Escribir una reseña a la altura de un libro que has amado es muy complicado. Si además, esa novela es la cuarta entrega de una serie de fantasía épica que te ha mantenido conquistada desde 2016, cuando se publicó la primera parte en español, la dificultad crece aún más. Pero si a todo eso le sumamos que está escrita por uno de tus autores favoritos te quedas casi sin palabras que le hagan justicia. Sin embargo, déjenme hacer un intento, porque tengo que recomendarles Huesos que hablan, de Ken Liu. La última entrega de La Dinastía del Diente de León. Una novela que cierra de manera espectacular una de las series de fantasía más imaginativas y sorprendentes que se han publicado en los últimos años.
«La muerte solo triunfa cuando dejamos de aprender y de crecer».
En los cuatro libros de La Dinastía del Diente de León Ken Liu nos trae una interpretación libre del origen de la dinastía Han. Una fantasía épica con la que el autor chino-estadounidense creó su propio subgénero literario: el «silkpunk». Ideando inventos únicos que unen la seda, el bambú y otros elementos naturales con el objetivo de crear portentos sin iguales, y que en cada libro nos alucinan más y más. Otra de las características de la serie es que se da un cambio generacional. Los personajes que conocimos, amamos y odiamos en las dos primeras novelas van dando paso a sus descendientes para que sean los que se vuelvan protagonistas y sigan con la evolución de ese mundo que no deja de cambiar.