¿Cómo sería tu existencia si tu hermano (que además es el emperador) solo quiere verte arder en una pira? Si te negaras a morir quemada como parte de un ritual para purificarte y por ello fueses condenada a estar encarcelada en un lugar aterrador. Completamente aislada de todo cuanto conoces para que así aceptes tu destino entre las llamas. Ese es el punto de inicio de la increíble historia que les quiero recomendar hoy: El trono de jazmín, de Tasha Suri. El alucinante inicio de la Saga Reinos en Llamas con la que el Gamon estrena su sello de fantasía juvenil: Gamon+. Y que cuenta con la traducción de María Inés Linares.
«Tiempo atrás, ella había estado destinada a ser mucho más.No podía ser aquello para lo que había sido educada. Pero tal vez, solo tal vez, podría permitirse querer un poco más que lo que tenía. Solo un poco».
Esta es la historia de dos protagonistas muy diferentes que terminarán uniendo sus destinos y, con ello, el de todo el imperio. La primera es la princesa Malini. Una joven inteligente y hermosa que es la hermana del actual emperador: Chandra. Un hombre cruel que obsesionado con la impureza de las mujeres quiere que Malini se suba de forma voluntaria a una pira y muera quemada como las madres de las llamas que siglos atrás se sacrificaron para salvar al imperio de una invasión.
Ante la negativa de Malini de inmolarse en las llamas su hermano la condena a estar encarcelada en un templo de uno de los reinos vasallos de su imperio. Ese antiguo lugar de culto al que la condenan es llamado el Hirana y se encuentra totalmente en ruinas. Es un sitio en el que se quemó a todos los niños y maestros que allí vivían cuando empezaron a desarrollar una magia que los demás consideraban terrible y que obtenían de las llamadas aguas inmortales que ocultaba el templo. En ese escenario de pesadillas se ve recluida la princesa con la única compañía de una cruel mujer que se encarga de ser su carcelera y mantenerla aislada y drogada.
«Se obligaría a sobrevivir. Esperaría. Y cuando se le presenta una oportunidad de escapar del Hirana, cualquier oportunidad, la aprovecharía».
Nuestra segunda protagonista es Priya. Una joven sirvienta que trabaja en el mahal (o palacio) en el que se encuentra el templo donde está encarcelada la princesa. Es una de las mujeres anónimas que sube al Hirana durante las noches para limpiar el lugar y preparar los alimentos Malini y su estricta carcelera. Pero, aunque tienen prohibido cualquier contacto con la hermana del emperador, Malini descubrirá el secreto que tanto se esmera Priya por esconder y terminarán por ser una especie de aliadas. Quizás la única persona que puede ayudar a la princesa a sobrevivir.
Veremos paso a paso cómo se forma una especie de ¿amistad? entre esas dos jóvenes que no pueden ser más opuestas. E iremos descubriendo así mismo los muchos y complejos conflictos políticos que desgarran ese vasto imperio. En el que no solo hay descontento entre los habitantes de ese reino esclavo en el que se encuentra el Hirana, en el que los rebeldes buscan su liberación. Sino también en los otros reinos/estados que se encuentran bajo el dominio de Chandra, un emperador que cada vez se muestra más abiertamente cruel y racista. Y que declara la supremacía de la gente de su lugar de origen con respecto a los demás reinos que forman su imperio.
«¿Cuánta justicia, cuánta sangre, cuánta muerte, cuánto sufrimiento podrían ser suficientes para un emperador deseoso de condenar a su propia hermana a morir en el fuego?»
Además de nuestras dos protagonistas principales, contaremos con capítulos narrados por otros personajes. Por ejemplo, Rao: un joven que buscan liberar a la princesa. O Ashok, un rebelde que está dispuesto a cualquier cosa para conseguir las aguas inmortales del templo y liberar a su tierra de la tiranía del imperio de Parijat. Esos otros puntos de vista nos permite explorar en mayor profundidad la complejidad del mundo y del sistema mágico creado por la autora, y que es asombroso.
Magia, traiciones, rebelión, crueldad, amor… El trono de jazmín, de Tasha Suri es una novela adictiva que no solo cuenta con unos personajes complejos a los que veremos crecer y evolucionar. Sino también con un mundo inspirado en una India imperial llena de magia que es alucinante ir descubriendo. Desde las comidas hasta la vestimenta, son tantos los elementos los que destacan y que hacen de ese universo un lugar real que es imposible nombrarlos todos. El libro incluye al final un glosario que es verdaderamente útil y que yo fui consultando mientras avanzaba (y que me hizo disfrutar la lectura aún más). Si están buscando una novela llena de intrigas políticas y con un mundo alucinante le tienen que dar una oportunidad.
¿Han leído El trono de jazmín? ¿Les llama la atención?
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