originalmente en español.
Realidad virtual, realidad aumentada, transmisión de pensamientos e incluso de sentimientos, lugares brillantes y los lugares oscuros que se esconden bajo estos, amistad y amor. Warcross es una historia adictiva que nos propone un futuro que se siente cercano, donde nada es lo que parece y que tiene el tipo de final que además de invitarte a reflexionar te hace desear tener la segunda parte a la mano. Si les gustan los juegos, desean conocer a una protagonista maravillosa o quieren ver hasta qué punto la tecnología puede moldear nuestras vidas los invito a leerle la novela, creo que Marie Lu los sorprenderá y fascinará en parte iguales.
¿Han leído Warcross? ¿Les llama la atención?
Este lanzamiento, que en principio no acaba de captar mi atención, poco a poco esta entrándome por los ojos. Me paso algo similar con Seis de Cuervos, y creo que va por el mismo camino de acabar anotándomelo en la eterna pila :)
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