Ya les he comentado con anterioridad lo difícil que me parece escribir humor. Idear una historia o unos personajes que consigan sacar sonrisas y/o carcajadas al lector es una tarea muy complicada. Pero cuando se hace bien, pueden salir maravillas como la que les quiero recomendar en esta reseña. Una novela que mezcla las risas y lo absurdo con el terror cósmico para crear un “humor cósmico” que tan pronto nos hace reír como pasar un mal rato. Hoy me gustaría hablarles de El horror de Réquiem, de Marc Pastor. Una obra que se publicó originalmente en catalán y que nos llega en español gracias a Runas con la cuidada traducción de Antonio Torrubia.
«Réquiem no se imagina que un gesto tan ínfimo, una cleptomanía de tan poco monta, ha ligado su destino al de Aquel Que No Puede Ser Nombrado».
El libro, dividido en tres partes, nos cuenta la historia de Réquiem, un técnico de autopsias que, sin pretenderlo, se ve envuelto en una extraña y letal investigación. Un técnico sin muchas aspiraciones, que un día se encuentra ayudando con la autopsia de una joven que encontraron flotando en el puerto de Barcelona. Y podría haber sido solo un cadáver más de los que pasan por la mesa de nuestro protagonista a diario si no fuese porque en su estómago la chica ocultaba un extraño anillo. Una sortija que Réquiem roba sin dudar demasiado porque cree que nadie la echará en falta.
El problema es que, tras apropiarse de manera indebida de la joya, Réquiem empieza a tener inquietantes pesadillas. Y los aterradores sueños hacen que termine por obsesionarse con descubrir qué llevó al suicidio a Lynette Santes Creus. Al igual que determinar cuál es el origen del anillo con la misteriosa H que encontró escondido en su estómago. Pero nada será fácil, primero porque nuestro protagonista es un perdedor que no tiene ningún talento como investigador y segundo, porque la conspiración en la que estaba envuelta Lynette es mucho más compleja y peligrosa de lo que nadie puede imaginar.
«La entrada a un club privado con el propósito del exterminio de la raza humana y la dominación mundial era una cosa que no se tenía que tomar a la ligera».
Sin embargo, Réquiem no estará solo tratando de salvar a la humanidad de un destino terrible. Nuestro protagonista contará con la ayuda de Dalsy y Kurosawa, sus compañeros de piso. Y aunque un par de fracasados y una chica con una catana no es lo que nadie espera para ser sus salvadores (bueno, quizás Dalsy y su catana, sí), son los que nos tocan en esta historia y logran que el camino no pueda ser más hilarante. Las descripciones que hace Marc Pastor de todos los personajes y de las situaciones absurdas en las que se ven envueltos logran que sea imposible no reír. Y aunque más de una vez me pregunté qué hacía una joven adicta a la horchata viviendo con ese par de desadaptados, recordé lo caro que es vivir en una ciudad como Barcelona y las pocas opciones.
La investigación de Réquiem y sus amigos nos llevará primero hasta el hospital psiquiátrico donde estaba recluida Lynette Santes Creus, así como a descubrir el trágico final de toda su familia. Pero también nos hará visitar mansiones calcinadas (o lo poco que queda de ellas), a bibliotecas para buscar libros que vuelven locos a quienes los leen, a mansiones donde sociedades secretas aguardan la llegada de Aquel Que No Puede Ser Nombrado (a las que quizás tengamos que viajar participando en una excursión no demasiado legal), por no hablar de la visita a un burdel de carretera para ser testigos de un exorcismo, o leer sobre las pasiones de Kurosawa con mujeres mayores y disfrutar de cameos que harán que los fans del Corvoverso estén felices.
«Busco relación efímera porque se acerca el fin de los días y no tengo tiempo que perder».
Cultos secretos, monedas malditas, mansiones que arden, caserones ruinosos, conspiraciones, seres marinos, costura, el fin del mundo, notas a pie de página y hasta un número musical… El horror de Réquiem, de Marc Pastor, es una novela divertidísima que me hizo soltar carcajadas en más de una oportunidad. Llena de humor, mitos, aventuras disparatadas y de referencias a la literatura no solo de H. P. Lovecraft, sino también de Robert William Chambers. Me lo pasé fenomenal junto a Réquiem, Dalsy y Kurosawa, y me sorprendió descubrir que el libro tiene tres finales diferentes, así que el lector puede escoger (al mejor estilo de “Elige tu propia aventura”) con cuál de ellos se queda. Si están buscando una novela ideal para desconectar de todo y reírse un buen rato, tienen que darle una oportunidad.
¿Han leído El horror de Réquiem? ¿Les llama la atención?
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