El problema de la paz, de Joe Abercrombie

Empezar las reseñas de un libro de uno de mis autores favoritos es siempre complicado. La delgada línea que separa un comentario del tipo “¿qué hacen aquí? salgan corriendo a comprar la novela” de otro que les ofrezca información útil de porqué deberían hacerlo, se vuelve difícil de establecer. Hoy quiero recomendarles El problema de la paz de Joe Abercrombie, el segundo libro en la trilogía La era de la locura. Una novela fascinante que nos permite regresar al Círculo del Mundo que ahora está inmerso en su propia revolución industrial, y a una Unión que está cada vez más al borde del colapso. Y sí, deberían estar leyendo a Abercrombie si aún no lo han hecho.

«El problema de luchar por el bien, creo yo... es que cuando empieza la lucha, se acaba el bien».

Si aún no han leído Un poco de odio, novela con la que inicia la trilogía, es mejor que no continúen leyendo. Ya que, aunque no contiene spoilers del segundo libro, al ser una continuación directa del anterior puede haberlos de la primera parte. Si aún tienen dudas sobre si vale la pena descubrir esta nueva aventura en el mundo que exploramos por primera vez con La Primera Ley les dejo por aquí mi reseña.

El problema de la paz se encuentra dividido en tres partes y continúa con la numeración que empezó en el libro anterior. Iniciamos aquí por la cuarta parte, en la que nos reencontraremos con nuestros queridos protagonistas. Personajes que han visto cómo su situación personal ha cambiado, en la mayoría de los casos en contra de su voluntad y no siempre a mejor. Iremos cambiando de perspectivas y localizaciones para recorrer un mundo que se encuentra inmerso en todo tipo de problemas y un descontento general cada vez más peligroso.

«Orso nunca había querido ser rey. Le gustaba incluso menos que ser príncipe heredero, si es que era posible. Pero ya que era rey, estaba decidido a hacer algún bien con su posición».

Orso, ese príncipe que no tiene muy buen concepto de sí mismo, es ahora el rey de la Unión. Y a pesar de que nunca ha querido asumir esa responsabilidad, pretende usar su poder para hacer el bien. Aunque el joven monarca pronto descubrirá que la corona le ofrece pocas o ninguna oportunidad de hacer las cosas correctas. Lo que empieza como una desconfianza del Consejo Abierto en la que participan los nobles y el Consejo Cerrado, los hombres mayores y de confianza del rey que se encargan en la práctica de gobernar, traerá muchos conflictos a un reino que además debe enfrentarse a la amenaza de Los Quemadores y Los Rompederos.

Savine, nuestra despiadada inversora no está viviendo su mejor momento en los negocios ni en lo personal tras los sucesos traumáticos que vivió durante el último alzamiento de los plebeyos. Sin embargo, pronto se le presentará una oportunidad de recuperar la posición que perdió y quizás mucho más. Una boda con la persona adecuada es una muy buena manera de lograr una posición de mando, un lugar para usar su ingenio y encanto. Pero cuando cree que las cosas no le podrán ir mejor tocará decidir si quiere arriesgar todo y hacer una apuesta aún mayor. Una que implica riesgos quizá mortales, pero con beneficios con los que solo podría soñar.

«Era el problema que tenían las canciones. Solían terminar antes de que todo se fuese a la mierda».

En el norte nos reencontraremos con mi querida Rikke. Ahora que el Ojo Largo (ese que le permite tener visiones) está aún más descontrolado debe buscar una solución. Sufre ataques constantes y se encuentra tan inmersa en esos vistazos a pasados que fueron y futuros que serán, que no puede ver el presente. Por ello deberá realizar un viaje y encontrar a una hechicera que la ayude a acabar con ese estado que la está consumiendo inevitablemente. Deberá decidir qué clase de vida quiere llevar, si desea renunciar a su poder y tener una vida ordinaria, o seguir con esas visiones que no puede manejar.

