Imaginen cómo sería su vida si fueses la aprendiz de un Justicia. Un representante de la ley que recorre todos los rincones de un vasto imperio para hacerla cumplir tanto a los señores como a los plebeyos. Piensen que implicaría ser una joven huérfana y tener de maestro a un miembro de la Orden de la Magistratura Imperial que no solo defiende la ley con sus amplios conocimientos, sino también con sus poderes arcanos o la espada cuando es necesario. Hoy quiero hablarles de La justicia de los reyes, de Richard Swan el primer y adictivo libro de la trilogía de fantasía épica El imperio del lobo. Que nos llega con la cuidada traducción de Jesús Cañadas.
«Habíamos viajado a Rill por la misma razón por la que viajábamos a todas partes: para asegurarnos de que la justicia del Emperador se cumplía incluso en los bordes más alejados del Imperio Sovano».
Nuestra narradora se llama Helena Sedanka y la conocemos cuando no es más que una joven huérfana de las Guerras Imperiales que lleva dos años como asistente del justicia sir Konrad Vonvalt. Al formar parte del tribunal itinerante de Vonvalt, Helena viaja por todos los rincones del inmenso Imperio Sovano (conocido como el Imperio del lobo), para hacer cumplir la ley común. Porque si algo tienen claro en ese vasto imperio en constante expansión es que nadie está por encima de la ley. Y para hacerla cumplir existen los justicias, los temidos representantes de la Orden de la Magistratura Imperial.
Los justicias tienen tanto poder que únicamente el emperador está por encima de sus decisiones. Además, no solo son estudiosos que conocen las numerosas leyes y reglas del imperio, sino que también tienen poderes arcanos como La Voz del Emperador, que obliga a decir la verdad a la persona que la escucha. O también un don tan temido como odiado por el pueblo llano: la capacidad de hablar con los muertos. Una nigromancia que no se puede practicar al azar, ni tampoco es un poder común que posean muchos de los miembros de la magistratura.
«Solo un justicia puede obligar a un hombre a hablar cuando este no quiere».
El primer caso que vemos resolver al tribunal itinerante de sir Konrad son las acusaciones de brujería en un lejano pueblo llamado Rill. Allí el justicia y sus ayudantes descubren que en esa remota región sus habitantes se niegan a adoptar la religión oficial del imperio y siguen practicando una antigua que ahora se considera herejía. Y aunque el joven sacerdote llamado Claver que se había unido temporalmente al grupo en su viaje al norte quería quemarlos a todo por herejes, el justicia les hace renunciar a su fe y pagar una multa de acuerdo con las leyes, para luego continuar con su viaje. Sin imaginar, que ese joven sacerdote no aceptaría su decisión y buscaría impartir justicia según su fanático punto de vista.
Mientras el tribunal se encuentra viajando de nuevo al sur reciben la solicitud de ayuda con el fin de resolver un horrible crimen en una próspera ciudad. El asesinato de una mujer noble que no ha podido esclarecer la guardia del lugar. Sin embargo, lo que debería ser solo una investigación criminal más destapará los indicios de una conspiración a gran escala que hará tambalear los cimientos de todo el imperio. Una en la que la iglesia se quiere apoderar de los poderes de la magistratura con el objetivo de aumentar su influencia. Y ante el inminente caos nuestros protagonistas deberán decidir si respetarán las leyes para proteger al imperio o si las romperán con ese mismo fin.
«Todo se reduce a eso: poder. Claver quiere más poder para sus templarios y para sí mismo. Los nemanos quieren recuperar sus poderes mágicos. Los mlyanarios quieren deponer al Emperador y controlar el Senado. son como una estancia llena de filósofos en la que cada uno se considera más listos que los demás».
Leyes, justicia, conspiraciones, magia, nigromancia, poder… La justicia de los reyes, de Richard Swan es un libro de fantasía con un mundo rico y sugerente. Que nos llevará a presenciar la lenta pero inevitable caída de un imperio, así como la transformación de un hombre justo en algo más. Una novela que nos muestra también los conflictos de una joven que no sabe si la vida como justicia, siempre de viaje y sin establecerse en ningún lugar, es lo que realmente desea. Y tan lleno de conspiraciones y casos por resolver que es imposible parar de leer. Si están buscando fantasía épica con un mundo fascinante y muchas intrigas, tienen que darle una oportunidad.
¿Han leído La justicia de los reyes? ¿Les llama la atención?
Cuando salió me atrajo mucho, pese a parecerse a "El arcano y el jilguero" pero en el podcast de Neonostromo no la ponían precisamente bien. Ahora ya tengo la duda, porque contigo suelo coincidir en gustos.
ResponderEliminarNo a todos nos gustan los mismos libros, ni los leemos con las mismas ganas o expectativas, y todo eso siempre tiene peso para evaluar si disfrutamos o no una historia. Ante la duda lo mejor es siempre darle una oportunidad para comprobar que te parece por ti mismo.
EliminarA me me gustó un montón, y los libros siguientes prometen ampliar aún más ese mundo.
¡Ya me contarás si te animas y le das una oportunidad!