¿Qué ocurriría si tus conocimientos te convirtieran en un objetivo? ¿Si saber matemáticas te marcara como una proscrita, una criminal? Imaginen una versión del oeste americano en el que los matemáticos fuesen una especie de forajidos, perseguidos y ajusticiados por el Capitolio. Esos que quieren convertir los números y su saber en algo arcano, peligroso e ilegítimo, todo para mantenerse en el poder. Pueden dejar de imaginar. Precisamente ese es el ingenioso escenario que nos presenta mi segunda lectura del #LeoAutorasOct: Plomo al cuadrado, de Stark Holborn. Un adictivo western weird que me ha fascinado.
«”Matemágica”, había pintado en la pared de mi casa. Aunque lo mismo podría haber escrito: “Aberración”».
Esta es la historia de Malago Browne, una profesora que durante una buena época fue la criminal más buscada del oeste. Pero que lleva cinco años retirada. Viviendo en la clandestinidad y ocultando sus habilidades. Porque en ese mundo, sus conocimientos, que la hacen poseer un don letal como «matemágica» la convierte en un objetivo no solo para la infinidad de cazarrecompensas que abundan en el desierto, sino en especial para el Capitolio. La institución que los gobierna a todos y que transformó la matemática en algo ilegal.
Su retiro se ve interrumpido cuando un excompañero en sus viejos trabajos, Pierre Fermat, arruina su tapadera y llega con una propuesta a la que no se podrá negar. Tiene que ayudarlo a hacer un último golpe. Un gran atraco que les dará los suficientes beneficios como para huir de ese lugar en el que su existencia es un peligro. Recursos como para escapar de las garras del Capitolio y vivir una vida en la que no tengan que ocultar su saber. Y aunque en un primer momento la idea le parece descabellada, terminará por acceder.
«El dinero de este trabajo sería más que suficiente para retirarse. Podríamos colgar las pistolas para siempre si quisiéramos, comprar una casita al otro lado de la frontera… comprar libros de nuevo. Más que suficiente para que nadie volviera a molestarnos».
Así, junto a Ferm, Browne empezará a reunir a una banda de desadaptados para dar el golpe que pondría fin a su continuo huir de la ley. Un trabajo que necesitará de las habilidades particulares de cada uno de ellos para ser un éxito. Aunque, como es de imaginar, nada será tan fácil a pesar de sus cuidadosos planes. Una de las cosas que más me gustó de la novela fue ver ese concepto de «matemágica» en acción. Cómo las herramientas y los cálculos convierten a Browne en una tiradora letal. Y no les explicaré más, es mejor que lo descubran por ustedes mismos.
Matemáticas, sextantes, forajidos, sheriffs, cazarrecompensas y un último gran golpe… Plomo al cuadrado, de Stark Holborn, es una novela corta con un ritmo alucinante. Ciento cincuenta páginas que querrán leer del tirón y que nos presentan un mundo que derrocha imaginación. Utilizando un telón de western que se ve transformado por esa «matemagia» en algo novedoso pero familiar. Ojalá la autora escriba más historias en ese mundo, yo me he quedado con ganas de más. Tanto la edición de Ediciones el Transbordador como la cuidada traducción de Manuel de los Reyes son excelentes. Además, el libro viene acompañado por un interesante prólogo de Lavie Tidhar. Así que si están buscando aventuras inolvidables no dejen de leerlo.
¿Han leído Plomo al cuadrado? ¿Les llama la atención?
¡Holaaaaa!
ResponderEliminarPues no conocía esta historia corta, de hecho al principio pensaba que era una novela larga, pero GUAU, la premisa me parece suuper intrigante y creo que puede dar para mucho, además de que es muy original.
Me encanta el #leoautorasoctubre, siempre me llevo un montón de recomendaciones ^^
¡besos!
Hola, el libro se acaba de publicar en español. Yo tampoco lo conocía hasta que anunciaron la traducción pero ya te digo que es fabuloso. trepidante y divertido. Es muy original eso de unir las matemáticas con el oeste.
EliminarLa verdad es que el #LeoAutorasOct es maravilloso precisamente por eso, hay tal cantidad de autoras por descubrir que un solo mes se hace corto.
¡Un beso grande!