También en el norte estaremos junto Trébol, ese oportunista y viejo guerrero que se mantiene bajo las órdenes de Stour Ocaso y que nos muestra cómo el despiadado joven lobo está descontento con la paz. Las ansias de guerra y de conquista hará que se junte con unos aliados inesperados para buscar a través de un nuevo conflicto armado la oportunidad de afianzar su dominio en el norte, sin importar lo que cueste.

«No queda mucha magia en el mundo, y la que hay no merece el precio a pagar. Más te vale esperar que no encuentres más que trucos y embustes».

Otro que no está muy contento con la paz es Leo dan Brock, el joven león que ansiaba el poder que ejercía su madre en Angland, y que ahora solo ve en ese trabajo un montón de horas perdidas entre papeles y viejos gruñones. Leo arde en deseos de encontrarse de nuevo en el campo de batalla, y se encuentra muy dolido por la guerra que tuvo que lidiar y ganar sin la ayuda de la Unión. Por ello, como es más presto a la cólera de lo que le gustaría admitir y más manipulable de lo que se podría esperar de un guerrero con su fama, se verá envuelto en un peligroso juego de poder, uno de consecuencias inimaginables.

Acompañando a Savine encontraremos a Broad, un exsoldado que ahora trabaja para una de las mujeres más poderosas de toda la Unión. Su labor consistirá en ejercer la persuasión en nombre de su señora. Y eso es si por persuasión entendemos la violencia más atroz. Es un hombre que asegura que se quiere mantener alejado de los problemas, pero parece que ellos siempre lo terminan por hallar. Su pasado con Los Rompedores ya le demostró a donde podían llevar las buenas intenciones. Ahora sólo le queda sobrevivir por el bien de su mujer y su hija, aunque ello implique hacer cosas que quizás no querría, o tal vez sí.

«A veces —murmuró—, la única manera de mejorar las cosas es destruirlas para poder reconstruirlas mejor. A veces, para cambiar el mundo, primero debemos incendiarlo».

Por último tendremos a uno de mis personajes favoritos de esta nueva trilogía: Vick. Su trabajo como Inquisidora y espía la llevará a estar dentro de las mayores conspiraciones y amenazas de Unión. Será su ingenio y su pericia lo que la hará viajar hasta Westport para evitar que la región decida salir de la Unión y unirse a sus enemigos de Estiria. Es innegable que con todos los capítulos narrados desde su perspectiva disfruté muchísimo. Esa joven que sabe lo que es sobrevivir a una brutal prisión es mucho más de lo que aparenta.

De nuevo, Abercrombie nos trae una historia plagada de giros sorprendentes y diálogos mordaces; con personajes que nos asombran una y otra vez con las decisiones que toman. El autor juega con nuestras expectativas y nos da ante cada conflicto algo mucho mejor de lo que podríamos imaginar. Decir que aquí es casi imposible distinguir entre buenos y malos es un eufemismo. La mayoría de los personajes son tan grises que es difícil tomar partidos, así que terminas sufriendo por todos. De nuevo gracias a Manu Viciano por traernos todo el humor e ironía del grimdark de Abercrombie en español. Además, la edición especial de la librería Gigamesh viene acompañado por un fascinante relato llamado La gema, que nos brinda otro vistazo a ese mundo despiadado y cada vez más capitalista.

«Si pretendemos arriesgarlo todo, no podemos limitarnos a dar por hecho que nuestros enemigos fracasarán. Tenemos que amañar tanto la baraja a nuestro favor que solo podamos ganar».

Problemas con los nobles y plebeyos, descontento generalizado, traiciones dentro de traiciones, manipulación, guerra civil... El problema de la paz, de Joe Abercrombie es una novela adictiva que, además de estar llena de crítica social, tiene unos personajes a los que sin que lo puedes evitar, terminas por apreciar. El libro está lleno de giros asombrosos y de pequeños guiños a las novelas anteriores que serán muy apreciados por los fans. La nueva generación está cometiendo sus propios errores a lo grande y pagando las consecuencias, verlo es fascinante (y demoledor). Tras ese final, la espera por el último libro será una tortura. Que no los asuste el grimdark, leed a Abercrombie y dejaos asombrar.  

¿Han leído El problema de la paz? ¿Les llama la atención?

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