In the Nevernever: El sabor de las penas, de Jude Morgan

El sabor de las penas, de Jude Morgan

02 febrero 2018


Mientras más leo sobre la vida de Anne Brontë y de sus hermanas, más admiración siento por su obra. Hoy, como parte de las entradas que estoy publicando para el proyecto Adopta una Autora (del que pueden leer más aquí) quiero hablarles El sabor de las penas de Jude Morgan, que acaba de ser reeditada por Alianza Editorial con la traducción de María Corniero. Una novela que se inspira en la vida de las tres grandes autoras para acercarnos aún más a estas maravillosas creadoras, que se escondieron primero bajo los seudónimos de Acton, Currer y Ellis Bell

"Otras penas no pueden transmutarse. Seis niños huérfanos de madre a los que hay que educar y mantener, y cinco son niñas sin dinero para atraer a un marido".

Al igual que pasa con Todo ese fuego de Ángeles Caso (reseñado aquí) El sabor de las penas no es una biografía sino una novelización de la vida de las hermanas Brontë, donde realidad y ficción se van tejiendo con maestría para hablarnos del día a día de tres autoras excepcionales que conocen desde muy pequeñas el dolor, que empezaron creando mundos imaginarios para unos soldados que fueron un regalo de su padre a su hermano Branwell, que crecieron aisladas y tuvieron que escribir porque aunque tuviesen todo en contra, era lo que realmente las hacía felices, si es que esa palabra se puede aplicar de algún modo a sus vidas. 

Dividida en tres partes, la novela empieza con la muerte que marcaría el destino de todos, la de Maria Branwell, su madre, poco después de nacer Anne, lo que deja solo al reverendo Patrick Brontë con seis hijos a los que educar. Sin una presencia femenina que los guíe, Elizabeth Branwell, hermana de la difunta Maria, decide mudarse con ellos para ayudar al clérigo con el cuidado y la educación de sus sobrinos. Una mujer religiosa y quizás un tanto fría, es una figura distante que solo se une un poco a Anne, pero que no logra reemplazar el cariño sincero de una madre con todos los demás.

"Pero no había a dónde ir, el lugar donde en realidad deseaba estar era inalcanzable porque era el pasado".

Preocupado por el futuro de sus hijas, el clérigo decide enviar a las dos mayores a Maria y Elizabeth a un internado donde podrían aprender lo necesario para luego llegar a ser institutrices, uno de los pocos trabajos dignos a la que una mujer de la época podía acceder para ganarse el sustento, algo que inquietaba a su padre, porque sin dinero las posibilidades de verlas casada eran escasas. A esa institución llegarán luego Charlotte y Emily, para sufrir en sus propias carnes lo estricta de la educación, el frío de las habitaciones sin ningún tipo de calefacción, la mala calidad de la comida, el infierno que se escondía tras lo que parecía un respetable internado para hijas de clérigos sin recursos.

El paso por Cowan Bridge acabó con la salud tanto de Maria como la de Elizabeth, que mueren muy poco después de caer gravemente enfermas y regresar a casa, otro episodio desgarrador que cambia su mundo y que deja a Charlotte como la hermana mayor, la referente para Emily, Branwell, y también para Anne. Aunque era en Branwell en quien su padre tenía todas las esperanzas y expectativas puestas, con su talento era el que podía velar por el futuro de sus tres hermanas, expectativas que probablemente se convirtieron en una cárcel para el joven y que nunca se verán realizadas.

"Lo que tienen esto de ser la pequeña es que siempre te hace parecer inferior. Hasta a ti misma"

Luego toca volver a la escuela, aunque nunca más a ese nefasto internado. Que Charlotte, Emily y Anne se preparen para el futuro y puedan desempeñar su papel como institutrices era fundamental, así que veremos cómo dejan su hogar para cumplir con lo que se esperan de ellas. Charlotte y Emily luego de estudiar llegan a trabajar como profesoras, hasta que Emily que no se adapta a ese papel vuelve a casa, el único lugar donde se siente libre. Anne empieza a trabajar como institutriz, son sus experiencias en el cargo lo que la llevan a escribir la fabulosa Agnes Grey, una obra que si aún no han leído les recomiendo muchísimo.

Así poco a poco, vamos viendo sus sueños y proyectos, así como también las decisiones que toman Charlotte y Emily al querer viajar a Bruselas para formarse y poder luego fundar su propia escuela junto a Anne. Todo ello mientras su hermano Branwell va pasando de un trabajo a otro, sin realizar ninguno con éxito, empezando a beber, e incluso involucrándose en una relación amorosa con la señora de la casa, donde su hermana Anne ejercía de institutriz para las niñas y él de preceptor para el pequeño heredero. Un hecho escandaloso porque era una mujer casada y que terminó con la renuncia de Anne y el despido a su hermano.

"Anne había descubierto que no era posible vivir sin ningún consuelo, aunque sí se podía vivir sin la menor ilusión. Posible y quizá incluso necesario"

Cuando la salud de su padre les impide irse lejos y el proyecto de fundar la escuela se desploma, cuando las penas de amor por las que pasaba Brandwell lo llevan a beber más y más y lo hacen adicto al láudano, llega el momento de escribir y de dar a conocer sus obras, Charlotte convence a Anne y a Emily para publicar un libro de poemas, y lo hacem bajo un seudónimo para mantener su anonimato y que no se las juzgue por ser mujeres, pero no pararían allí, luego llegarán las novelas que todos conocemos y amamos, Jane Eyre, Agnes Grey, Cumbres Borrascosas y La inquilina de Wildfell Hall. Aunque de nuevo la desgracia las estaba esperando a la vuela de la esquina, la muerte se llevaría a destiempo primero a Brandwell, a Emily y luego a también a Anne, sin que pudiesen disfrutar del éxito que estaban consiguiendo con sus novelas, y así en solo nueve meses Charlotte pasó de la hermana mayor a ser la única hija.

Si quieren conocer la vida de tres escritoras extraordinarias, El sabor de las penas de Jude Morgan es una buena oportunidad para hacerlo, a pesar de todo el dolor, porque Anne, Charlotte y Emily crearon libros excepcionales, que vienen a reflejar sus experiencias así como también sus anhelos, novelas en las que descubriremos su alma y su visión del mundo. Aunque me habría gustado ver más de la personalidad de Anne, la historia refleja lo que pudo haber sido la vida de las hermanas Brontë, tan misteriosa y enigmática como la de los personajes que ellas mismas crearon, que ahora como ellas son inmortales.

¿Han leído El sabor de las penas? ¿Les llama la atención?

2 comentarios :

  1. Yo me lo compré cuando salió pero todavía no lo he leído. Estoy pensando si leerlo después de leer todas las novelas de las Brönte o ya mismo. De momento sólo he leído Cumbres Borrascosas así que conozco muy poquito a las hermanas y temo que haya algún spoiler de sus novelas.

    Besos.

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    1. Yo creo que no hace falta haber leído todos los libros para leerlo pero si que si los has leído entiendes más cosas o lo disfrutas más. No te preocupes por los spoilers que el libro no destripa la trama de ninguna de las novelas, aunque sí usa elementos de las novelas para los personajes... como sus vivencias en un internado que es es el inicio de Jane Eyre porque está inspirado en la vida real.

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