El fin de la humanidad tal y como lo conocemos es un terreno fértil para que los autores especulen sobre posibles futuros, y a mí particularmente me encanta leer sobre ello. Hoy les vengo a hablar sobre el último libro de una serie apocalíptica trepidante e ingeniosa. Con Monstruos, Ilsa J. Bick pone punto y final a la trilogía Cenizas. Si aún no han leído Cenizas y Sombras, el primer y segundo libro, los invito a que visiten mis reseñas (aquí y aquí); paren de leer ésta pues puede contener spoilers de los libros anteriores y salgan corriendo a su librería más cercana.
“Nadie puede evitar contemplar lo monstruoso, porque el horror está emparentado con el asombro”.
De nuevo Ilsa J. Bick piensa en el lector y el tiempo que ha pasado desde la publicación del último libro e inicia la novela incluyendo una lista con los personajes, junto a una pequeña descripción, para luego dejarnos un apartado en el que se explica dónde está y qué hace cada uno al final del libro anterior, de esta manera, nos ubicamos rápidamente y podemos entrar directo a la narración sin problemas, porque Monstruos continúa exactamente donde terminó Sombras, al igual que ya había pasado entre el primer y segundo libro.
Así que iniciamos con Alex, atrapada en la mina de Rule tras una fuerte caída, mientras el lugar se inunda rápidamente. Debo decir que la sensación de dolor, desesperación, lucha, incluso de ese momento donde todo te indica que no hay ninguna escapatoria y que lo mejor es dejarte llevar, que logra trasmitir la autora es impresionante. Creo que es de las escenas más tortuosas y agónicas con la que he empezado a leer un libro, y hace que sea casi imposible dejarlo.
Nos reencontraremos con un Tom que sufre al creer que Alex está muerta, que se tortura pensando en que todo es su culpa, y se la pasa maquinando sobre cómo podría haberla salvado, teniendo miedo de sí mismo por el deseo que siente de vengarse, porque puede transformarlo en un arma aún más letal. Veremos también cómo Chris lucha por su vida, ya que aún se encuentra atrapada en la horrible trampa, y aunque Elli y su grupo de Oren lo encuentran, puede que sea muy tarde para él.
Un destino igual de incierto es el de Peter, quien poco a poco se está transformando en algo completamente diferente, bajo la tortura despiadada de lo que lo tiene sometido Finn. Podremos volver a Rule, aunque allí no se encuentre ya ninguno de nuestros protagonistas, para ver el caos en el que se encuentra sometido el antes idílico pueblo.
Podremos descubrir cómo no todos los cambiados son iguales, Lobezno parece diferente a los demás, Lena puede que tampoco esté totalmente perdida, lo que sea que logró la transformación de los jóvenes, puede que no los afecte a todos de la misma manera, posiblemente tengan esperanza, o quizás no y la única solución sea matarlos a todos, antes de que ellos los transformen en comida.
Con constantes cambios de narradores, veremos a todos los personajes sufrir, recuperar la esperanza para perderlas de nuevo, luchar contra los cambiados, contra el hambre en medio de un duro invierno, ser parte de venganzas que escapan de su comprensión, de una guerra que no provocaron. Creo que en sus ochocientas páginas no dejamos de pasarlo mal en ningún momento, temiendo siempre por el destino de todos, porque el apocalipsis no deja mucho tiempo para pensar en otra cosa que no sea sobrevivir un día más.
Muchas de las preguntas que nos asaltaron en Cenizas y Sombras, son respondidas aquí, si bien es cierto que descubriremos todo sobre Rule, que era uno de los más grandes misterios en el libro anterior, me habría gustado un poco más de explicaciones al primer libro y cómo se desencadenó todo, pero bueno, no se puede ser perfecto, la autora eligió cuidadosamente qué incógnitas responder y que otras dejar a nuestra imaginación. Como en los libros anteriores, la traducción de Carmen Torres y Laura Naranjo es simplemente genial.
Elli sigue siendo uno de mis personajes favoritos, puede que sea la que más ha evolucionado a lo largo de los tres libros, hemos presenciado cómo pasa de niña gruñona y asustada, a ser independiente, con habilidades y dispuesta a sobrevivir, que sigue sintiendo miedo, pero que no deja que la controle a pesar de su corta edad. Además protagoniza escenas tan emotivas, que es imposible no derramar alguna lágrima.
Si están buscando una lectura totalmente adictiva, con personajes maravillosos y complejos, repletas de misterios y peligros, escenas que te harán contener la respiración, otras que te harán sentir verdadera repulsión, donde la acción te lleva a ir saltando de situación mala, a situación aún peor, pero que nos habla de no perder la esperanza, y de lo importante de no dejar de luchar, deberían darle una oportunidad a la trilogía Cenizas. Monstruos es un final a la altura de sus predecesores y eso que Ilsa J. Bick había dejado el listo muy alto.
¿Han leído Monstruos? ¿Les llama la atención?
Bueno, ya antes había oído hablar de esta trilogía y no me había terminado de llamar la atención, sin embargo la has puesto tan bien que al final voy a tener que tenerla en cuenta.
ResponderEliminarUn beso ;)
Que buena noticia Ray, es una trilogía fabulosa, cuando leas el primero ya no podrás, ni querrás parar.
EliminarSaludos