In the Nevernever: A tumba abierta, de Joe Hill

A tumba abierta, de Joe Hill

30 marzo 2021

 


Una buena colección de relatos nos lleva a descubrir un sinfín de mundos y horrores creados en pocas páginas. Si bien es cierto que las novelas permiten desarrollar esos universos y a sus protagonistas con mayor profundidad, los buenos cuentos tienen que condensar esa información para que todo sea relevante, logrando así emocionarnos y sorprendernos en distancias cortas, lo que no siempre es fácil. Pero cuando se hace bien da lugar a maravillas como las que encontramos en A tumba abierta, de Joe Hill. Una antología con trece cuentos cortos, dos de ellos escritos a cuatro manos por el escritor y su padre, un autor de terror del que puede que hayan oído hablar: Stephen King.

«También sigo creyendo que los libros se rigen por los mismos principios que los armarios encantados. Uno se adentra en ese espacio tan pequeño y cuando sale al otro lado se encuentra con un inmenso mundo secreto, un lugar más aterrador y al mismo tiempo más prodigioso que el suyo».

El libro arranca con una divertida y muy interesante introducción titulada ¿Quién es tu padre? En la que Joe Hill nos explica, entre otras muchas cosas, por qué decidió escribir utilizando una especie de seudónimo, para así no aprovecharse de la fama de King al empezar a publicar. Y cómo en un primer momento intentó escribir novelas que nada tenían que ver con el terror, buscando así mantenerse lo más alejado posible de la sombra de su padre (al que siempre ha admirado y al que adora). En resumen: esos intentos salen mal. Es en el momento que acepta que lo que quiere contar es terror cuando finalmente encuentra su voz.

Acelera, la primera de las obras escritas junto a Stephen King, es la encargada de iniciar la antología. Aquí nos encontraremos con un grupo de motorizados que se ven envueltos en una carrera por su vida contra un camión que hará todo lo posible por acabar con ellos. Y aunque creo que es de los relatos que menos me gustó, el trasfondo de los personajes es tan interesante y está tan bien escrito que, aunque la carretera y la velocidad no sean lo mío, casi podía sentir el olor y el calor del asfalto al leer. Le sigue El carrusel de las sombras, una de mis historias favoritas. Cuatro jóvenes dan una vuelta en un extraño carrusel de feria sin sospechar que una mala decisión iba a cambiar su destino para siempre. No les cuento nada más para que lo puedan descubrir por ustedes mismos.

«Mientras paseaba entre los caballitos, observé a las criaturas de la Rueda con una mezcla de fascinación y repulsa. Me parecía una colección tan singular como inquietante de bichos grotescos».

La estación de Wolverton nos presenta a un hombre de negocios despreciable (pero muy orgulloso de serlo) que toma un viaje en tren sin saber que el mundo que creía conocer iba a transformarse en un lugar hostil, al menos para él. Junto a las aguas plateadas del lago Champlain es otro de mis favoritos. La historia de una niña de diez años con mucha imaginación que hace un descubrimiento alucinante. Me sorprendió mucho y me dejó el corazón un poco roto, pero es que sus protagonistas son entrañables. ¡Leedlo!

El fauno, otro de mis favoritos, es quizás el relato que más fantasía desprende. ¿Qué ocurriría si alguien descubre la puerta a otro mundo, pero, lejos de explorarlo sin hacer daño, se dedica a cazar a las criaturas que allí habitan? Es fascinante de principio a fin y está lleno de giros alucinantes.

«Desde entonces he matado de todo, faunos y orcos, gorgoritos y sibilos, y ahora me complace brindar a otros hombres la oportunidad de cazar criaturas de cuento de hadas, de abatir a las bestias de los cuentos para dormir».

