La Luna quiere matarte y tiene mil formas de conseguirlo, eso dice en la portada de Luna. Luna Nueva, la grandiosa novela de Ian McDonald, y es una forma bastante buena de resumir los cientos de peligros que supone para los humanos establecer allí un hogar, porque eso es precisamente lo que ha ocurrido. Buscando los valiosos recursos que esconde el satélite, cinco familias, apodadas los dragones, han establecido en la Luna un mundo nuevo, con sus propias leyes e idiosincrasia, un lugar donde todo, absolutamente todo, es negociable.
"En la Luna no hay delitos, no hay robo, no hay asesinato. Solo hay contratos y negociaciones".
La novela inicia con Lucasinho Corta, el nieto mayor de Adriana Corta, la fundadora de Corta Hélio, que junto a cinco jóvenes más van a realizar una especie de rito de iniciación entre las familias de los cinco dragones, una caminata por la Luna sin ningún tipo de protección. Una acción imprudente y casi suicida en la que tienen solo 15 segundos para cruzar de una esclusa a otra, algo menos de 10 pasos antes de que la presión, la temperatura, la falta de aire y todas las condiciones de la Luna acaben con ellos de manera verdaderamente dolorosa.