Hay títulos que te hacen querer descubrir una historia, o en este caso en particular, leer poesía, porque es muy difícil no querer perderte dentro de sus páginas cuando te encuentras con Abrázame los monstruos, de David Galán, un poemario repleto de anhelos y la búsqueda de un imposible.
“Los monstruos nunca se esconden debajo de la cama o dentro del armario, ellos son más de asustar atacando al sentir y a la razón, donde de verdad duele”.
El libro empieza con la definición de la RAE de “monstruo” para seguir con el uso particular que hace el autor del término “monstruos”, esas personas que aparecen repentinamente en tu vida y se quedan para siempre, o quizás solo durante un momento fugaz, abandonándote feliz o quizás aún más roto, nunca se puede estar seguro; lo importante es que dejan huella aunque no siempre es visible.
Agrupados en bloques dedicados a diferentes monstruos, encontraremos multitud de poemas escritos en prosa y en ellos, todas las vivencias de un joven que ha buscado el amor con éxito algunas veces, para verse luego nuevamente solo; que ha vivido historias fabulosas donde había creído encontrar una compañera, para luego sufrir otra decepción, pues sobre todo los poemas reflejan los momentos en los que el desamor es motor de la escritura.
“Busco a la chica que pierda la noción del tiempo cuando se quede a mi lado. Busco, y buscar siempre es un error”.
Vivimos la emoción y desilusiones del primer amor, mientras conocemos al monstruo con el que atravesó las nubes la primera vez, luego será el turno de la chica de la mirada perdida, esa que es el monstruo que colecciona bufandas en el fondo de su armario, allí está uno de mis poemas favoritos “Nadie siente como yo mi palabra favorita”.
Luego vendrán muchos monstruos más, esos a los que tiene miedo de acercarse, o con los que se topa en un bar, o los que lo encuentran a él en un callejón, o en un concierto, los que parecen algo definitivo y se convierten solo en otro monstruo más; toda una vida de amores y desamores, de mostrar valentía y ser cobarde, de besos y abrazos compartidos, de largas primaveras y crudos inviernos, de mensajes sin responder, de llamadas que no llegan, de expectativas superadas y también de las no cumplidas, la búsqueda de un imposible.
“Algún día alguien leerá tus silencios y no podrás callar jamás”.
Particularmente me han gustado los poemas que le dedica al monstruo que lo abrazaba las madrugadas de invierno, su monstruo favorito, puede porque sea el que define como el que más duele y eso se vea reflejado en cada letra, o porque en ese capítulo vemos primero poemas que se escriben mientras él está enamorado en silencio, creyendo que es un amor imposible, para luego ver cómo cambian cuando lo quimérico se hizo realidad, y escribía junto a ella, sin importar que después llegue el temido fin y sea el dolor el que hable de nuevo.
Si desean probar una poesía directa, Abrázame los monstruos de David Galán es una buena opción, en sus historias se podrán sentir en mayor o menor medida identificados, porque al final todos estamos hechos de sueños y desengaños, de las huellas que dejan los monstruos que hemos conocido y los que aún nos quedan por conocer.
¿Han leído Abrázame los monstruos? ¿Les llama la atención?
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