In the Nevernever: Legado de jade, de Fonda Lee

Legado de jade, de Fonda Lee

20 diciembre 2023

 


«La sangre por el clan. La magia por el mundo. Todo por la familia». Cuando pasas tanto tiempo junto a unos personajes carismáticos es muy difícil decirles adiós. Precisamente eso es lo que me ha ocurrido con la Saga de los huesos verdes de la increíble Fonda Lee. Una autora que ha creado un mundo tan complejo y fascinante, así como unos protagonistas con tantas luces y sombras, que me resulta francamente complicado despedirme de ellos sin sentir un vacío. Sin embargo, la tristeza que me da terminar la trilogía no implica que no disfruté enormemente del último libro. Legado de jade fue todo lo que esperaba y más. Creo que por eso resulta aún más complicado despedirme de estos viejos amigos. Pero les aseguro que es un viaje alucinante que parece mucho la pena.

«Hacía seis años que era pedestal del clan. Más tiempo que Lan. Su hermano y él no se habían parecido mucho, pero quizá el cargo de pedestal provocara el mismo efecto en todos los hombres: los aislaba y agotaba antes de matarlos, ya fuera deprisa o despacio».

Si aún no han descubierto Ciudad de jade y Guerra de jade, es mejor que no continúen leyendo, porque si bien esta reseña no contendrá spoilers de Legado de jade, como el tercer libro es una continuación directa de los otros dos sí que puede arruinarles las sorpresas que esconden los anteriores. Si aún no conocen Kekon y sus clanes de Huesos Verdes, esos guerreros que usan el jade que solo se encuentra en esa isla para aumentar sus habilidades en la lucha, tienen que darle una oportunidad. A los libros los promocionan como «El Padrino con magia y kung-fu», y es eso pero también mucho más. Les dejo por aquí mis reseñas para que salgan a su librería más cercana a buscarlos.

Nos reencontramos con nuestros protagonistas aproximadamente un año y medio después de todo lo narrado en Guerra de jade. Cuando el clan Sin Cumbre se está enfrentando ya no a una guerra abierta y violenta en las calles de Kekon contra el clan Montaña. Sino que ahora se enfrentan a un arduo conflicto en el que Ayt Madashi y su gente quiere destruirlos primero económicamente y a través de la manipulación de la opinión pública antes de erradicarlos. Una guerra lenta que no por no ocurrir en las calles es menos brutal. Si los Kaul quieren sobrevivir como clan, deben seguir ampliando sus negocios en el extranjero, aumentar sus operaciones tanto dentro como fuera de Kekon, así como toda su rama comercial para no caer ante sus astutos rivales.

«Durante mucho tiempo había deseado destruir a Montaña con un solo golpe rápido y certero, aunque le costara la vida, pero ahora aceptaba que alcanzar la victoria sería un proceso lento. Necesitaba seguir con vida y aguantar más que sus enemigos».

Además, Sin Cumbre como clan buscará así mismo cambiar la percepción que tienen en otros países con respecto al jade y los guerreros que lo usan. Porque de eso depende la bonanza de Kekon. Una isla pequeña atrapada entre los conflictos armados de otras potencias que solo cuentan con los huesos verdes para defenderla ante posibles agresiones extranjeras, y de otra más que probable invasión. Un pueblo que ya se había visto en el pasado dominado por otros países al ser el único lugar del mundo donde se produce el jade bioenergético, ese que aumenta las habilidades de los luchadores que lo usan. Y que los extranjeros solo pueden portar cuando consumen una droga que evitan que se vuelvan locos por sus efectos. Una droga que ha mejorado con los años y cada vez es más segura. Lo que implica que el comercio de jade, así como su contrabando, no ha parado de aumentar.

Todo ello sin contar con la amenaza creciente que hay localmente. El surgimiento de un movimiento que desea eliminar a los clanes. Una organización que en un principio parecía solo la forma en la que algunos ciudadanos de Kekon demostraban su desacuerdo con la manera en que los clanes dominaban la nación. Pero que puede terminar por convertirse en un peligro mucho más grande de lo que nadie podía imaginar. Especialmente cuando algunos agentes externos pongan la mira en la desestabilización de la isla que posee todo ese valioso jade.

«Los clanes se habían vuelto demasiado grandes para atacarse directamente entre ellos sin provocar una catástrofe mutua, de modo que mantenían guerras subsidiarias a través de tributarios y aliados, bandas delictivas, espías, políticos y periodistas».

Y mientras tememos por la supervivencia de Sin Cumbre como clan, y nos preocupamos por todos sus miembros, Fonda Lee se encarga de estructurar la novela, de manera que podamos ver a nuestros queridos protagonistas crecer y evolucionar. Sembrar las semillas de futuros éxitos y también de horribles fracasos. De ver a los miembros más jóvenes de la familia Kaul luchar por encontrar no solo su lugar en el clan sino también en el mundo. Y es aquí donde la autora brilla una y otra vez. Porque a medida que amplía ese universo, sus protagonistas se van desarrollando y ganando una complejidad que nos hace alegrarnos por sus triunfos y sentir sus derrotas casi como personales. Es imposible no temer por el clan de Sin Cumbre ante los planes maestros que desarrolla Montaña para aniquilarlos.

No puede sufrir más viendo a ese Hilo de las primas páginas, ese Pedestal que siente lo ocurrido con Wen como una traición personal. O junto a Shae mientras ve cómo su trabajo como Hombre del Tiempo es cada vez más fundamental para la supervivencia a largo plazo del clan. O emocionarme junto a Anden al ver su evolución y la manera en la que encuentra su sitio en el clan sin ser directamente un guerrero de jade. Aunque quizás los personajes que me terminaron por robar el corazón fueron los de la nueva generación: Niko, Ru y Jaya. De ellos no les puedo adelantar mucho para evitar spoilers, pero me quedé muy gratamente sorprendida con todos.

«En el momento en que Sin Cumbre se quedara atrás, se ralentizara o se debilitara, caería y Montaña lo aplastaría».

Clanes, jade, honor, poder, guerra, intrigas políticas, conspiraciones, venganza, decisiones imposibles… Legado de jade, de Fonda Lee es un cierre espectacular para una trilogía que se convirtió automáticamente en una de mis favoritas. El complejo e interesante mundo que ha desarrollado Lee no solo se amplió en esta entrega, sino que evolucionó de manera alucinante. No me puedo imaginar lo difícil que fue escribir un libro así, plantando semillas y viendo como con los años darían todos esos frutos. Hay que agradecer que Insólita Editorial publicará con tanto mimo la trilogía en español, con las maravillosas cubiertas de Fran Mariscal Mancilla y la excelente traducción de Antonio Rivas.

Les he tomado tanto cariño a los personajes que me cuesta despedirme de ellos, pero lo hago con una sonrisa (ya lloré un par de veces mientras leía porque a la autora les gusta rompernos el corazón, pero le perdonamos todo). Me parece asombroso como Fonda Lee logra que nos terminemos por implicar emocionalmente con su historia y sus protagonistas, para sentir cada caída del clan Sin Cumbre casi como si fuese propia. Si buscan una historia adictiva y que los emocione, tienen que darle una oportunidad.

«El clan es mi sangre, y el pedestal, su señor».

¿Han leído Legado de jade? ¿Les llama la atención?

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