Apariciones desplazadas es, como bibliófila, el relato que más disfruté del libro. Es la historia de un hombre que por casualidad termina trabajando como bibliotecario en la biblioteca móvil de la ciudad en la que nació. Sería un trabajo a tiempo parcial satisfactorio pero rutinario, si no fuese porque de repente nuestro protagonista se encuentra con personas de otra época en la búsqueda de su última lectura. Lo único que importa eres tú nos lleva a un futuro no muy lejano en el que una adolescente (que desde un primer momento nos parece un tanto egoísta) se ve obligada por las circunstancias a cambiar los planes que tenía para su cumpleaños número dieciséis. Aunque quizás un amigo inesperado haga cambiar su suerte. La huella dactilar está protagonizado por una veterana de guerra que acaba de regresar a su hogar. Una mujer transformada por lo que allí tuvo que realizar y que ahora debe sobrevivir a una nueva y letal amenaza.

«No tiene nada de extraño entrar en una biblioteca y empezar a conversar con los muertos. En las estanterías se agolpan las mentes más brillantes de varias generaciones, a la espera de que alguien se fije en ellas y les diga algo para poder establecer un diálogo. En las bibliotecas, los muertos y los vivos se reúnen con absoluta naturalidad a diario».

El diablo en la escalera es el relato de un joven que pronto descubre que las mentiras pueden ser el camino más adecuado para conseguir lo que desea. Tuiteando desde el Circo de los Muertos nos relata de tuit en tuit como una adolescente cabreada con su madre en un viaje familiar por carretera, se ve envuelta en un muy surrealista ataque de zombis. Rosas, otro de mis favoritos a pesar de su dureza, nos cuenta cómo un adolescente, hijo de un padre controlador y paranoico, debe descubrir la verdad sobre la muerte de su madre. Pocos personajes me han parecido más despreciables que el padre que se retrata aquí, aunque la historia de violencia que hay detrás es más tristemente común de lo que muchos quieren admitir.

«TYME2WASTE Qué mala hostia tiene. Le acaba de decir a papá que me encantará el circo porque es como internet.

7:18 PM – 2 mar a través de Tweetie

TYME2WASTE YouTube está lleno de payasos, los foros son para gente que escupe fuego por la boca y los blogs para los que necesitan la luz de los focos.

7:20 PM – 2 mar a través de Tweetie».

Cierran la selección En la hierba alta, escrito junto a Stephen King, y Queda libre. En el primero de ellos el dúo padre e hijo nos cuenta la historia de una hermana y un hermano que, atravesando Estados Unidos en coche, se detienen junto a la carretera de un pueblo abandonado para auxiliar a un niño que pide ayuda. Y aunque no lo pueden ver ya que se encuentra perdido entre la hierba alta que cubre un lado de la carretera, deciden adentrarse en el extraño paisaje y socorrerlo. La última historia es una narración coral que nos presenta cómo sería vivir el inicio del apocalipsis desde un lugar un tanto inusual: viajar en un avión mientras el mundo se acaba a tus pies.

«Pero para entonces la realidad empezaba a parecerse mucho al suelo: líquida y traicionera».

Criaturas fantásticas, seres aterradores, hombres lobos, dinosaurios, fantasmas, zombis, el fin del mundo… A tumba abierta, de Joe Hill, es una colección de relatos excelente y con mucha calidad. A las historias no les falta ni crítica social ni humor, tampoco una muy buena dosis de giros que algunas veces nos dejarán con el corazón roto y otras con ganas de reír a carcajadas porque el escritor jugó contigo y con sus expectativas. Hay crueldad y violencia y, sin duda, los seres más aterradores de la antología son los humanos. Hill crea en pocas páginas trasfondos para esos protagonistas que hacen que los sientas muy reales. Aquí toca darle gracias por la excelente traducción a Pilar Ramírez Tello y Manuel de los Reyes. Si el autor ya me había gustado en NOS4A2 (mi reseña) con estas historias cortas solo puedo declararme fan. Si están buscando relatos de terror dadle una oportunidad.

¿Han leído A tumba abierta? ¿Les llama la atención?

4 comentarios :

  1. Con unas ganazas de leerlo tremendas. Después de leerte aún más.

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    1. Es que los relatos son buenísimos, yo me sorprendí muy gratamente. ¡Disfrútalos mucho!

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  2. Respuestas
    1. Yo he leído solo dos de sus libros pero ahora necesito más, los relatos son increíbles.
      ¡Besos!

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