¿Qué estarían dispuestos a hacer para escapar de un hogar opresivo? De un padre y una madre que nunca le han dado amor. De un pueblo sin futuro. ¿Qué pasaría si el lugar al que vas lejos de encontrar la paz esconde secretos aún mayores? ¿Y si la farmacia de los Egeo que debería convertirse en tu nuevo refugio oculta horrores? Hoy quiero hablarles de Teseo en llamas, de Beatriz Alcaná. El libro ganador del XXVII Premio de Novela Ciudad de Salamanca. Una novela de terror sobrenatural que me ha encantado de principio a fin.
«Quién era yo es lo de menos. No era nadie. No era nada. Pero estaba a punto de entrometerme en las vidas de otras personas. Esas vidas fueron todas miserables. Y aun así la historia que importa es la suya. La mía no vale nada. Pero la suya, la de ellos… Esa historia es increíble».
Ambientada en Madrid en 1951, la novela nos cuenta la historia de Berta. Una joven de diecinueve años que deja atrás su vida de miseria y maltrato en el pueblo en el que vivía con su padre y su madre con el objetivo de mudarse a la capital. Sale de la casa familiar para ir a vivir junto a su tío político, Pedro Egeo, el viudo de su tía Poli. Un farmacéutico que heredó la farmacia familiar de la calle Justa. Un negocio que tiene más de cien años abierto, y ha pasado de padres a hijos. Aunque su tía Poli murió hace casi diez años, y desde hace cuatro está nuevamente casado, cuando Berta le escribe pidiéndole ayuda a fin de encontrar trabajo para dejar el pueblo, Pedro le ofrece un puesto en su farmacia.
Berta será la nueva manceba de la botica de los Egeo, la ayudante que se encargará de atender al público ahora que una de las chicas que trabaja allí deja el local con el fin de casarse. A la joven la alojan en la planta baja, la zona destinada al servicio y más cercana a la farmacia. En sus primeros días ni siquiera sube a la planta noble de la casa. Esa en la que están las habitaciones de su tío Pedro de cincuenta y nueve años y de Fedra, su joven mujer. Una mujer hermosa y de buena familia que terminó casada con él cuando su padre perdió su fortuna. Una esposa con la que ahora no se lleva bien, aunque todos dicen que el principio se desvivía por complacerla. En esa planta principal también está la habitación de Román, ese primo díscolo que estudió medicina y del que nadie habla en casa.
«Lo que realmente puede arrastrar a un hombre o a una mujer a convertirse en un monstruo es, precisamente, no ser capaz de dejar de amar».
Además de conocer la historia de Berta y su pasado, iremos descubriendo también la de los otros habitantes de la casa. Empezando por la del difunto Gabriel Egeo, el padre de Pedro. Un hombre que participó como parte del Cuerpo de Sanidad Militar en la Guerra de los diez años en Cuba. Un conflicto lleno de horrores que no solo le arrebató su alegría y parte de su cordura, sino en el que también presenció un misterioso ritual que cambió su vida para siempre. Una obsesión que no solo transmitió a su hijo Pedro, sino también a su nieto Román.
Ir descubriendo todos los secretos que se esconden en esa casa harán que tanto Berta como nosotros no podamos parar. Porque ya desde el inicio sabemos que ocurrió algo terrible. Lo primero que encontramos en la novela es una necrológica que nos indica que uno de los protagonistas muere. Pero desentrañar cómo llega a su fin esa vida se vuelve adictivo, aunque lo sepamos desde la primera página (o precisamente por ello). La manera en la que la autora dosifica la información y todos esos saltos al pasado, hace que sea imposible parar de leer, porque solo queremos respuestas.
«Se apropió de un legado y unos conocimientos que no le pertenecían y los pervirtió. Uno no puede apoderarse sin más de lo que no es suyo y manejarlo a su antojo».
Secretos, amores no correspondidos, celos, libros prohibidos, guerra, rituales… Teseo en llamas, de Beatriz Alcaná es una novela increíble. Un libro escrito con maestría que nos lleva a un Madrid de los años cincuenta que se siente auténtico. Que no solo esconde secretos terribles, sino también brutales asesinatos y más de una obsesión. Con unos personajes llenos de matices que se sienten reales y junto a los que no podemos evitar sufrir. Si están buscando un libro de terror diferente tienen que darle una oportunidad. Es lo primero que leo de la autora, pero no será lo último.
¿Han leído Teseo en llamas? ¿Les llama la atención?
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