In the Nevernever: Un círculo completo, de Beatriz Alcaná

Un círculo completo, de Beatriz Alcaná

11 octubre 2024

 


Imaginen un futuro en el que podemos visitar épocas pasadas bajo pedido. Uno en el que existen bucles artificiales que se han creado para que, las personas dispuestas a pagar por ello, puedan pasar algunos días en el pasado. No viajes en el tiempo exactamente, sino bucles separados y estabilizados de líneas temporales pasadas que se repiten una y otra vez. ¿Qué ocurriría si en uno de esos bucles encontrarás a la persona a la que has admirado desde que eras niña? Hoy quiero hablarles de Un círculo completo, de Beatriz Alcaná. La historia con la que la autora de Teseo en llamas ganó el XVIII Premio de Novela Corta Encina de Plata.

«En eso consistía su trabajo, después de todo… en acondicionar el terreno para que sus clientes lo pasaran en grande y en tratar de que encajaran lo mejor posible en el París de 1910 sin arruinar la experiencia».

Narrado desde dos puntos de vistas que se van alternando conoceremos la historia de Viviane Vallot y Denis Dumont. Dos jóvenes que, en ese futuro tan único que propone la autora, trabajan como guías de una pequeña agencia que realiza viajes al pasado. Aunque técnicamente viajar al pasado es imposible, en un universo que nos presenta Alcaná se ha descubierto una tecnología que permite estabilizar bucles temporales para que las personas adineradas puedan viajar a épocas anteriores. Al menos a una versión de ese tiempo que se repite a sí misma una y otra vez, y que los ricos pueden recorrer con el objetivo de vivir una experiencia real aunque ese viaje no tendrá impacto en la línea temporal del mundo en el que viven. Es visitar el pasado pero sin consecuencias.

(Cuadro  de Jean Georges Béraud)

Viviane es una guía en el París de 1910. Su trabajo consiste en preparar todo lo necesario con el propósito de que los viajeros (a los que su agencia insiste en llamar “observadores”) puedan disfrutar de sus días en la Belle Époque sin preocupaciones. Nuestra protagonista se encarga de reservar los hoteles, llevarlos a los restaurantes y de conseguir las entradas para la ópera, de manera que los viajeros puedan gozar de esa experiencia sin tener que preocuparse por los aspectos más aburridos y mundanos que implican de verdad viajar al pasado y moverse por él sin dificultades. Es un bucle temporal que nuestra protagonista conoce bien, y al que vuelve una y otra vez porque en él se encuentra una persona a la que idolatra: Gustave Gosselin, un autor al que ha admirado desde que era niña.

Por su parte, Denis Dumont se encarga de ser guía de sitios como el París de los años 20, pero no será la única época en la que le tocará trabajar. Junto a él conoceremos más de los aspectos técnicos de los bucles temporales y de los diferentes negocios y destinos a los que los más pudientes pueden acceder con facilidad. Digamos sin caer en spoilers que para él el trabajo es solo un medio con el que ganarse la vida, pero que no lo disfruta tanto como Viviane. Ellos trabajan en la misma agencia, y aunque Denis siente un interés genuino por Viviane intuye que su relación no tiene futuro.

«Era una línea-mundo sin solución de continuidad. No falsa, no simulada; tan solo finita y artificial, que se itera una y otra vez mientras una condición siguiera cumpliéndose: que alguien estuviera dispuesto a pagar una pequeña fortuna a cambio de pasar unos días en un pasado distinto pero paralelo, prácticamente indistinguible del de la línea-mundo original».

Es impresionante la forma en la que la autora recrea y nos describe un periodo como la Bella Époque. La manera en la que nos narra, por ejemplo, un viaje a la ópera para ver el estreno de Salomé que se siente real. Son tantos los detalles y es de admirar la maestría con la que la Alcaná usa la mitología y la historia a fin de crear su propia novela sobre un amor no correspondido y a una protagonista dispuesta a todo para encontrar su versión de un final feliz. Es imposible no emocionarse junto a sus personajes. Dejarse llevar al pasado e imaginar que somos otro de esos viajeros que pagan por experimentar en primera persona una época pasada y maravillarnos por el resultado de esa expedición.

Así mismo, me parece fascinante como con pequeñas pinceladas crea tantos escenarios alucinantes para esos viajes. Todo lo referente a los bucles en la época de Jack el Destripador me dejaron con ganas de más. Las posibilidades de esos viajes son infinitas y los malos usos que se pueden hacer de ellos también. Me gustaría resaltar la manera en la que en solo cien páginas la autora crea una historia cautivadora que se puede leer del tirón pero que tiene muchas capas y que no podrán olvidar con facilidad.

«Ese mundo que se había vuelto uniforme precisamente para satisfacerlos a ellos, nunca más les bastaría. Tenían —quienes podían tenerla— la urgencia de conocer no otros mundos, sino otros tiempos, rastreando así las emociones que su presente ya nos les proporcionaba».

Viajes en el tiempo, amor, desamor, arte, literatura, secretos, anhelos… Un círculo completo, de Beatriz Alcaná es una novela corta asombrosa. Que no solo posee una ambientación compleja y alucinante, sino también una historia de amor emocionante y mucha crítica social. Los bucles temporales ofrecen una sin fin de posibilidades y la autora aprovecha para hacer una declaración de amor a una época tan llena de belleza como de injusticias. Al igual que me pasó con Teseo en llamas me encantó la manera de escribir de la autora, de llevarnos al pasado y que se sienta real. Así como todas sus referencias. Si están buscando una novela de ciencia ficción con viajes temporales muy diferentes a los que solemos leer, tienen que darle una oportunidad.

¿Han leído Un círculo completo? ¿Les llama la atención?

Otra reseña de la autora:

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