In the Nevernever: La Luna implacable, de Mary Robinette Kowal

La Luna implacable, de Mary Robinette Kowal

03 agosto 2021

 


¿Qué pasaría si el futuro de la humanidad dependiera de establecernos en las estrellas? ¿Qué ocurriría si la caída de un meteorito hiciese que, a largo plazo, la vida en la Tierra fuese inviable? ¿Y si el programa espacial fuera la solución pero algún sector decidiese que era más importante buscar opciones solo en el planeta y quisiese acabar con los viajes espaciales a toda costa? Hoy quiero recomendarles La luna implacable, de Mary Robinette Kowal, el tercer libro de la increíble y premiada serie La Astronauta.

«Al principio éramos una veintena, mientras que ahora había cientos de personas que vivían y trabajaban en el espacio».

Ambientada en 1963, esta novela que se podría considerar casi independiente porque cambia de protagonista, se desarrolla de manera paralela a la historia que se nos cuenta en El destino celeste. El libro inicia justo en el momento en el que la primera misión a Marte allí narrada se encuentra a mitad de camino de su destino en el planeta rojo. El lugar donde se quiere mantener una colonia que permita que la humanidad pueda establecerse cuando la vida en la Tierra sea imposible. El meteorito que cayó en 1952 está causando estragos que a largo plazo harán que las temperaturas sean tan altas que ningún tipo de vida será posible en el tercer planeta.

Aunque el programa espacial y el establecimiento de colonias en la Luna y en Marte son la solución que los científicos han propuesto, una parte de la población, que se hace llamar La Tierra Primero, piensa que el dinero invertido en esos proyectos se debería usar en la Tierra. Por ello buscarán acabar con el programa, aplicando métodos que son cada vez más agresivos.

«Algún día, la CAI permitiría que una mujer pilotase uno de los grandes cohetes, pero, por el momento, la lista de turnos nos mantenía ancladas en los roles de copiloto o calculadora de vuelo. Al parecer, las tetas me impedían manejar los propulsores. Adoraba mi trabajo, pero no había posibilidad de ascender».

Nuestra protagonista será Nicole Wargin, una de las seis primeras mujeres astronautas. Una piloto de cincuenta años que había estado durante la Segunda Guerra Mundial en el Servicio Femenino de las Fuerzas Aéreas. Una de las personas que pasa parte de su tiempo en la colonia establecida en la Luna, pero que cuando está en la Tierra es vista solo como la radiante esposa del gobernador Wargin, un político que apoya el programa espacial y que está deseando ser el próximo presidente de los Estados Unidos. Nicole es una de las amigas de nuestra querida Elma York, la mujer astronauta, la habíamos conocido brevemente en los libros anteriores y aquí tiene la oportunidad de brillar. 

Cuando uno de los cohetes enviados a Luna sufre una avería fatal, aunque sin pérdidas humanas que lamentar, la misión en la que Nicole debería regresar a la Colonia Artemisa es adelantada. Y su papel dentro de la misma cambiará también de manera radical. Nuestra protagonista no irá como copiloto o como una astronauta más, sino para ser la secretaria del administrador de la Luna. Al menos eso es lo que todos creerán. La verdadera misión de Nicole es descubrir quién es el infiltrado o infiltrados que Tierra Primero logró ingresar en la base y que buscan acabar con la vida de todos los que se encuentran en el satélite.

«¿Cuántos lugares consideras un hogar?».

Lo que parecen simples fallos y accidentes aislados son mucho más. Hay toda una conspiración que busca acabar con la credibilidad del programa espacial y si para conseguirlo deben matar a los astronautas y a todas las personas que participan en él, parece que, para los terraprimeristas, ese es un precio aceptable. Dividido en tres partes, de nuevo la traducción de Aitana Vega es excelente.

Conspiraciones, sabotajes, espías, el espacio, discriminación, racismo, pérdida… La luna implacable, de Mary Robinette Kowal, es una novela asombrosa desde la primera hasta la última página. Una historia adictiva que nos presenta la lucha de una astronauta para ser reconocida por su propia valía en un mundo que la discrimina por ser mujer, y que además debe lidiar con un trastorno de la alimentación tan estigmatizado como la anorexia. Repleto de humor y tensión, la búsqueda del culpable es tan emocionante como imaginar la vida diaria en una colonia lunar, con sus múltiples desafíos y peligros. Además, tras leer el epílogo solo tenía ganas de aplaudir. Si están buscando una historia de ciencia ficción alucinante y llena de crítica social tienen que leer la novela.

¿Han leído La Luna implacable? ¿Les llama la atención?

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2 comentarios :

  1. Me la apunto, ¡gracias por la reseña! :)
    Un saludo.

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    Respuestas
    1. ¡Gracias a ti por pasarte y comentar! Es un libro increíble, espero que lo disfrutes.

      Saludos

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